Tenemos unos políticos y escritores aparentemente realistas que viven en el mejor de los mundos, a no ser que sepan algo que nosotros ignoramos. No es que no tengan sueños, el problema es que no tienen pesadillas (que podrían materializarse).
En esa página lapa pegada a nuestro ordenador, mezcladas con la información más banal, aparecen noticias tremebundas que mueven a dudar bien de su credibilidad, bien de su cordura, dado el resto de la información.
Por ejemplo: China ha iniciado la implementación de pruebas… empleando simulaciones de escenarios apocalípticos… en un contexto de crecientes tensiones nucleares.
Una televisión rusa ha simulado los territorios europeos que serían atacados con armas nucleares.
Manual de supervivencia en caso de guerra o crisis: ¿qué dice la guía que Suecia envía a sus ciudadanos?
La Marina Real de los Países Bajos sorprendió a todos al lanzar dos misiles de última generación. El 'Google Maps' que revela cómo sería el impacto de una bomba nuclear si se lanzase sobre Madrid,.. etc.
Tales noticias nos llevan a preguntarnos lo siguiente:
¿Qué dice la ONU? ¿No se alarma ese organismo eminentemente geopolítico? ¿Qué dicen todos esos delegados, de quienes no recibimos noticias? El representante español ¿está preocupado por nuestra seguridad a causa de las bases militares extranjeras en nuestro suelo?
Más cerca, si observamos a esos parlamentarios europeos, estáticos, invisibles, inoperantes, al menos aparentemente, es legítimo preguntarse qué hacen, qué piensan, qué les conturba. En su tiempo conocimos a algunos de ellos, los cuales, aparte de desenvolverse absolutamente desconectados del partido, daban la impresión de vivir en permanente vacación. Contaban historias interesantes sobre sus salidas estrasburgobruselianas, pero nada sobre política. Parecían apolíticos.
No obstante, hace poco hemos recibido información de uno de ellos. Y ha hablado, pero la decepción ha sido grande. No hubo espacio para la palabra paz; no hubo el menor quiebro en la voz por el destino de la humanidad; no hubo la más mínima duda dialéctica; no hubo el menor gesto de temor ante la destrucción real o posible; no hubo la más mínima concesión histórica (necesaria si no se quiere caer en el fanatismo). Una manifestación contradictoria de posmodernista empoderamiento. Frente a la duda, todo certezas: “Las guerras también se ganan con munición, con tanques y con defensas aéreas… hasta la victoria final". Después, dirigiéndose directamente al expresidente Zelenski le aclaró, quizás para mayor confianza, que ella nació "en una España donde todavía un cruel dictador (Francisco Franco) secuestraba el presente y el futuro del pueblo español”. Poderosa descripción de aquel régimen. Sólo le faltó añadir que fue aliado de los nacionalsocialistas alemanes, aliados a su vez de los ounistas ucranianos. Quien todo esto dijo fue la española Iratxe García, presidenta del grupo parlamentario europeo SyD.
Pensándolo bien es admirable tal versatilidad, tal libertad de enjuiciamiento. Un discurso sin necesidad de homogeneidades geográficas (¿seremos capaces algún día de hablar así sobre el Sáhara?, ¿sobre Gaza?, sobre los países que están detrás de esos dramas?). Un discurso creado ad hoc, sin condicionamientos ideológicos previos. Un discurso valiente en cuanto no teme mostrar sus fisuras, tan grandes como su inoportunidad.
Curioso que sabiendo que hay quienes roban presentes y futuros no haya recordado que hace tan sólo veinte años el continente europeo era uno de los líderes del mundo, con un futuro en ascenso, posibilidad que, efectivamente, nos han robado. Sorprende que haya olvidado que en aquel entonces Europa aún era un ejemplo democrático, social, en derechos, en gobernanza, en desarrollo, en industria, en investigación, en educación, en tecnología avanzada, en libertad de expresión. Que había invadido el mercado norteamericano con sus coches. Veamos películas de los cincuenta y de los sesenta y comprenderemos la simbología del vehículo. ¿No percibe la parlamentaria que todo esto se está desmoronando? No entendemos el tono despreocupado ante un panorama en el que, como decía el Sr. Borrell, habrá que cambiar cañones por hospitales, subidos sobre los caballos de la apocalipsis. Ya no somos el modelo en cuanto los alumnos escapan por las ventanas a otras clases más esperanzadoras.
No nos informan, no nos preguntan, no nos explican, no nos pulsan. Visto todo esto nos preguntamos qué relación guardan los intereses de esos círculos y hemiclos satisfechos con los nuestros. ¿Saben que sólo son una mínima fracción de los europeos? Se replicará que les han votado millones. No es suficiente, sobre todo teniendo en cuenta el altísimo índice de abstención en las últimas elecciones. El voto a SyD no llega al 19 por ciento. La abstención ronda el 50 por ciento; al 70 en países del Este, los más próximos al conflicto. Es decir, no hay un cordón umbilical entre ellos y los pueblos europeos. Son setecientos y pico individuos suspendidos de su propia autolegitimación.
Más preocupante cuando se trata de llegar “hasta la victoria final”; o como decía Boris Johnson sin circunloquios, hasta el último ucraniano (¿o europeo continental?). Tales frases nos hacen recordar a la caballería (de caballos, no de tanques) polaca lanzándose contra los panzers de la Alemania nazi. La política es una cosa diaria que necesita un contacto próximo y asiduo. Sobre todo cuando se trata, repetimos, de la guerra. Al recibir cada mes su muy sustancioso sueldo ¿no sienten la necesidad de justificarlo estableciendo ese contacto?
Por otra parte, ¿están previamente sopesadas las palabras de la Sra. García, o son como la poesía del novato, que cree que no es necesaria la técnica, que basta con el corazón (en este caso, la declamación). ¿Hasta la “victoria final” significa que no se prevén negociaciones para la seguridad mutua? ¿Está haciendo un canto a la destrucción mutua, a la MAD (loco en inglés) de John von Neumann, muerto a los 54 años por un cáncer de huesos provocado por su asistencia a las pruebas nucleares? ¿Es pesimismo suponer que la victoria final de cualquiera de los bandos será indefectiblemente la victoria final de los muertos? Olof Palme decía que “no se puede lograr la paz a través de la violencia, solo el diálogo y la negociación pueden llevarnos a eso”. O: “La cooperación y la diplomacia son más efectivas que la confrontación y la violencia”. También podemos recordar a Willy Brandt: “La superación de las diferencias no implica negarlas, sino reconocerlas y encontrar puntos en común”. ¿Son los mismos progresistas los que nos hablan? ¿O el de la señora parlamentaria es un supuesto progresismo de raíces clintonianas que reavivó innecesariamente la confrontación (Kennan: “No había ninguna razón para esto (avanzar la OTAN) en absoluto. Nadie estaba amenazando a nadie”)? Quizás debería leer a Diana Johnstone, (activista contra las guerras de Vietnam y de los Balcanes y muchas veces vetada por el pensamiento correcto) que tan bien conoce a Hillary.
¿La prensa y los políticos nos pueden hablar de bombas atómicas y dejar la cosa ahí? ¿Somos sus vasallos, sus objetos, su ganado al matadero? (pobres animales). ¿La señora García se pregunta estas cosas?
En definitiva, después de las campañas heroicas pertinentes ¿los franceses volverán a cantar la Marsellesa en los tranvías? Imposible, ya no hay tranvías. ¿Volverán a creer que van a luchar por aquella Francia que tras el armisticio embargaba por impago las viviendas de las viudas de los caídos en el frente?
Romain Rolland, el apestado pacifista, premio Nobel, decía que si el deber de los militares era hacer la guerra, el de los intelectuales era el de fomentar la paz. Todavía no hay deber de hacer la guerra --a no ser que la guerra esté ya negociada entre los proveedores de armas--, pero todavía es tiempo para preservar la paz. ¿Alguien que voto indirectamente a SyD sabía que votaba hasta la victoria final con macuto y cantimplora?
Pero no sólo están los parlamentarios europeos. ¿Qué dicen las ejecutivas, los comités de los partidos nacionales? ¿Qué dicen sus militantes y simpatizantes? ¿O sólo hablan de banderas y mecheros con los escudos del partido?
¿Y qué dice el Partido Demócrata? Cree que el presidente de la nación norteamericana debe seguir tomando decisiones graves cuando ha perdido las elecciones y no dispone de respaldo suficiente? Una cosa es cerrar cosas, aprobadas cuando se estaba bajo la legitimidad anterior, y otra decidir sobre la guerra. Nos critican, pero ¿saben que uno de nuestros presidentes, Salmerón, dimitió por no firmar una condena a muerte. ¿Y nosotros somos los primitivos, los pintorescos?
Sabemos que el Sr. Biden a veces se desorienta, pero ¿cree sinceramente que los EEUU y el Reino Unido todavía son dos islas, militarmente hablando? ¿Cree de verdad que todo se saldará con una mortandad mínima en unas guerras mundiales que causaron 100 millones de muertos? Por cierto, en 2023 los gastos de EEUU fueron de 6,1 billones de dólares y los ingresos de 4,4 billones. ¿Es esto lo que se quiere tapar?
Puestos en este punto, y dado el alarmismo de la prensa, ¿no sería el momento para un referéndum que aclare qué piensan los eurounionistas?
¿No debería haber ya en los partidos una cadena de congresos extraordinarios para analizar la situación, para comprobar si hay desconexión entre los dirigentes, la militancia y los ciudadanos a los que dicen representar? Sabemos que el ejército de Estonia (país de Kaja Kallas) está preparado para cualquier eventualidad; esperemos que una oleada de inmigrantes no acabe con sus 7 mil tropas.
Se dirá que jefes de estado o de gobierno europeos, que saben las cosas, están “al mando”. Sí, jefes que en la mayoría de sus elecciones nacionales van de derrota en derrota. Ahora Rumanía. ¿No es esto significativo? ¿No es ya un referéndum para un referéndum? Por ahí suena que los británicos han recogido un millón de firmas para que se realicen unas nuevas elecciones.
Si en una situación así no existimos, es difícil creer que existamos para nada más, salvo para producir y ser gravados impositivamente. O para ir al frente: esa prensa (diario AS) se preguntaba qué españoles serían los primeros en ser alistados.
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