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Libertad es una palabra que se oye a menudo en estos tiempos que corren. La libertad es ese derecho sagrado e insustituible que lamentablemente sólo algunos afortunados en el globo hemos podido gozar de él. Considero la libertad como un concepto grande, como una de esas palabras fundamentales en cualquier idioma por lo que representan.
Siento que en estos días complicados utilizamos ciertas palabras con mucha facilidad, sin atender realmente a lo que significan, sin darles el aprecio y la importancia que realmente tienen. Es como el amor, que para mí es una de las grandes palabras, que lo engloba todo, pronunciada en muchos lugares con demasiada vehemencia y con casi ningún sentido. «Vengo a buscar el amor», dicen continuamente en ciertos programas de citas de la televisión, y eso me provoca una sensación de asco muy parecida a cuando veo a personas «llenarse la boca» con la palabra libertad.
La libertad, el amor, la paz... son metas humanas casi imposibles de lograr en muchos lugares, y para algunas personas es sólo utopía.
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