Jimena Fernández de la Vega y Lombán, nacida el 3 de junio de 1895 en Vegadeo, Asturias y fallecida en 1984 en Santiago de Compostela, fue una destacada médica, genetista y profesora española.
Nacida en el seno de una familia noble y culta, Jimena Fernández de la Vega y Lombán representa uno de los grandes hitos en la historia de la ciencia española.
Su infancia transcurrió en un hogar donde se respiraban letras y medicina, marcado por la figura de su padre, Wenceslao Fernández de la Vega, médico y primer director del balneario de Guitiriz. Pero sería su madre, Dolores Lombán, quien con una férrea determinación —aunque propensa a temer las tormentas, según sus nietos— insuflaría en Jimena y su gemela, Elisa, el espíritu que las llevaría a cambiar la historia.
Trayectoria brillante
Jimena, cuyo nombre completo era Jimena María Francisca Emilia Fernández de la Vega y Lombán, no solo rompió moldes por ser mujer en una época en que la universidad era un bastión masculino. Junto a su hermana gemela, Elisa, fue la primera en inscribirse y fue pionera entre las mujeres en licenciarse en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela en 1919, obteniendo ambas el Premio Extraordinario, ambas se alzaron con la Gran Cruz de Alfonso XII por sus brillantes expedientes. Más tarde, Jimena, siempre destacada, obtuvo el Premio Extraordinario, relegando a su hermana a un lugar que Elisa aceptaría con la generosidad de quien sabe apreciar el genio ajeno. A lo largo de la década de 1920, Jimena recorrió Europa, empapándose de los conocimientos que circulaban por los principales focos del saber gracias a una beca de la Junta para Ampliación de Estudios (JAE): Italia, Suiza, Alemania, Austria y allí perfeccionó su formación bajo la tutela de gigantes de la ciencia como Kraus, Brugsh y Baur. Este último influiría decisivamente en su incursión en la genética, campo en el que sería pionera en España.
Ciencia, docencia y un espíritu indomable
De vuelta en Madrid, Jimena fue discípula de Gregorio Marañón y Gustavo Pittaluga, desempeña papel fundamental en la creación de la Sección de Genética y Constitución, dependiente de la cátedra de Patología de Nóvoa Santos en la Facultad de Medicina de Madrid, de la que fue directora desde su creación en 1933 hasta 1966.
En 1933, participó en las Primeras Jornadas Eugénicas Españolas, donde impartió una conferencia memorable sobre la herencia biológica. Además, fue la primera médica hidróloga del termalismo español, desempeñando el cargo de directora médica del balneario de Guitiriz desde 1945 hasta 1954.
Su actividad científica no solo estaba orientada a la investigación, sino también a la divulgación y la docencia, dejando una huella imborrable en generaciones de médicos y genetistas.
En reconocimiento a su carácter luchador y sus contribuciones a la genética, la Real Academia Galega de Ciencias la nombró "Científica do ano 2021".
Un legado inmortalizado
Su legado perdura en la historia de la medicina y la genética en España, siendo recordada como una científica adelantada a su tiempo.
Jimena Fernández de la Vega falleció en Santiago de Compostela en 1984, dejando tras de sí una trayectoria que ha sido reconocida y homenajeada en múltiples ocasiones. Vegadeo, su tierra natal, y Santiago, donde trabajó incansablemente, han inmortalizado su nombre en calles y monumentos.
A la par que su hermana Elisa, Jimena no solo abrió puertas, sino que las mantuvo abiertas para todas aquellas mujeres que decidieran, como ella, desafiar las convenciones de su tiempo. Su figura, austera y apasionada, sigue siendo un modelo de dedicación y coraje en la ciencia española.
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