![Sudan Gedaref Giles Clarke Ocha](/images/showid2/7196568?w=1200&zc=4)
Familias refugiadas en una antigua estación de autobuses en la ciudad de Gedaref, sudeste de Sudán. El conflicto entre ejércitos rivales en ese país africano, durante casi dos años, ha forzado el desplazamiento de unos 12 millones de personas, la cuarta parte de su población, y la ONU requiere una ayuda internacional milmillonaria para contener la catástrofe humanitaria, junto con exigencias de cesar el fuego. Imagen: Giles Clarke / Ocha
GINEBRA – La Organización de las Naciones Unidas ha lanzado un llamamiento para reunir 6.000 millones de dólares con los cuales llevar auxilio ante la mayor crisis de desplazados del mundo, los 12 millones de personas que han huido de sus hogares al cabo de casi dos años de guerra en Sudán.
Sudán “es una emergencia humanitaria de proporciones alarmantes. La hambruna se está apoderando de la población. Una epidemia de violencia sexual hace estragos. Hay niños muertos y heridos. El sufrimiento es atroz”, dijo el responsable de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha), Tom Fletcher.
“Nuestro plan es un salvavidas para millones de personas. Necesitamos detener los combates, financiación para atender al pueblo sudanés y un mejor acceso por tierra, mar y aire a quienes necesitan ayuda”, añadió Fletcher.
En Sudán, de 1,8 millones de kilómetros cuadrados y 48 millones de habitantes, en su mayoría de origen árabe, estalló el 15 de abril del año pasado una guerra entre ejércitos rivales, las regulares las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Sus jefes son dos generales, Abdel Fattah al Burhan (FAS), actual presidente, y Mohamed Hamdan Dagalo (FAR), quienes se aliaron para derrocar al gobierno civil de transición en octubre de 2021 y luego rompieron, en una confrontación que tiene como telón de fondo el control de las riquezas minerales del país.
Los muertos se calculan en decenas de miles, más de 60 000 en los primeros 20 meses de conflicto, según recogen medios de prensa desde fuentes concordantes. Solo a su arribo a hospitales han muerto unas 15 000 personas, civiles en su mayoría, según fuentes del gobierno sudanés.
La ONU considera que la mitad de la población, hasta 26 millones de personas, necesitan ayuda humanitaria, dentro del país y en las naciones vecinas, a donde han huido más de tres millones de sudaneses y personas originarias de esos países que hacen frontera.
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, hablando junto a Fletcher en esta ciudad suiza, advirtió de que, aunque los países vecinos han mostrado una gran solidaridad acogiendo a los refugiados, incluso cuando cada día llegan más, sus recursos están al límite.
Grandi dijo que “la comunidad internacional debe dar un paso al frente y ayudar, para garantizar que la ayuda de emergencia y la protección vital puedan continuar sin interrupciones, y para poner fin a la violencia y restaurar la paz en Sudán”.
Se ha informado de hambrunas en al menos cinco lugares de Sudán, entre ellos campos de desplazados en las regiones de Darfur (oeste) y en las montañas occidentales de Nuba, al sur del país, y se teme que el hambre catastrófica empeore en mayo, cuando comience la temporada de escasez.
Mientras el conflicto hace estragos, miles de personas siguen huyendo cada día. La mayoría llega en un estado extremadamente vulnerable, con altos niveles de desnutrición y necesitando ayuda de emergencia.
La ayuda se solicita para tratar de auxiliar a unos 21 millones de personas dentro de Sudán y a otros 4,8 millones en Chad, Egipto, Etiopía, Libia, la República Centroafricana, Sudán del Sur y Uganda.
El plan de la ONU también pretende ayudar a los países de acogida a reforzar los servicios nacionales y poner en marcha programas que contribuyan a la estabilidad.
En su llamado, la ONU recuerda que, con una ayuda de 1800 millones de dólares el año pasado, las organizaciones humanitarias llegaron a más de 15,6 millones de personas en todo Sudán.
La ayuda incluyó alimentos y medios de subsistencia para más de 13 millones de personas, así como agua, saneamiento e higiene, salud y nutrición, y alojamiento.
Las organizaciones humanitarias que trabajan en los países vecinos prestaron asistencia vital distribuyendo alimentos a más de un millón de personas, apoyo médico a medio millón y servicios de protección a más de 800 000 personas.
En el frente político, el secretario general de la ONU, António Guterres, en su discurso ante la 38 Cumbre de la Unión Africana, el pasado día 15 en Adis Abeba, llamó a las dos partes confrontadas a negociar para “poner fin a un conflicto en el que no hay solución militar posible”.
“El pueblo sudanés necesita un camino claro para salir de esta pesadilla y el mundo necesita un Sudán estable y pacífico”, sostuvo Guterres.
La Unión Africana pidió un alto el fuego para negociar la paz entre las FAR y las FAS, según informó su comisario de asuntos políticos, paz y seguridad, el nigeriano Bankole Adegboyega Adeoye. “La única forma sostenible de alcanzar la paz es un alto el fuego que sea integral, inclusivo, inmediato y permanente”, afirmó Adeoye.
A-E/HM - Fuente: IPS
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