Mientras Mariano Rajoy y sus conmilitones viajaban a Sevilla para celebrar un congreso donde “a la búlgara”, es decir con unanimidad plena, se aprobarán todas las ponencias, en Valencia “su policía” se dedicaba a apalear, detener, rodear e identificar a adolescentes que habían salido a la calle para defender sus derechos. Los jóvenes valencianos hartos muchos de ellos de tener que estudiar en barracones, de utilizar mantas porque la calefacción no llega a algunos centros públicos y de ver que cada día que pasa el incompetente Gobierno del Partido Popular en el País Valencià les ha abandonado a su suerte mientras siguen los grandes eventos y se sigue primando a la enseñanza privada especialmente si es religiosa y más especialmente si ésta gira en la órbita del Opus Dei tan querido a Cotino, el Presidente de les Corts valencianas, hartos, repito, de tanto dispendio y de ver que su futuro es cada día más negro decidieron salir a la calle para tomarla y mostrar así su indignada protesta contra tanto recorte como se está llevando a cabo en la Comunitat Valenciana donde desde hace años sus dirigentes tan sólo se han dedicado a llenar los bolsillos de sus “amiguitos del alma”.
Todo comenzó el miércoles cuando ante el Instituto Luís Vives se reunieron centenares de estudiantes para mostrar su repulsa ante la actual situación de la enseñanza en tierras valencianas. Hubo un momento en que se cortó el tráfico de una de las principales calles de la ciudad y esa fue, al parecer, la excusa para que los aguerridos policías sacaran a pasear las porras repartiendo mandobles a diestro y siniestro. Una conductora provocadora fue la que encendió la mecha, intentó pasar con su vehículo entre la masa que pacíficamente protestaba, les insultó, les llamó “hijos de puta” y les dedicó más de una “peineta”. No fue extraño que su coche recibiera algún que otro empujón. Pero la actuación policial fue desmedida, atemorizaron a los adolescentes que no esperaban una reacción así de los guardianes del orden, en este caso del orden “popular”, detuvieron a un menor y más de uno de los jóvenes manifestantes llegó a casa con algún moratón en el cuerpo.
Al día siguiente la juventud protestataria aumentó, la actuación policial les había hecho tomar más conciencia todavía de que los derechos cuando te los están robando descaradamente hay que defenderlos en la calle, esta vez les acompañaban algunos padres y profesores. Y los “muñequitos vestidos de azul” de la “poncia” de turno que vestida de Chanel debía andar ya por Sevilla volvieron a machacar a los adolescentes que sin miedo pero pacíficamente les hacían frente. Más porrazos sobre los cuerpos jóvenes y más detenidos. La policía seguía alimentado el fuego con la gasolina de sus porras y su actuación antidemocrática.
El colmo llegó el viernes por la tarde cuando estos “hombres de Harrelson” de pacotilla sitiaron entre las calles de la Comisaria de Zapadores, donde estaban los detenidos, a cerca de doscientas personas, jóvenes la inmensa mayoría, que iban a protestar por las detenciones de sus compañeros. No les dejaron salir hasta que nos les identificaron uno a uno, la excusa policial para saltarse la ley fue que ocupaban la vía pública cuando en Valencia durante cualquier celebración esto es lo habitual. Más detenidos, más porrazos y alguna cabeza abierta.
Ha habido detenciones e identificaciones que bordean la legalidad, ha habido insultos como cuando uno de los policías dijo a una de las niñas manifestantes “no tienes cuerpo ni para puta”, seguramente este agente del orden debe ser un fiel consumidor de servicios de meretrices y demás señoritas de compañía. Ha habido, en fin, una respuesta policial desmesurada y desafortunada, viendo los videos de las cargas policiales en más de un momento volví a ver los viejos “grises” franquistas convertidos ahora en “azules” muñecos al servicio del poder omnímodo de la muchachada de la gaviota.
Paula Sánchez de León, “poncia” de turno y representante de Rajoy y su Gobierno en la Comunitat se ha puesto al lado de sus policías con argumentos tan peregrinos como decir que los manifestantes no habían comunicado su intención y que habían ocupado las calles, y ya sabemos que la calle es de Fraga al que el PP ha rendido emotivo homenaje en su congreso sevillano. Fraga, un personaje oscuro que se cambió de chaqueta pasando de fascista a demócrata cuando le interesó, es el modelo que quieren seguir los políticos del PP, Fraga, que firmó penas de muerte en Consejo de Ministros junto al dictador, es la luz que no se apaga, como decían que pasaba con Franco en El Pardo, que alumbra la política de los “populares” emborrachados como están de poder.
El Gobierno de Mariano Rajoy prefiere a los jóvenes andando de botellón en botellón pero no puede permitir que piensen y mediten sobre su presente y su desesperanzador futuro, cuando lo hacen les muele a palos. Las cargas policiales en Valencia han sido una aviso para navegantes, a partir de ahora, con el PP mandando en todas las administraciones, esto es lo que les espera a los disidentes, palo y tentetieso, la policía ha cambiado el gris rata con el que cubría antaño sus vergüenzas por el azul más cercano a las viejas camisas falangistas que tanto añoran muchos de los integrantes de la muchachada de la gaviota. Ahora han sido los estudiantes, mañana seremos cualquiera de nosotros los que recibamos los palos en nuestros lomos.
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