Hacer la compra del súper no será lo mismo en un tiempo. Olvídate de mensajeros ni transportistas. Olvídate de tu coche y de tus piernas. Harás el pedido con una aplicación instalada en tu cabeza. A través de un implante. Y tras el pago todas tus compras, se imprimirán en la impresora 3D de tu casa. Tomates Muchamiel en 3D. Pechuga de pollo al curry en 3D. Merluza del Levante en 3D. Arroz de paella impresa en 3D. Huevos caseros de Cheste impresos y listos para freir. Por supuesto las impresoras en 3D estarán totalmente rebajadas. Incluso las conseguirás con puntos de tu tarjeta de fidelización. No verás furgonetas de mensajería de aquí para allá. Tampoco habrá gente en la calle porque no hará falta salir de casa. Se estará mejor dentro. Pobres sí. Las calles estarán llenas de pobres. Porque no tienen dinero para comprar y aún no les llegó a casa la impresora en 3D. El implante en la cabeza te dará jaquecas nocturnas y espasmos en las articulaciones. No te preocupes, habrá médicos especialistas en estas nuevas dolencias. Privados, claro. Y la aplicación del supermercado te enviará ofertas a la cabeza durante todo el día. Y tendrán acceso a lo que piensas en todo momento. Y a todos tus gustos. Nada que no puedas superar. Conseguirás la mejor oferta.
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