Dicen que las mujeres saben usar con gran habilidad la mentira, su naturaleza femenina les ha venido ayudando desde Eva a conseguir lo que desean del sexo opuesto, al que impropiamente se ha dado en definir como “sexo fuerte”, simplemente porque su constitución aparenta ser más poderosa, sin embargo, las mujeres estadísticamente son más longevas y tienen, en compensación, la facilidad y el arte de acabar saliéndose con la suya aunque, para ello, deban utilizar todos los recursos de los que la naturaleza les ha dotado con largueza, entre los cuales la llave del sexo no es el menor.
La señora presidenta del extinto Parlament catalá, C. Forcadell, entro en el TS con la evidente intención de aparentar ser sumisa, arrepentida de sus pecados políticos y dispuesta a jurar y perjurar ante el magistrado que la interrogó, que lo que sucedió bajo su presidencia los días 6 y 7 de septiembre, cuando se aprobaron la ley del referéndum y de transitoriedad, no es que quisieran ir en serio ¡qué va!, ¿ cómo podían pensar que aquellas santas y pacíficas personas que lo hicieron, silenciando a la oposición, realmente lo que pretendían hacer era, simplemente, jugar a una ficción, un mero entretenimiento sin que en el ánimo de ninguno de ellos pasara, ni remotamente, que estaban cometiendo una rebelión, un desafío o un delito en contra de la Constitución y del Estado de derecho? El señor magistrado del TS, Pablo Llaneras es probable que hasta derramase algunas lágrimas ante semejante arrepentimiento y, como dijo a otro de los acusados “El tribunal Supremo no es la Audiencia Nacional” ¡Claro que no, cómo iban los del TS a juzgar un delito de pasarse por la torera, repetidamente, con ostentación y prescindiendo de la Constitución española, asumiendo funciones que no les correspondía, prevaricando, incumpliendo las órdenes del TC y burlándose del resto de miembros de la oposición, con tanta dureza con la que lo hizo la juez de la AN, señora Carmen Lamela, cuando envió a la cárcel al señor Junqueras y otros miembros del Govern de la Generalitat¡ ¡Impensable, señores¡
Todavía hemos tenido que ver como el periódico, La Vanguardia, por la pluma de su director, decía que el envío de Forcadell a la cárcel por una noche (el tiempo que ha tardado en reunir 150.000 euros, algo que ha logrado como si se hubiera tratado de un kilo de lentejas) ha sido “una humillación innecesaria”, algo que nunca hubiera dicho de un simple caco que hubiera robado una gallina. Deberemos suponer que, para esta parte fanática del pueblo catalán, completamente ofuscada por su cerrazón nacionalista, los graves delitos de los que están acusados todos los que han sido encausados, están justificados por aquello de que “el fin justifica los medios”. Ya está bien de hablar de presos políticos, de vender a unos terroristas de la política y unos traidores a su nación como si fueran personajes oprimidos por sus ideas y no delincuentes, que han infringido las leyes de una nación democrática, tanto o más que el resto de países que forman parte de la UE en la que, por cierto, todas las naciones han coincidido en apoyar al gobierno español y rechazar los argumentos inverosímiles y carentes de la menor veracidad esgrimidos por este grupo de cobardes que, como el señor Puigdemón y todos los que huyeron con él, dejaron a sus compañeros para que se enfrentaran solos a la acción de la Justicia, lo que vulgarmente se expresa como: dejar a alguien en la estacada.
Pero, en relación a la facilidad con la que, todos los encausados, han conseguido el dinero necesario para pagar las fianzas que les fueron impuestas, me gustaría hacer algunas reflexiones. Les explicaré lo que Hacienda, hace poco, hizo en un caso que me afecta personalmente. Compramos un pequeño coche beneficiándonos del Plan Pive pensando que era una subvención que, por proceder de una ayuda gubernamental no sería considerado como base impositiva para la declaración del IRPF. Grave error porque, a los tres años de la compra, recibimos un aviso de Hacienda reclamando 400 € más 75€ por intereses de demora por los 1000€ de ayuda. La explicación fue la siguiente: “Son ganancias o pérdidas patrimoniales las variaciones en el valor del patrimonio del contribuyente que se pongan de manifiesto con ocasión de cualquier alteración en la composición de aquel, salvo que por esta Ley se califiquen como rendimientos”. No me pregunten, porque no lo sé, el porqué de un impuesto de más del 40% sobre un “incremento de patrimonio” de unos simples y miserables 1000€. Como mínimo se debió avisar antes de que los perjudicados de siempre se sometiesen a un tipo de tasa tan “incautatoria”. Pero vayamos al motivo de esta pequeña anécdota.
Espero que al señor Montoro y a su equipo de inspectores no se les pase el hecho de que, por ejemplo, la ANC se haya hecho cargo del pago de la fianza de la señora C. Forcadell como si se tratara de una cantidad baladí. Esperemos que la beneficiaria de este espléndido regalo reciba el mismo trato por haberse beneficiado de un préstamo tan sustancioso, cuando se da la particularidad de que su sueldo anual, como presidenta del Parlamento catalán, ronda los 150.000€ anuales, tiene fincas propias y también una cartera de valores. Y ya que vamos de averiguaciones, el señor Artur Más ha ido recaudando de sus amiguetes y de las ayudas populares casi la mitad de su deuda con el Estado y, con evidente preocupación, sigue haciéndose el pobre reclamando más ayudas para pagar los 2.800.000€ que todavía le quedan por pagar antes del mes de mayo. Sería una inmoralidad que estas cantidades que vayan recibiendo estos presuntos delincuentes, de asociaciones, como es el caso de la ANC ( vayan ustedes a saber este “fondo de resistencia” del que parecen disponer, de dónde ha salido) que, sin duda, formarán parte de un préstamo sin intereses que recibirán los políticos Forcadell y Mas ( ya no hablo del resto de los que han pagado fianzas de 25.000€, porque ignoro de dónde proceden las cantidades con las que han pagado su fianza)
No me parecería correcto que, el meticuloso Montoro, dejara pasar sin intervenir o mandar hacerlo, a sus inspectores para que se preocuparan de que estas donaciones, estos aumentos de patrimonio de los interesados beneficiarios de estas cantidades tan importantes, se libraran de pagar a Hacienda ( recordemos: Hacienda somos todos) los correspondientes impuestos por las cantidades que, graciosamente, han recibido, como se haría con cualquier otro ciudadanos que recibiera cantidades de otras personas. En todo caso no podemos entender como el TS se ha mostrado tan complaciente con todos estos miembros del disuelto Parlamento de Cataluña, estableciendo unas fianzas tan moderadas y dando explicaciones, como si se estuvieran disculpando ante ellos, mencionando a la Audiencia Nacional como si se la quisiera corregir por haber tratado “con tanta desconsideración” a los separatistas de la Generalitat.
Mal asunto y mal asunto que el Gobierno del país se haya mostrado tan satisfecho de esta puesta en libertad, demostrando que siguen convencidos de que, o bien se han tragado que los que dijeron que aceptaban el 155 para evitar una privación de libertad sin fianza, lo hacían convencidos de ello o, en otro caso, están muy satisfechos de que sujetos como Forcadell o la misma Forcadell puedan estar al frente del separatismo catalán para, como se espera que suceda, intentar revalidar las mayorías absolutas del independentismo, algo que, si se confirman las encuestas sobre el voto en Cataluña, es muy posible que el vencedor absoluto de los comicios sea la ERC del señor Junqueras. No quisiéramos ser cenizos, pero no vemos los motivos de tanta convicción por parte de Rajoy y su gobierno, de que se produzca un vuelco en las próximas elecciones del 21 de diciembre, que les permita cambiar el estatu quo del actual Parlamento o del gobierno de la Generalitat. Incluso si ganaran los partidos constitucionalistas o alguno de ellos, como argumentamos en otro comentario, no es seguro que llegaran a acuerdos de gobiernos que impidieran, a los secesionistas, volver a insistir en lo que precisamente nos ha llevado a la actual situación en la que nos encontramos.
O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, no vemos claro que el plan del PP tenga visos de acabar triunfando, cuando son tantas las posibilidades de que, de aquí a unos meses, ganen o pierdan los independentistas, si sus líderes consiguen entrar en las instituciones otra vez, volvamos a tener que enfrentarnos a un nuevo desafío, con la particularidad de que, en esta nueva ocasión, es posible que pudieran argumentar el tener el aval de los votos de los ciudadanos de Cataluña. No tendrían la legitimidad para hacerlo, pero de lo que no hay duda es de que, la defensa por parte de la España unitaria, de cara al extranjero, no sería tan fácil como ha sucedido en el caso actual.
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