Juan José Santivañez, ministro del interior, quiso levantar sus bonos anunciando la captura del supuesto número dos de Sendero Luminoso. Según Pedro Yaranga, experto sobre el VRAEM, el capturado Iván Quispe Palomino hace tiempo dejó de estar ligado a sus hermanos y al “Militarizado Partido Comunista del Perú” (el cual hace un cuarto de siglo rompió con el senderismo acusando a este de terrorista y genocida).
El que dicho señor haya sido capturado en un transporte público en Lima evidencia que no es posible que él siguiera perteneciendo al MPCP, quien solo opera en pocas partes de la ceja de selva. Una de las críticas que este grupo le hizo a Abimael Guzmán es que él se mudó a la capital abandonando la guerra desde el campo a la ciudad.
El MPCP nunca ha buscado ligarse a las movilizaciones regionales, sindicales o populares contra el golpe contra Castillo (el único presidente al cual pidieron asesinar). Todo su accionar se centra en proteger sus actividades en la producción y distribución de cocaína.
El MPCP carece de prensa impresa o electrónica y de cualquier estrategia para vincularse a las distintas organizaciones obreras o campesinas. Ni siquiera apoyan a paros laborales o de transportistas.
La idea de arrestar algún senderista siempre ha sido empleada como excusa para evitar demostrar eficacia en el accionar contra la delincuencia. El senderismo ha dejado las armas y anda en descomposición. Este gobierno es incapaz de parar la ola de crímenes que van desde quemar movilidades hasta asesinar a un maestro delante de sus alumnos. “La República” constantemente ataca a Boluarte por no atrapar al Dr. Cerrón y ahora le demostrará a ella cómo sí es capaz de aprender a uno de los dos mayores terroristas del país.
Dina misma ha aplicado el terrorismo de estado contra las protestas sociales y ha liberado al mayor terrorista preso (Fujimori), a quien le dio honores de estado en palacio cuando fue enterrado.
Desde que hace más de 3 décadas Guzmán suscribió el acuerdo de paz con Fujimori y llamó a desarmar a sus huestes, la violencia maoísta se fue disipando. El mayor problema de seguridad nacional es el del potenciamiento de los extorsionadores y del crimen organizado que se da amparado por este congreso y gobierno.
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