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En el Perú del último siglo la muerte de todos lideres partidarios ha producido la agonía, crisis o defunción de sus respectivos partidos. El fallecimiento de todos los antiguos dictadores civiles o militares (Leguía, Sánchez Cerro, Benavides, Prado, Odría, Velasco y Morales) dio paso a la desaparición de sus respectivos movimientos políticos, algunos de los cuales llegaron a ser masivos.
Juan José Santivañez, ministro del interior, quiso levantar sus bonos anunciando la captura del supuesto número dos de Sendero Luminoso. Según Pedro Yaranga, experto sobre el VRAEM, el capturado Iván Quispe Palomino hace tiempo dejó de estar ligado a sus hermanos y al “Militarizado Partido Comunista del Perú” (el cual hace un cuarto de siglo rompió con el senderismo acusando a este de terrorista y genocida).
Cada 11 de septiembre el mundo recuerda 3 grandes tragedias. En 1714, los borbones anularon la autonomía catalana. En 1973, Pinochet derrocó en Chile al gobierno "socialista" constitucional muriendo en dicho acto el presidente Salvador Allende. En 2001, cerca de 3.000 personas murieron cuando los aeropiratas de Bin Laden estrellaron aviones contra las Torres Gemelas de NY. Ahora, esta fecha coincide con la de la muerte del último dictador peruano, Alberto Fujimori.
Hace 34 junios se dio el primer balotaje de nuestra historia, el cual lo ganó Fujimori. El último que tuvimos lo venció su Némesis. Por un increíble enroque político, el primero salió de Barbadillo, mientras que allí ha acabado Castillo.
Este miércoles 6 de diciembre, un día antes de que se cumpla un año del golpe de Estado de Pedro Castillo, el ex presidente peruano Alberto Fujimori salió en libertad por decisión del Tribunal Constitucional pese a la recomendación de la CIDH de no proceder con esa medida. Desde 2009, Fujimori cumplía una pena de 25 años de cárcel por los delitos de homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado.
El expresidente peruano Alberto Fujimori, quien cumplía una condena de 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad, salió en libertad la noche de este miércoles 6 de diciembre por una controvertida decisión del Tribunal Constitucional de su país, a pesar de la oposición de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Otro escándalo mancha al fujimorismo demostrando su corrupción y su hipocresía al hablar de ser un campeón del antiterrorismo. El martes 29, el ucraniano Dmytro Chornyi fue arrestado por la policía de Albania, pues en 1999 fue uno de los tripulantes de la gigantesca aeronave de carga rusa Ilyushin IL-76 que, bajo bandera de Hungría, llevó 10 mil rifles de asalto soviéticos AK-47 calibre 7 que habían sido vendidos por Belarús al rey de Jordania.
Solo gracias a la CIDH (Corte Interamericana de Derechos Humanos) es que el exdictador peruano Alberto Fujimori no fue excarcelado, pero ahora el expremier izquierdista Guido Bellido coincide con los fujimoristas en que el Perú debe retirarse de dicho tribunal.
El 5 de abril ha quedado nuevamente marcado como una fecha especial en la historia peruana. En 1992 Alberto Fujimori se tornó en un dictador y en 2022 Pedro Castillo suspendió las garantías constitucionales.
El miércoles 30 de marzo la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) obligó al Estado peruano a que no suelte a Alberto Fujimori hasta que esta resuelva las observaciones de varios familiares de las víctimas de su dictadura. Esto ha caído como una bomba a los Fujimori, a sus abogados y a los medios que les siguen o apoyan.
Al mismo tiempo que en el Perú se puede liberar al exdictador Alberto Fujimori, sus partidarios quieren deponer al Presidente Pedro Castillo. Al margen de lo que opinemos sobre ambos líderes y sobre los procesos que ellos confrontan, hay algo que no se puede dejar pasar. Este es el de la extrema doble moral del fujimorismo.
Cuando faltaban 3 meses para que se cumpla el 30 aniversario del cuartelazo del 5 de abril de 1992, se produjo una especie de golpe, el cual, inicialmente, apareció imperceptible para los 33 millones de peruanos. Ese día Augusto Ferrero asumió la Presidencia del Tribunal Constitcional, con lo cual el fujimorismo lograba controlar lo que se proyecta como la cuarta y última instancia de la judicatura y como un cuarto poder (por encima del ejecutivo, legislativo y judicial).
El Premier Aníbal Torres ha descrito el pedido del TC de soltar a Alberto Fujimori como una aberración similar a una que llame a liberar a Adolfo Hitler. Sostiene que el TC debe ser eliminado y que el Gobierno va a hacer todo lo posible por evitar excarcelar al exdictador.
Este 5 de abril se cumple el 30 aniversario desde que en el Perú se dio la última vez en la cual los militares tomaron los poderes judicial y legislativo. El autor de tal violación a la constitución y la democracia, Alberto Fujimori, pretende celebrar esa fecha gozando de plenas libertades (e incluso pudiendo escaparse al exterior).
El dictamen del Tribunal Constitucional para liberar a Fujimori viene radicalizando a multitudes que irán ganando las calles, las cuales pudiesen obligar al Gobierno a evitar la excarcelación de Fujimori planeada para el lunes 28.
El Tribunal Constitucional aprobó sorpresivamente una liberación exprés al mayor dictador, ladrón y violador de derechos humanos vivo en Perú. Alberto Fujimori debe ser excarcelado, pese a que nunca pidió perdón ni pagó reparaciones al Estado, a quien robó miles de millones de dólares. Nunca llegó a pasar por una cárcel común y su prisión lo pasó en un departamento con jardín en condiciones mejores que las de la gran mayoría de los peruanos.
Desde que Keiko Fujimori se clasificó para entrar a la segunda vuelta el 11 de abril todo su discurso se ha centrado en demostrar que ella es la garante de la democracia contra el peligro del comunismo y del terrorismo. Gracias a esa propaganda ella pudo ganar el apoyo de la mayor parte de los medios de comunicación y del centro y de la derecha.
A trece días de la muerte de Abimael Guzmán, condenado a cadena perpetua por terrorismo, la fiscalía peruana dispuso cremar y dispersar su cuerpo en un lugar anónimo. Un castigo así no lo ha recibido antes ninguna persona fallecida en una prisión peruana (y posiblemente en cualquier otra democracia multipartidaria del mundo).
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