La integración social que nos venden desde varios sectores es falsa, y esa integración se convierte en distancia. Tal vez, desde esos gobiernos pertenecientes a la secta de la Agenda 2030 de las grandes élites, lo que se desea es la necesidad de no perder clientes; y lo más constatable es que buena parte de la ciudadanía no comparte esa visión manipulada.
Desde muchos ayuntamientos se distribuyen donaciones para familias necesitadas, y sí, me parece excelente, pero no hay un compromiso municipal con la historia de los barrios con sus gentes de siempre esas gentes que desde hace décadas han mostrado solidaridad y cariño con vecinos pero que ahora se encuentran en una penosa situación.
Cuando hablo de necesidad no me refiero en exclusiva a la vertiente económica, me refiero a aspectos vinculados al ánimo y al amor propio. Esto no es algo que se aprende, es algo lógico: primero tu familia, seguidamente las familias de tu lugar y, si sobra, para los recién llegados. Quien niegue esto creo que se caracteriza por la falsedad y el cinismo. ¿Qué ocurre? Que su ideología no les deja ver más allá.
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