Si alguien no lo impide, no tendremos que aguardar mucho para confirmar que aquellos estudios de geografía de los años 30 y 40, ya no van a ser validos en el año 2025.
Antes, el mundo, la “GEO”, tenía una configuración admitida por la ONU, salvo problemas concretos derivados de “intereses” motivados, más o menos, por circunstancias económicas y concretados, sobre todo, en la zona de Oriente Medio. Otros conflictos económicos yacían bajo las aguas, en los profundos yacimientos ricos en minerales de interés científico.
Igualmente, los continentes estudiados según territorio y tipo de razas, hoy, debido a la realidad social de la “emigración masiva”, deberán estar sujetos a una nueva clasificación, en base, también, al conjunto social que componen los territorios.
La nueva educación deberá centrarse más en la reflexión que en la territorialidad; más en el sentido social que en la memorización.
La visión del mundo, de nuestra antigua “GEO”, se derivará de los conocimientos reflexivos, combinados con la inteligencia artificial... Veremos, como en el cine, dimensiones diferentes a las que venían en nuestras antiguas enciclopedias... No quiere decir que esta nueva visión de la “GEO” sea mejor... Las generaciones futuras plasmarán por escrito el SÍ o el NO, nosotros, solamente, hemos abierto el posible nuevo horizonte.
El nuevo Presidente de Estados Unidos, quiere convertirse en ingeniero y herramienta, económica más que social, que cambiará el mapa geopolítico, dejando, como siempre, las heridas sociales para que otros las suavicen.
La economía y las armas estallarán y como un tsunami transformarán las tierra que pisamos, las ideas que nos dirigían y la moral que ayudaba nuestra convivencia.
A nosotros nos toca “dar la cara” y enfrentarnos con nuestros principios de LIBERTAD e IGUALDAD; nadie nos regalará nada.
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