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Giulio Fanti revela conexión entre la Sábana Santa la virginidad de María

El estudio de esta reliquia demuestra que ciencia y fe deben unirse para alcanzar la verdad
María del Carmen Calderón Berrocal
lunes, 3 de marzo de 2025, 08:43 h (CET)

El profesor Giulio Fanti ha realizado diversas publicaciones al respecto en revistas científicas. Durante una conferencia el 4 de noviembre de 2023 en la abadía de Santo Domingo Abad, en Sora (Florencia), el profesor Fanti abordó el tema.


El dogma de la virginidad perpetua de la Madre de Dios, que sostiene que María fue virgen antes, durante y después del parto, siendo este hecho uno de los pilares de la fe católica relacionados con Ella, junto a la Inmaculada Concepción, la maternidad divina y la Asunción. Sin embargo, este principio, por su naturaleza milagrosa, no esclarece cómo se mantuvo la virginidad física "durante" el parto.


Giulio Fanti, quien imparte clases sobre Mediciones Mecánicas y Térmicas en el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Padua (Italia), ha propuesto una hipótesis que conecta este hecho con la Sábana Santa de Turín.


Lo notable es que ha presentado sus ideas en revistas científicas y entre sus artículos se encuentran:


- La Sábana Santa de Turín: lo que le ocurrió al cuerpo de Jesucristo tras su muerte, publicado en el Journal of Biomedical Research & Environmental Sciences, en octubre de 2024.

- La Sábana Santa de Turín: revisión de conocimientos que confirman los relatos bíblicos sobre la muerte y resurrección de Jesucristo, en el Medical & Clinical Case Reports Journal, noviembre de 2024.

- La Sábana Santa de Turín: imposibilidad médica de una obra de arte medieval, también en el Medical & Clinical Case Reports Journal, en febrero de 2025.


En el último artículo mencionado, Fanti explora nuevos análisis de sangre de muestras de la Sábana, que evidencian los intensos sufrimientos que Jesús soportó por la salvación de la humanidad.


Se mencionan diversas patologías que padeció, como colapso ortostático, asfixia, uremia y hemotórax, acentuadas por la lesión que causó su muerte y el taponamiento hemopericárdico.


El artículo resalta un dato fascinante y es que la Sábana Santa presenta una radioactividad selectiva, especialmente en los restos de sangre. Esto pone en duda la validez de las pruebas de radiocarbono realizadas en 1988 y podría considerarse como una de las primeras evidencias científicas de la resurrección de Cristo.


Analiza también las circunstancias en las que el cuerpo de Jesús fue envuelto, alcanzando conclusiones que desafían la lógica científica.


La imagen en la Sábana Santa continúa siendo un misterio y la hipótesis más aceptada sugiere que una intensa radiación del cadáver fue la causa de la doble imagen.


Cabe destacar que el cuerpo de Jesús estaba en rigor mortis en el momento de la formación de la imagen y estuvo envuelto en la Sábana no más de cuarenta horas, lo que elimina cualquier signo de descomposición.


La ausencia de rebabas en las manchas de sangre aún líquida indica que el cuerpo permaneció inmóvil, en contacto con el lino, sin haber sido manipulado. Esto lleva a una deducción sorprendente de que Jesús atravesó la Sábana Santa sin dañarla, algo que está sugiriendo que su cuerpo se volvió transparente en relación con la síndone.


Sin necesidad de recurrir a conceptos de ciencia-ficción como la desmaterialización, se podría considerar una hipótesis, aún no confirmada científicamente, sobre la "transparencia" de la materia del Cuerpo de Cristo, idea que recuerda pasajes bíblicos en los que Jesús atraviesa las paredes del cenáculo.


Para entender este fenómeno, es relevante recordar que los átomos son en su mayoría espacio vacío. Su núcleo es diez mil veces más pequeño que el diámetro del átomo. Esto es comparable al vasto espacio del sistema solar, donde el volumen del Sol y los planetas es diminuto en comparación con la inmensidad del espacio, del Universo.


Al respecto se propone el ejemplo de que imaginemos un dedo apoyado sobre una mesa. Ambos están compuestos de átomos, pero el dedo no puede penetrar en la mesa debido a la fuerza que mantiene unidos los núcleos y electrones de ambos objetos.


Sin embargo, si logramos dotar al dedo de una energía extremadamente intensa a través de fotones, podríamos aumentar la energía cinética de las partículas, haciendo posible que el dedo atraviese la mesa.


La probabilidad de que los protones, neutrones y electrones colisionen y se destruyan durante el proceso sería extremadamente baja, dado el tamaño diminuto de esos componentes.


Si se aplicara una intensa energía-luz, el atravesamiento de la materia podría ser factible, incluso sin que el cuerpo físico pierda su realidad material. De este modo, podría penetrar la materia, siempre que estuviera cargado de energía y luego regresar a su estado normal al desaparecer dicha energía.


De hecho, la Biblia narra que Jesús entró repetidamente en el cenáculo, a puertas cerradas, para luego regresar a la normalidad y compartir alimentos con sus apóstoles. En apoyo a esta hipótesis, podemos observar el caso de los metales: un clavo de hierro a temperatura ambiente es opaco a la luz, pero si lo calentamos a aproximadamente 1000 °C, se vuelve rojo y vemos la luz que emana de su interior. Al calentar el hierro, permitimos que los fotones internos atraviesen el material, produciendo así una "transparencia" que no se percibe a temperaturas más bajas.


Si aplicamos esta idea de "transparencia de la materia" a la salida de Jesús de la Sábana Santa sin alterarla, podríamos hallar una explicación sobre cómo Él emergió del vientre de María, confirmando así el dogma de su "Virginidad antes, durante y después del parto".


Lo que se plantea aquí es una hipótesis basada en la física de partículas y el comportamiento de la materia bajo energías extremas.


Estructura de la materia


La materia, a nivel atómico, está compuesta principalmente de espacio vacío. Un átomo tiene un núcleo (hecho de protones y neutrones) rodeado por electrones que orbitan a gran distancia en relación con su tamaño. Para ofrecer una idea de las proporciones:


- Si el núcleo de un átomo fuera del tamaño de una canica, los electrones estarían girando a una distancia del tamaño de un estadio de fútbol.

- Esto significa que el 99.9999% de un átomo es, en realidad, espacio vacío.


Entonces, aunque los objetos sólidos parecen impenetrables, en realidad están formados por partículas con muchísimo espacio entre ellas.


Por qué los objetos no se atraviesan normalmente


Si todo es tan vacío, ¿por qué no atravesamos paredes? La razón es que las partículas dentro de la materia interactúan entre sí mediante fuerzas electromagnéticas.


Cuando intentamos empujar con la mano contra una mesa, los electrones de los átomos de la piel y los de la mesa se repelen, -por la fuerza electromagnética-, evitando ser atravesados.


Esta es la misma razón por la que no se puede caminar a través de una pared, pues las fuerzas que mantienen unidos los átomos impiden el paso de otros átomos.


Cómo podría ocurrir el atravesamiento


Si se aplicara una energía extrema a la materia en forma de fotones (luz), se podrían alterar las interacciones entre sus partículas.


Cuando un material recibe mucha energía, los electrones pueden cambiar de nivel o liberarse completamente, lo que modifica la estructura del material.


Si la energía es lo suficientemente intensa, la materia podría alcanzar un estado en el que las fuerzas que normalmente impiden el atravesamiento se debiliten.


Por ejemplo, en la física cuántica hay un fenómeno llamado tunelado cuántico, donde partículas pueden atravesar barreras energéticas que, en principio, no deberían poder cruzar. Algo similar podría aplicarse a escala mayor si la energía aportada fuera suficiente.


Ejemplo del clavo calentado


Es el ejemplo citado anteriormente. El artículo menciona el caso de un clavo de hierro que:


- A temperatura ambiente, es opaco a la luz porque sus electrones absorben los fotones.

- Pero si se calienta a 1000°C, se vuelve incandescente y la luz atraviesa más fácilmente su estructura, permitiendo ver los fotones de su interior.

- Esto sugiere que, con suficiente energía, la materia puede volverse parcialmente transparente o atravesable.


Aplicación a la Sábana Santa y a la Virginidad de María


La hipótesis plantea que el cuerpo de Jesús podría haber estado en un estado altamente energético en el momento de la Resurrección, lo que habría permitido que atravesara la Sábana Santa sin romperla ni desplazarla. Luego, al disiparse esa energía, su cuerpo habría vuelto a su estado normal.

Si aplicamos este principio al nacimiento de Jesús, podríamos suponer que su cuerpo, en el momento del parto, habría estado en un estado similar, permitiéndole salir del vientre de María sin afectar su virginidad física.


Desde la ciencia convencional, esto no está comprobado, pero se basa en principios físicos reales como la estructura atómica, la interacción de partículas o el efecto de la energía en la materia.

La idea central es que, bajo ciertas condiciones energéticas extremas, la materia podría volverse "transparente" o atravesable sin perder su naturaleza física.


Esta tesis también se recoge en Religión en Libertad, donde se cita que curiosamente, tras una misa en honor a los fetos abortados el 17 de junio de 2007 en la Basílica de Guadalupe, se observó que la imagen de Nuestra Señora en la Tilma emanaba una intensa luz desde su vientre. Asimismo, una estatua de la Madre de Dios en Medjugorje mostró una luminiscencia notable en su abdomen. Esto podría considerarse un hecho milagroso, una manifestación de María en solidaridad con los niños muertos.


Monseñor Fabrizio Porcella, de la diócesis de Cagliari, ha comentado que los Padres de la Iglesia han usado varias metáforas para ilustrar el misterio de la "transparencia de la materia", desde el paso de Cristo a través de la tumba sellada hasta el cruce de puertas cerradas.


Dijo San Bernardo:


"Así como el esplendor del sol llena y penetra una vidriera sin romperla, así el Verbo de Dios, el esplendor del Padre, entró en la cámara virginal y salió del seno cerrado".


Nadie puede decir que el tema no es interesante.


Se ha reflexionado sobre la noción de "transparencia de la materia" desde hace siglos. Además, resulta interesante notar que María Valtorta, en 1949, cuando la ciencia sobre la Sábana Santa comenzaba a desarrollarse, escribió que Jesús le había transmitido:


"Mi Sábana Santa, oh María, para quien tiene la capacidad de ver, no es solo un testimonio de mi muerte y resurrección, sino también una prueba de que no fui concebido ni nací según las leyes humanas. Es, por lo tanto, una confirmación de las verdades que enseña mi religión: mi concepción por el Espíritu Santo, la maternidad divina de María, su perpetua virginidad, mi pasión y muerte; y mi gloriosa resurrección. Pero esto es una revelación para aquellos a quienes Dios ha dado la luz para ver".


Una vez más fe y razón se dan la mano para llevarnos hasta lo más alto.


La transparencia de la materia en el tiempo es un concepto que podría explorarse, como vemos, desde diferentes perspectivas: la física, la metafísica y la teología. Aunque la idea de que la materia pueda volverse transparente o atravesable sin dejar de existir no es algo comúnmente aceptado en la física clásica, ciertos fenómenos en la mecánica cuántica y la relatividad pueden darnos pistas sobre cómo podría interpretarse esta posibilidad.


Transparencia de la Materia en la Física Moderna


Se basa en tres pilares.


Estructura Atómica y Espacio Vacío. Como mencionamos antes, los átomos están compuestos mayoritariamente de espacio vacío. En teoría, si se pudiera modificar la manera en que interactúan las fuerzas dentro de los átomos, la materia podría volverse transparente o incluso atravesable sin perder su estructura.


Tunelado Cuántico: Atravesando Barreras. En mecánica cuántica, el efecto túnel permite que partículas atraviesen barreras de energía aparentemente infranqueables. Esto ocurre porque, a nivel cuántico, las partículas no tienen una posición definida, sino que existen en una "nube de probabilidades". En ciertos casos, una partícula puede aparecer al otro lado de una barrera sin haberla cruzado de forma convencional.


Relatividad y Dilatación Temporal. Si aplicamos la relatividad de Einstein, sabemos que el tiempo y el espacio están relacionados con la velocidad y la energía de los objetos. Un cuerpo que alcance velocidades cercanas a la luz experimentaría dilatación temporal y, en teoría, podría parecer "desincronizado" con el espacio a su alrededor. Esto podría interpretarse como una forma de transparencia en el tiempo, donde un objeto existe, pero no es perceptible de la misma forma en diferentes momentos.


El estudio de la Sábana Santa demuestra que ciencia y fe deben unirse para alcanzar la Verdad. Ya dijo Einstein que: "La religión sin la ciencia es ciega. La ciencia sin religión está coja".


¿Qué quiso decir Einstein?


Einstein no era un creyente en el sentido tradicional, pero tampoco era ateo. Su visión era más cercana al panteísmo de Spinoza, donde Dios es una manifestación del orden del universo. En varias ocasiones expresó admiración por la armonía del cosmos, pero rechazó la idea de un Dios personal que interviene en los asuntos humanos.


La cita aparece en su ensayo "Science and Religion", de 1941, donde argumenta que la religión sin ciencia es ciega, porque sin el conocimiento basado en la observación y el método científico, las creencias pueden volverse dogmáticas e irracionales.


La ciencia sin religión está coja, porque sin una dimensión ética o filosófica, el conocimiento científico puede carecer de dirección moral.


Einstein veía la religión en un sentido amplio, como una fuente de valores y sentido, no necesariamente ligada a doctrinas teológicas. Para él, la ciencia debía buscar la verdad objetiva, pero la ética y la filosofía eran esenciales para darle un propósito.


En otras ocasiones, dijo frases como "Creo en el Dios de Spinoza, que se revela en la armonía del universo, pero no en un Dios que se preocupa por los destinos y acciones de los seres humanos"; o "El fanatismo ateo es de la misma naturaleza que el fanatismo religioso". Einstein no defendía una fusión literal entre ciencia y religión, sino que veía la ciencia como el camino para entender el universo y la "religión", en el sentido filosófico, como la base para encontrar valores y significado.

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