Sus Majestades los Reyes Magos han recorrido durante estos días los pueblos más afectados por la DANA en Valencia, llevando alegría y esperanza a miles de niños y familias. Esta maratón solidaria ha sido posible gracias a la Fundación Madrina, que ha organizado una campaña de recogida de juguetes nuevos para llevar una sonrisa a los más pequeños en estas fechas tan especiales.
Desde Algemesí, con sus casas y vidas arrebatadas por el barranco cercano, hasta Paiporta, Catarroja, Nueva Corona, Sedaví y Calles, localidad de la serranía valenciana, donde empezó la tragedia después de que la lluvia cayera con una intensidad histórica. A todos ellos los Reyes han llevado regalos, pintacaras, globos y villancicos a más de 2.000 niños de todas las edades, incluyendo a bebés y madres embarazadas. Niños de diferentes nacionalidades, unidos por el dolor de la catástrofe, han recibido con emoción estos obsequios que les han permitido olvidar por un momento la tragedia. En total se repartirán más de 7000 regalos a cerca de 3.500 niños.
La Caravana de los Reyes Magos, que comenzó en Madrid con la entrega de más de 1.200 juguetes a niños vulnerables, ha seguido en Valencia, donde la DANA ha convertido a miles de familias en vulnerables. Además de los juguetes, la Fundación Madrina ya había distribuido anteriormente en cerca de 20 municipios alimentos básicos, ropa de abrigo, calzado, botas y en estos días electrodomésticos, pero especialmente cercanía y apoyo psicológico principalmente a los que lo habían perdido todo, incluido algún familiar.
"Ver la sonrisa de estos niños ha sido nuestra mayor recompensa", afirma Conrado Giménez, presidente de la Fundación Madrina. "Queremos agradecer a todos los donantes, voluntarios y a Sus Majestades los Reyes Magos por hacer posible esta hermosa misión, que ha demostrado que el corazón y la alegría de un niño, pueda hacer superar cualquier adversidad de la familia".
Bala, el Rey Mago que venció a la muerte dos veces, lleva la ilusión a Algemesí
Un héroe anónimo se convierte en símbolo de esperanza tras la tragedia de la DANA
La magia de la Navidad ha llegado a los rincones más afectados por la DANA en Valencia, pero esta vez con un toque especial. Entre los Reyes Magos que han recorrido los pueblos más golpeados por la catástrofe, destaca la figura de Bala, un senegalés que ha vivido en carne propia el horror de las inundaciones y que hoy, como Rey Mago, está feliz porque “se ha olvidado de su tragedia y ha llevado la ilusión a los niños de Algemesí”, especialmente a los del Raval, donde la tragedia se cebó con especial dureza, destrozando muros, casas y llevándose la vida de algunos vecinos.
La tragedia casi le cuesta la vida. Escapó de la muerte por los pelos durante la DANA, cuando el agua lo arrastró varios metros y quedó aferrado a un balcón, ha encontrado en la figura de Baltasar una forma de sanar sus propias heridas y de devolver a la comunidad parte de lo que ha recibido. Su testimonio, lleno de fuerza y esperanza, ha conmovido a todos los que lo hemos escuchado. Hoy Bala podría haber sido uno de los fallecidos y de los que nadie reclamara su desaparición, Bala no está empadronado y carece de papeles.
Un milagro le salvó de morir, mojado, congelado, cuando el agua cubría los 2 metros de altura "el barro le tiró y le arrastró 30 metros en mitad de dos coches" y "me puedo aferrar a un aire acondicionado y se colgó a un balcón, y después de minutos eternos, agotado, con síntomas de hipotermia, sin poder mover los brazos que le unían a unos barrotes a 4 metros de altura, sus piernas empezaron a responder y pudo trepar hasta el balcón que le salvara". Como él dice él "le pedí a Dios que me salve y que me diera la fuerza hasta la última patada" el me dio fuerzas en las piernas, si no hubiera caído arrastrado al agua". Bala sabe lo que es el miedo al agua, "sobrevivió 12 días en el agua, en el mar, viniendo a España en patera". Bala dice "que sintió la muerte también en el mar pero pensaba que la DANA, el agua dulce, le iba a tragar".
Hoy Bala puede contarlo y ha hecho de rey mago llevando ilusión y fuerza a todos los niños del Raval. Bala dice que "gracias por traer la ilusión a Algemesi, lo necesitamos, hoy he olvidado todo viendo la cara feliz de otros niños, hasta he olvidado el regalo para mi hija"; "he disfrutado mucho con vosotros viendo la cara de felicidad de otros niños, gracias". Bala tampoco trabaja, no pide nada más y se muestra agradecido a la fundación. Es el héroe del Raval.
Como él hemos tenido acceso a muchos más testimonios heróicos. Hace unas semanas L. lloraba sobre nuestros hombros por la pérdida de su padre, incluso nos enseñó donde murió. Hoy sonreía entregando golosinas a los niños "ha sido superdivertido y nos hemos reído mucho, he hecho de page". "La DANA me recordó al mar, a la muerte. Pero esta vez, la gente me ayudó, me cuidó. Y ahora, yo puedo ayudar a otros niños", ha declarado Bala, emocionado, mientras entregaba regalos a los más pequeños. "Ver sus caras de felicidad me ha hecho olvidar todo lo malo que he pasado".
La historia de Bala y L. se ha convertido en un símbolo de esperanza para muchos vecinos de los pueblos más afectados, ya que han vivido momentos de gran dolor y angustia. "Bala y L. son nuestros héroes", afirman en el Raval y en Paiporta.
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