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Si se tiene en cuenta lo que Alberto Garzón ha dicho sobre las puertas giratorias en los últimos años y en muchas ocasiones, como puede comprobarse fácilmente en las redes, su abortada decisión de hacer una puerta giratoria para fichar por una empresa de tráfico de influencias era indecente.
El Ministerio de Consumo ha presentado una campaña de concienciación sobre el fomento de la moda sostenible y los efectos en el medio ambiente de la conocida como 'fast fashion'. Según ha informado el departamento de Alberto Garzón, la campaña lleva por lema 'Presume de armario sostenible' y está protagonizada jóvenes que, aunque ya han asumido prácticas como reciclar o ahorrar agua, no son conscientes del impacto medioambiental de la ropa que usan.
Guirigay en UP y alrededores. Cinco ministros, Yolanda Díaz, Alberto Garzón, Ione Belarra, Joan Subirats e Irene Montero, andan en el ajo. También Iglesias, ahora en sus labores; y la alcaldesa de Barcelona que anda a las suyas. Además como portavoz y cupo para la igualdad de géneros, Pablo Echenique. Una buena parte de la izquierda política nacional.
Sí, inconcebible, inadmisible, inaudito inaguantable e intolerable y por desgracia irrefutable, lo manifestado por esta desdicha de Ministro que, para nuestra perdición padecemos lo españoles, denominada Alberto Garzón. Es el hombre de las paparruchadas, de las sandeces sin cuento y de las tonterías sin remedio.
Les confieso que en este nuevo año que estrenamos, era mi propósito despegarme del decepcionante y frustrante clima político que estamos sufriendo y de la insoportable presión vírica que padecemos, para ocuparme de cuestiones mucho más inquietantes que están abocando a nuestra sociedad a un vertiginoso destino sin un horizonte definido en el escenario nacional e internacional.
"No puede seguir ni un minuto más sentado en el Consejo de ministros", dicen los partidos de la oposición, varios presidentes autonómicos con Lambán a la cabeza, el sector ganadero al completo y la industria cárnica. Es tal el daño de este muchacho, comunista y ministro-cuota, que ha faltado tiempo a los gobiernos alemán y francés para pedir explicaciones al gobierno español.
Dudo que quede en España algún ganadero que no haya pedido la dimisión de Alberto Garzón, ministro de Consumo del Gobierno de Pedro Sánchez, sector comunista. Su falta de preparación y su desconocimiento del mundo ganadero le ha llevado a demostrar su ignorancia en «The Guardian». Además de inconsciente es un hipócrita porque en su boda no faltó solomillo. ¿Qué tiene este desorejado contra la carne?
El ministro de Consumo ha gastado más 80.000 euros, de los depauperados bolsillos de la Hacienda española, en una campaña para decirnos a todos, todas y todes, que próximamente va a promulgar un decreto para que los juguetes de los niños, las niñas y los niñes sean todos iguales. Además de esa escandalosa cifra, hay que añadir otros 20.000 euros para pagar a los medios que difundirán esta majadería.
Se apellida Garzón, y no es precisamente Baltasar, el exjuez expulsado de la Judicatura. Me refiero a Alberto, el ministro de Consumo. Sesudo personaje que descubrió que circulaban menos coches cuando nos obligaron a permanecer enclaustrados bajo amenaza de sanción. El mismo que no domina las matemáticas y que descubrió que había bajado el nivel de juego, precisamente cuando estábamos encerrados por la pandemia y por las ilegales medidas del Gobierno.
Me gusta que Alberto Garzón sea el titular del Ministerio de Consumo. Nunca el consumo había quedado tan ridiculizado como con él al frente. No es ningún secreto decir que su fama le ha llegado por sus torpezas y sus meteduras de pata, nunca por sus propuestas y soluciones. Con ministros así no tendrá tregua el ridículo que salpica a Sánchez a diario.
El ministro Garzón ha atropado con cuanto ha pillado a su paso y se ha quedado como un señor con su categórica expresión: "Pensemos que estas leyes que ya hemos proponido cambiar varias veces..."
Si Henrique Capriles es ahora mismo el tonto útil de Nicolás Maduro, no me cabe ninguna duda de que Pedro ‘Plagio’ Sánchez es ese mismo tonto, pero de los titulares atrabiliarios de lo que ya se conoce como “Unidas Pandemias”. Rebuznan contra los demás, pero “lloran” cuando alguien canta las verdades del comunismo parasitario, del represivo bolivarianismo y de sus diarias bufonadas.
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