Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Influencers | Digitalización | Filosofía | Intelectual

Ni filósofos ni literatos

Una masa culta es más difícil de subyugar y es más rigurosa a la hora de elegir a sus representantes
​Sergio Fuster
martes, 5 de noviembre de 2024, 09:35 h (CET)

Contrario de lo que se temía en la década del cincuenta, que todo terminaría en un régimen orwelliano, podemos decir con el “diario del lunes” que nuestra realidad se parece más a “Un mundo feliz” de Huxley que a la caricatura del stalinismo de “1984”. Al menos por ahora. Una humanidad fría y medicada, donde reina la ingeniería tecnogenética y donde el amor es improcedente.


Es cierto que todavía quedan administraciones totalitarias como China, Irán o Corea del Norte, entre otras, que funcionan como “Hermanos mayores” sobre una población vigilada; pero, en su mayoría, vemos que el mundo libre está más atravesado por el consumo y por los avances dela técnica que por la coerción directa. Esto no quiere decir que no la haya: hoy los aparatos de control se mantienen bajo la premisa, más que de asustar de tratar de “idiotizar” a las poblaciones para poder así dominarlas sin que se percaten de ello. Dicha “tontificación” requiere, en primera instancia, la erradicación del pensamiento crítico. Pensar más allá de los candados de las ideologías impuestas por la coyuntura se torna peligroso: por ello se pretende extirpar la filosofía, la imaginación y las ideas frescas. Su eliminación no es por la fuerza, sino por la indiferencia.


Si bien la filosofía existe, no es lo masivo y, como tal, no es lo rentable. En una estructura capitalista, algo que no da ganancias afecta su viralización. Gana más un jugador de futbol que un médico y ni que hablar de un docente o de un escritor. “Más Platón y menos Messi” -con perdón de Marinoff- sería un eslogan más productivo para todos nosotros, empero la verdad, sabemos, es otra. El goce está por encima de la lectura.La banalidad sobre la ilustración.


Lo cierto es que la tecnificación, la digitalización del ser y la pérdida de un sentido espiritual concreto hicieron de nuestra sociedad, en palabras del poeta Eliot, una “tierra baldía”. Padecemos un sentimiento de desorientación. Los totalitarismos someten por el miedo, no hay demasiado secreto y no es necesario mucho análisis. Sin embargo, en las regiones que se dicen libres, las democracias son los sistemas principales de alternancia del poder. El orden republicano y liberal es más deseable a cualquier otro, lógicamente, y, por supuesto, por comparación es “el menos malo”.


El problema del “mal” en las democracias consiste en que el poder se obtiene por la “tiranía de las mayorías” y estas mayorías no siempre están preparadas intelectualmente para su función. Por eso las masas cada vez exigen menos requisitos mentales y morales de sus gobernantes. Asimismo, estos no están obligados a ofrecérselos.


Una población adormecida por “el pan y el circo”, por los medios de comunicación, por el deporte profesional, por la fe en el Dios digital, que cada vez depende más de sus pantallas, no acostumbra a demandar demasiado. Los candidatos lo saben y dan lo que la masa espera. Si no reflexionemos un momento en los líderes que vemos en la actualidad. Ya no quedan estadistas ni gigantes intelectuales que repiensen la época, que resuciten la historia. Pocos leen a Spinoza, a Rousseau, a Hegel, a Ingenieros, a Sartre o a Camus. Ni siquiera a Marx. Qué decir pues de Dostoyevski, Proust, Flaubert, Goethe, Musset, Malraux o de Sontag, para mencionar algunos pocos ejemplos. No obstante, si se pudiese revertir ese círculo vicioso por otro virtuoso la cosa indudablemente podría ser mejor.


Un pueblo que valore la cavilación y las letras, que se guíe más por los intelectuales que por los “influencers” sería capaz indudablemente de revertir su destino. Una masa culta es más difícil de subyugar y es más rigurosa a la hora de elegir a sus representantes. En todo caso me temo que la tecnificación dirigida al vaciamiento del ser no solo ha sido por demás efectiva, sino que se muestra imparable, y la lógica de la humanidad va hacia su propia decadencia.


Esto produce una época detenida, un conglomerado que solo se mira el ombligo en sus smartphones y que suele confundir lo real con lo virtual indiscutiblemente es pasto fértil para su sometimiento. Son los “camellos” de los que hablaba el “Zaratustra” de Nietzsche.Llamamos “inteligencia” a una serie de algoritmos sin consciencia que simulan ser un otro, mientras nuestro increíble y misterioso cerebro se atrofia por la sustitución maquinal. Esto, solo nos coloca rumbo a una era oscura, a un tiempo ignoto y olvidado. Donde ni filósofos ni literatos tienen el lugar que merecen y que el mundo debería evocar para su reversión. Las distopías irracionales abandonaron la ficción para ser ahora parte de esta realidad. Una población tal, se encamina a una presunta Edad Media que ni Orwell ni Huxley hubiesen podido siquiera imaginar. 

Noticias relacionadas

Igualdad Animal expone y denuncia graves violaciones de la mínima normativa en dos granjas de cerdos en España en agosto de 2024. La primera de las granjas, ubicada en el municipio de Ontiñena (Huesca), está presuntamente vinculada a la empresa Joaquín Bayona y CIA S.C. ligada a Piensos Costa. Paradójicamente, esta empresa anuncia en su página oficial haber sido la primera del sector en obtener el sello en Bienestar Animal certificado por AENOR.

Los intereses a corto plazo de agricultores y ganaderos no siempre son coincidentes, pero a largo plazo, que es como hay que ver estas cosas, un sector no es nada sin el otro. Por eso, la estrategia de éxito de este sector primario en su conjunto tiene que consistir en la colaboración y complementación de ambos, y en afrontar juntos los ataques que llegan desde fuera, que son muchos.

En Perú el sultán de Brunéi, recibió los galardones máximos del municipio capitalino (las llaves de Lima), del Congreso (a Medalla de Honor del Parlamento en el grado de Gran Cruz) y de la República (el gran collar de la orden del sol, la máxima premiación del laurel más antiguo de las Américas, uno que se remonta a 1821, cuando se inició nuestra república).

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto