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Eduardo Cassano
Presos de la libertad
Eduardo Cassano es un joven escritor que nació en Barcelona en 1979. Después de estudiar Administración y trabajar como gestor y comercial, decidió hacer de su hobby su trabajo. Ferviente admirador de Joaquín Sabina, ha publicado decenas de artículos en diferentes medios de comunicación. En 2005 vio la luz su primer libro, titulado "Cada día es una nueva oportunidad", una obra que trata los problemas de la vida actual desde una perspectiva optimista y pesimista a la vez en 18 relatos breves para la reflexión. En 2007 publicó su segundo libro, el primero de poesía, titulado "Sin tu latido". Escribe sobre temas de actualidad y mantiene un blog personal en su página web. Actualmente trabaja en tres nuevos libros: su primera novela, un nuevo libro de poesía y un ensayo sobre la amistad en la sociedad actual. Su columna "Presos de la libertad" aparece en SIGLO XXI todos los jueves. Además, ha cubierto para este medio diferentes eventos musicales y deportivos.
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Nos despertamos cada mañana y nos sentimos vivos, pero acto seguido buscamos la información de las muertes del día anterior.
Acabo de llegar a casa. He sacado a pasear a los tres hijos que no tengo y al llegar estaba sonando la primera canción no sé por qué ni recordaba, ‘Mi héroe’, de Antonio Orozco. Ni siquiera voy a analizar la letra, simplemente la estoy disfrutando.
Nos encontramos en la portería. Yo salía a comprar pan y ella iba a buscar cobertura. Nos saludamos con la mascarilla y los dos metros de distancia reglamentarios. Horas más tarde gritaba y reía al mismo tiempo como si estuviera en mi habitación. Al principio me asusté, pero cuando escuché su conversación telefónica y al poco después un 'Viva España' y a continuación la cadena del baño entendi que se encontraba bien.
Después de un mes de cuarentena y comprobar que esta pandemia es algo mas serio que una gripe común, creo que a pocas personas se les escapa ya que a partir de ahora vamos a conocer otro mundo nuevo.
Estoy en la playa, aunque no me gusta nada y estemos en plena cuarentena. Tengo la arena pegada por todo el cuerpo y todavía no me he bañado, pero me dispongo a hacerlo y le pido que vigile mis cosas a una turista extranjera que hay cerca de mí.
España en un país en el que tradicionalmente nos han gobernado políticos que valían más por lo que callaban que por lo que actuaban: Felipe Gonzalez y los GAL, José María Aznar con el 11-M y la guerra de Irak, José Luis Zapatero y la crisis económica... y ahora Pedro Sánchez. Todavía no sabemos el qué ni el cómo, pero a nadie se le escapa que nos están ocultando datos relacionados con el coronavirus, de los que obviamente más pronto que tarde saldrán a la luz.
A Pedro Sánchez le está costando mucho decir que estamos en un Estado de Alarma, de la misma forma que a Zapatero le costó decir en su día que estábamos inmersos en una crisis económica que poco después nos invadió.
En todo el mundo somos aproximadamente 7.700 millones de personas. Se ha declarado como pandemia el Covid-19 con 127.000 infectados y más de 3.000 muertes en todo el mundo.
Mi jefe diría que son todos unos vagos, sin más. A mí me gusta saber más allá, leer todos los periódicos aunque eso incluya leer también a Eduardo Inda. A partir de ahí, formo una opinión sobre todo y decido, cuando hay que decidir algo, o simplemente opino cuando hay que hacerlo.
El águila es una de las mayores aves depredadoras. Son aves carroñeras, como los buitres.
Y lo triste es que a menudo las personas que dicen ese término son lo suficientemente incultas y desconocen la historia, aunque los hay de todas las edades pero chirrían especialmente cuando escuchas a los más jóvenes que no tienen idea de todo lo que significó el nazismo y cómo se mató por ambas partes, pero especialmente por los que ‘ganaron’ en la Guerra Civil.Lo que me parece más gracioso es que al final, lo que tienen en común los niños adoctrinados por los catalanes y los niños adoctrinados por los franquistas, es una pareja de padres con pocas luces.He estado en Valencia recientemente, por sexta vez como turista y probablemente algún día volveré para empadronarme definitivamente.
Te recuerdo cuando ibas oliendo la regla de cada mujer, en busca de una oportunidad. Decían que te parecías a Jim Carrey y yo todavía me río, recordando esa historia.
Para Elisa es una de mis piezas favoritas de Beethoven. Recuerdo cómo veía tocar a ese niño de poco más de 10 años que me impresionó tanto, y difícilmente lo olvidaré. Ese niño ha crecido y hoy habrá tenido ya, como mínimo, su primera experiencia laboral.
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