La Galería de las Colecciones Reales, el Museo del Prado y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando acogen temporalmente tres manuscritos procedentes de los archivos italianos que demuestran la trascendencia de Velázquez más allá de su legado como pintor. Los documentos pueden verse desde hoy hasta el 9 de febrero de 2025, cada uno en un museo, gracias al proyecto Nel segno del genio. Velázquez en los documentos del Archivio di Stato di Roma.
Son manuscritos con información del segundo viaje que hizo el pintor a Roma, entre 1649 y 1651, y que demuestran su papel como intermediario cultural entre España e Italia durante el Siglo de Oro. En concreto, los textos describen varios encargos realizados por Velázquez para fabricar copias en bronce de esculturas clásicas italianas.
Esculturas en bronce para el Alcázar de Madrid
La Galería de las Colecciones Reales expone el contrato firmado por Velázquez el 13 de diciembre de 1649 para realizar copias en bronce de tres esculturas de colecciones italianas, con instrucciones muy detalladas que reflejan el perfeccionismo del artista. Las esculturas, llamadas Germanico, Discóbolo Vitelleschi y Sátiro Caetani, decoraron la Sala Octogonal del antiguo Alcázar de Madrid y ahora pueden verse en el Salón del Trono y el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid.
Este encargo se completó después con los doce leones en bronce dorado que servirían como soporte de mesas, de Matteo Bonuccelli, y dos juegos de morillos de chimenea diseñados por Alessandro Algardi y completados tras su muerte por Domenico Guidi y Ercole Ferrata. El manuscrito se exhibe en la Galería, dentro del ámbito de Felipe IV y junto a las esculturas de Cibeles y Neptuno.
Los leones del Museo del Prado
La exposición, en la sala 15 A del edificio Villanueva del Museo Nacional del Prado, consta de dos vitrinas que albergan los documentos. En una de ellas se exhibe el contrato procedente del Archivio di Stato di Roma, mientras que en la otra se presentan tres documentos adicionales del archivo del Museo del Prado.
Vitrina 1
Contrato entre Diego Velázquez y Matteo Bonuccelli para la realización de doce leones de bronce
El 7 de enero de 1650 Velázquez contrató en Roma con Matteo Bonuccelli la realización de doce leones de bronce, que sirvieron de soporte a seis tableros de pórfido destinados a adornar el Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid, como se puede ver en el retrato de Carlos II de Juan Carreño de Miranda (Sala 16 A). Con el tiempo, varios de estos leones se utilizaron para sustentar los tableros de mesas de piedras duras expuestos hoy en la Galería Central del Museo.
Vitrina 2
Minuta de súplica de Diego Velázquez al conde de Montalbán solicitando mayor limpieza en el Alcázar de Madrid
En el ejercicio de sus funciones como aposentador de palacio, Diego Velázquez reclama el 3 de marzo de 1653 a la Junta del Bureo -encargada, entre otras competencias, de la provisión y economía de la casa real- la mejora del mantenimiento de algunos patios y otros espacios del Alcázar.
Copia de la Memoria de las alhajas y papeles que se encontraban en el cuarto del Príncipe del Alcázar de Madrid a la muerte de Diego Velázquez
Certificación realizada el 10 de agosto de 1666 de los cuadros, marcos, esculturas, medallas, relicarios, mapas, espejos y otros objetos de valor que pertenecían a Felipe IV y que se hallaban en los aposentos que ocupó su hijo el príncipe Baltasar Carlos hasta su muerte en 1646, luego utilizados como taller por Velázquez.
Minuta de súplica de Juan Bautista Martínez del Mazo a la Junta del Bureo para que se revisen las cuentas de Velázquez como aposentador de palacio
Petición realizada el 21 de febrero de 1661 por el pintor Juan Bautista Martínez del Mazo, yerno y testamentario de Diego Velázquez, en relación con la división de la hacienda de este último entre sus herederos con motivo de la salida de uno de ellos a Nápoles.
La escultura del papa para el rey de España
El manuscrito exhibido en la Academia está firmado por Velázquez y el escultor Orazio Albrizio el 26 de abril de 1650 para realizar en yeso tres esculturas ubicadas entonces en el Cortile del Belvedere: Nilo, Apolo y Antinoo. El texto del contrato contiene instrucciones precisas sobre la técnica que debe adoptarse para realizar los vaciados y sobre la elección de la materia prima, que debe ser extremadamente pura. El plazo previsto para la realización de la obra es de cuatro meses y los honorarios acordados con el maestro son de 400 escudos.
La obra invitada se muestra en la sala Velázquez del museo de la Academia, acompañado de los vaciados de Ariadna dormida, Hermes Loghios, Sileno con el niño Dionisos en brazos, Gladiador combatiente y Nióbide corriendo, encargados personalmente por Velázquez o a través de un apoderado o procurador con contratos similares al expuesto.
Esta exposición conjunta ha sido posible gracias a la colaboración entre el Archivio di Stato di Roma, Patrimonio Nacional, el Museo Nacional del Prado y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Una iniciativa que manifiesta el fuerte compromiso de las instituciones españolas con la difusión del patrimonio histórico-artístico, así como con el fomento de los lazos culturales entre España e Italia.
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