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La fiebre PacMan sigue contagiando después de más de 30 años | ||||||||||
| El videojuego concedió más de 225 licencias y ha generado más de 400 productos | ||||||||||
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Eternos 80, que siempre vuelven pero que en realidad nunca se van. Fue la década en la que las promesas de tiempos mejores emanaban como una creencia general y esperanzadora en la sociedad. Adolfo Suárez representaba la transición en España y Ronald Reagan repartía optimismo en su discurso al otro lado del charco. Quizá el afán por lo retro y antiguo es más por la ilusión que éramos capaces de percibir en otra época y que ahora tan difícil es de encontrar en algún lado.
Donkey Kong, Burger Time, Mario Bros o Bomber Man, en su versión más primeriza, creaban tardes entretenidas alrededor de máquinas arcade, gusanitos y marshmallows (también llamados nubes o jamones) cocidos “al mechero”. Pero el videojuego que creó más fanáticos y sobre todo más productos, fue el señor PacMan. Generó más de 225 licencias, que han producido alrededor de unos 400 artículos en sus 32 años de vida. La fiebre Pac Man afectó a sus seguidores de tal forma que inundó los hogares de latas de spaguetti PacMan, vajillas PacMan, colchas PacMan y todo el merchandising amarillo que puedas imaginar. De hecho continúa en el imaginario colectivo, de tal manera que podemos ver referencias en street art o series como Padre de familia. También el jaranero Rémi Galliard representó el juego en una ciudad como pantalla.
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