En el vertiginoso mundo actual, encontrar tiempo para conectar con uno mismo puede parecer un lujo. Sin embargo, existe una práctica simple y accesible que muchas personas con alta inteligencia emocional incorporan en su día a día: el puttering. Aunque el término pueda parecer poco familiar, describe una actividad que todos hemos experimentado en algún momento, especialmente en esos días en que dejamos que nuestra mente y cuerpo fluyan sin un propósito rígido.
¿Qué es el Puttering?
El puttering se refiere a realizar actividades sencillas y sin un objetivo específico, como reorganizar un cajón, cuidar plantas, ordenar un estante o simplemente pasear por casa sin prisas. Es un tiempo de desconexión estructurada, en el que la mente se libera de la presión de las tareas urgentes y encuentra espacio para descansar y reflexionar.
Este hábito no busca resultados inmediatos ni medibles. Por el contrario, el foco está en disfrutar del momento y en permitir que la mente divague, lo que puede tener un efecto calmante y rejuvenecedor.
Beneficios del Puttering
1. Reducción del Estrés: Al centrarnos en tareas simples, alejamos la mente de preocupaciones y pensamientos negativos. Este tiempo nos ayuda a reconectar con un ritmo más pausado, lo que reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
2. Fomento de la Creatividad: Cuando la mente no está sometida a exigencias constantes, tiene espacio para generar nuevas ideas y soluciones creativas. Es en estos momentos de calma cuando suelen surgir pensamientos innovadores.
3. Mejora de la Inteligencia Emocional: Dedicar tiempo al puttering implica ser consciente de cómo nos sentimos y qué necesitamos en un momento dado. Esto fortalece la conexión con nuestras emociones y aumenta nuestra capacidad para gestionar el estrés, la frustración y otros desafíos emocionales.
4. Sensación de Logro y Orden: Aunque las actividades no tengan un propósito concreto, ordenar un espacio o cuidar algo crea un pequeño pero significativo sentido de logro. Esto contribuye a un mayor bienestar emocional.
Cómo Incorporar el Puttering en tu Rutina
Si quieres probar este hábito, aquí tienes algunos consejos prácticos:
1. Crea un Espacio de Tiempo: Dedica 10-15 minutos al día para actividades sencillas sin un objetivo claro. Puede ser por la mañana, después del trabajo o antes de acostarte.
2. Elige Tareas Simples: Busca actividades que te relajen, como doblar ropa, regar plantas, reorganizar libros o simplemente caminar por tu casa mientras ordenas pensamientos.
3. Desconéctate del Exterior: Apaga el teléfono o ponlo en modo avión para evitar distracciones. Este es tu tiempo para estar contigo mismo.
4. Sé Flexible: No te preocupes si no terminas algo o si el resultado no es perfecto. El objetivo del puttering es disfrutar del proceso, no el resultado.
Conclusión
El puttering es un recordatorio de que la vida no siempre necesita estar llena de metas y objetivos. En un mundo que a menudo valora la productividad por encima del bienestar, este hábito nos invita a encontrar calma en la sencillez y a cultivar una conexión más profunda con nosotros mismos.
¿Te animas a probar el puttering? Puede ser el pequeño cambio que necesitas para mejorar tu día a día y desarrollar una mayor inteligencia emocional.
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