¿Cuántos afinadores de piano hay en Zaragoza? Usted dirá: “¿Dónde están los datos? ¿Y todo lo que necesito saber para hacer un cálculo?” El problema es deducir los datos a partir de la intuición y del conocimiento. ¿Qué le va a hacer falta? Le hará falta saber cuántos habitantes tiene Zaragoza, cuánta gente tiene piano, cada cuánto hay que afinar un piano y cuántos pianos puede afinar en un día una persona. Irá haciendo un razonamiento y llegará a un valor. Un valor que no será exacto, pero lo que importa es llegar a un valor que tenga sentido; lo que nos interesa es: ¿estamos hablando de decenas, centenas o de millares? Es decir, una idea intuitiva. Todo esto es superimportante, no solo por cuestiones prácticas, sino precisamente para gestionar la información que recibimos, para que cuando oiga una noticia o alguien le diga un número o un porcentaje se diga: “¿Tiene sentido o es una barbaridad?”. Una sociedad con cultura matemática es una sociedad que puede resolver más problemas y, en este sentido, es una sociedad más libre. Una sociedad con cultura matemática, además, es más difícil de manipular. Puede tener un sentido más crítico ante la información que recibe y, por lo tanto, puede ser una sociedad más justa. Pero lo primero que tenemos que hacer es dejar de pensar que las matemáticas solo son un instrumento para resolver cosas. Tenemos que promover una mirada más humanística sobre las matemáticas. Las matemáticas forman parte de las humanidades porque son una creación humana, porque nos pueden producir un placer estético...
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