El Consejo de Ministros de España ha aprobado un informe elaborado por un comité de 50 expertos que propone 107 medidas destinadas a proteger a los menores en el entorno digital. Entre las recomendaciones destacan la prohibición de dispositivos con acceso a internet para adolescentes de 12 a 16 años y la eliminación total de pantallas para niños menores de 6 años. Esta iniciativa se suma a la reciente legislación australiana que prohíbe el acceso a redes sociales a menores de 16 años, abriendo un debate sobre la viabilidad y las implicaciones de implementar medidas similares en España.
El modelo australiano: una legislación pionera Australia ha sido el primer país en proponer una legislación que prohíbe el acceso a redes sociales para menores de 16 años, con el objetivo de mitigar problemas de salud mental en niños y adolescentes. El primer ministro, Anthony Albanese, anunció que la edad mínima para usar redes sociales será de 16 años. Este proyecto no sancionará a usuarios ni padres, sino que impondrá la responsabilidad a las plataformas de asegurar el cumplimiento del límite de edad. La Comisión Australiana de Seguridad Electrónica definirá normativas para que las redes establezcan medidas razonables para restringir el acceso a menores. Las plataformas que no cumplan se enfrentarán a sanciones. Esta medida comenzará a implementarse a mediados de 2025.
Las propuestas del Gobierno español El informe presentado por el comité de expertos en España incluye recomendaciones como:
Prohibición de pantallas para menores de 6 años: Se recomienda no exponer a los niños de 0 a 3 años a dispositivos digitales y desaconsejar su uso entre los 3 y 6 años, salvo en casos puntuales y bajo supervisión adulta.
Teléfonos sin acceso a internet para adolescentes de 12 a 16 años: Se propone que los dispositivos móviles destinados a este grupo de edad no tengan conexión a internet para limitar su exposición a contenidos inapropiados y reducir el tiempo de uso.
Sistemas de verificación de edad en plataformas digitales: Se plantea el desarrollo de herramientas que aseguren que los menores no accedan a contenidos no aptos para su edad, respetando la privacidad y protección de datos.
Viabilidad de implementar estas medidas en España La implementación de estas medidas en España presenta desafíos técnicos, legales y sociales. La verificación de edad en plataformas digitales requiere sistemas robustos que respeten la privacidad de los usuarios. Además, la prohibición de dispositivos con acceso a internet para adolescentes podría generar resistencia por parte de las familias y de los propios jóvenes, acostumbrados a una alta conectividad. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 95% de los adolescentes entre 10 y 15 años utiliza internet regularmente, y el 86% tiene un perfil en redes sociales.
Beneficios y posibles inconvenientes Beneficios: - Protección de la salud mental: Estudios han demostrado que el uso excesivo de redes sociales puede afectar negativamente la autoestima y aumentar el estrés en adolescentes. - Reducción del ciberacoso: Limitar el acceso a redes sociales podría disminuir la incidencia de ciberacoso entre menores. - Fomento de actividades offline: Restringir el uso de dispositivos digitales incentivaría a los jóvenes a participar en actividades físicas y sociales presenciales.
Inconvenientes: - Dificultades en la implementación: La verificación de edad y el control del acceso a dispositivos presentan retos técnicos y legales. - Resistencia social: Las familias y los adolescentes podrían oponerse a restricciones que consideran excesivas. - Brecha digital: La prohibición podría aumentar la desigualdad en el acceso a la información y las habilidades digitales.
Encontrar el equilibrio entre protección y derechos digitales
La protección de los menores en el entorno digital es una prioridad tanto en Australia como en España. Mientras Australia ha optado por una prohibición directa y contundente del acceso a redes sociales para menores de 16 años, España propone medidas que buscan equilibrar la protección con la educación digital. La viabilidad y eficacia de estas iniciativas dependerán de su implementación y de la colaboración entre gobiernos, plataformas digitales, familias y la sociedad en general.
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