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Etiquetas | Cristianismo originario | Animales

Todos los cristianos del mundo deberían ser vegetarianos

La Biblia contiene párrafos que han conseguido llegar hasta nuestros días sin haber sido apenas manipulados
Vida Universal
martes, 20 de junio de 2017, 00:00 h (CET)
Muchos cristianos consumidores habituales de carne dicen con rotundidad que en el Nuevo Testamento se habla de la multiplicación que Jesús hizo de los peces para repartirlos entre la multitud, también de que durante la última cena Jesús comió carne. Sin embargo en la actualidad han aparecido una enorme cantidad de citas y escritos apócrifos donde se lee que tanto Jesús como Sus discípulos eran vegetarianos. A este respecto habría que recordar que el encargado de compendiar la primera Vulgata por orden papal fue Jerónimo, quien decidió qué textos serían incorporados y cuáles no. Un significativo ejemplo lo tenemos en las llamadas Homilías Clementinas donde se lee que Pedro vivía de pan y aceitunas, a lo que de vez en cuando agregaba verduras. Y el experto en religión Skriver afirma que también los apóstoles Andrés, Felipe y Tomás, y los evangelistas Marcos y Lucas eran vegetarianos, sobre lo que existe extensa documentación relegada al olvido hasta nuestros días. La pregunta a este respecto sería: ¿de haber sido incorporados a la Biblia la cristiandad sería vegetariana?

Sin embargo una cosa es segura: El mismo Jerónimo, quien estructuró la Biblia por encargo del Papa, ya sabía que Jesús enseñó que no se debía comer carne ni matar animales. Esto se confirma en la siguiente cita escrita por él mismo: “El consumo de carne animal fue desconocido hasta el diluvio; pero desde el diluvio se nos introdujeron en la boca las fibras y los jugos malolientes de la carne animal; Jesucristo que apareció cuando el tiempo se cumplió, unió el final con el comienzo, de modo que ahora no nos es permitido comer carne”. Para entender esto es importante saber que en ese momento histórico el pensamiento de la época consideraba como herejes a quienes se negaban a consumir carne, siendo además perseguidos, incluso asesinados. Pero qué duda cabe de que, si en la Biblia se hubiera incluido esto, muchísima gente en la actualidad y en los siglos pasados sería vegetariana.

Y aunque la Biblia actual no contenga la palabra pura de Dios, ciertamente contiene párrafos que han conseguido llegar hasta nuestros días sin haber sido apenas manipulados, como algunas citas de los profetas, también aquellos que se pronunciaron contra el consumo de carne. Y esto sucedió y sucede porque Dios en todas las épocas ha estado y está contra la matanza de animales a pesar de la postura contraria de los sacerdotes.

Por suerte hoy sigue siendo posible leer en la Biblia la gran visión del Profeta Isaías dada hace 2700 años donde se anuncia el Reino de la Paz en el que ningún ser dañará a otro, y que hoy día parece más cerca que nunca: “Entonces el lobo está echado junto al cordero, la pantera junto al cabrito. El ternero y el león pastan juntos, un niño pequeño los cuida. La vaca y la osa son amigas, sus cachorros reposan juntos. El león come paja como el vacuno. El niño de pecho juega ante el escondrijo de la víbora, el niño introduce su mano en la guarida de la culebra. Ya no se hace nada malo y no se cometen delitos en todo Mi monte santo, pues la Tierra está plena del reconocimiento del Señor, así como el mar está lleno de agua”. Una visión considerada no obstante como utópica por la Iglesia, pero que para los cristianos originarios se hace realidad y visible día a día. Ellos declaran: “Paz con mi prójimo y paz con los animales”, esto significa también no torturar ni matar animales, tampoco comer su carne. Sólo así puede hacerse realidad esta visión que nos trajo Isaías, un Reino de paz en el que los seres humanos, los animales y la naturaleza encuentran nuevamente la unidad”.

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