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El escritor de literatura infantil Hervé Alústiza publica de nuevo un cuento de Navidad: La pastorcilla despistada... ¿llegará hasta Belén? Con la llegada de la Navidad tendrán lugar varias presentaciones con cuentacuentos en formato kamishibai en la Librería TROA-Las Tablas de Madrid. Además de esta novedad editorial, el autor representará también algunas de sus historias navideñas de años anteriores.
Mediodía. En el centro del comedor, una mesa de fórmica de dimensiones regulares. Una silla, un sillón de mimbre, un combinado. Se oyen discos de 78 RPM de Alberto Margal e Ignacio Corsini. Entra un poco de sol por una ventana exigua, sin cortinado. En las paredes, un crucifijo de aleación incierta, fotos de un niño serio y sonrientes personas mayores, y un calendario que estipula una fecha del pasado.
—Cuando era chiquita me soñaba una casa —dice la mujer. Que era una casa. Que yo era una casa en cuyas tejas los pájaros no sabían posarse. Se desprendían, resbalaban, no sé; alguno no levantó vuelo y se estrelló. Y se murió en mi jardín, entre las flores, entre los carteles que explicaban la procedencia de esas flores vistosas, con tanto amarillo y negro, tan desesperadas. Se murió en mi jardín, uno. Y nadie lo enterraba. Era chiquita la casa que yo era: un chalecito.
Al final, decidí entrar a la Casa del Café. Segundo piso de Metrocentro. Esperé a una dama que desconocía por completo. Me ubiqué frente a las paredes de vidrio de dicho local, por donde miraba transitar a la gente. Los negocios, a lo largo del pasillo, esperaban a sus clientes, mientras la multitud avanzaba en distintas direcciones. Estaba a la deriva, convertido en mitad hombre y mitad celular, no había término medio.
El Servicio Bibliográfico de la ONCE ha adaptado en diferentes formatos accesibles el cuento ‘La pequeña oruga glotona’, uno de los más populares de la literatura infantil, del escritor e ilustrador estadounidense Eric Carle. La obra ha sido galardonada con diferentes premios y está incluida en los programas escolares de los primeros ciclos educativos. Es uno de los libros más ilustrativos para conocer conceptos: naturaleza, días de la semana, cifras...
El día no había podido ser peor. Ella pensó, cuando se desperezó en el portal de una tienda que, por causas de la epidemia había quebrado y sus dueños se vieron obligados a vender el local, le servía de abrigo, donde malamente se podía defender de las inclemencias del tiempo: “Hoy es Noche Buena y quizá sean más caritativos conmigo y me den algún dinerillo para que pueda tomar una sopa y posiblemente un plato de garbanzos...
El escritor de literatura infantil Hervé Alústiza publica de nuevo un cuento de Navidad: El niño que se convirtió en paje... aquella noche en Belén. El sábado 17 de diciembre a las 18 horas tendrá lugar una presentación con cuentacuentos en la Librería san Pablo, Plaza de Merindades. El día 31 de diciembre, a las 12h., también habrá un pase en la librería Amoxtli de Urroz-Villa del libro.
Este es un cuento sencillo, el cuento que siempre quise contar, que guardaba en un bolsillo del pantalón, que quería transmitir y no podía, porque no había a quien ó no había quien quisiese escucharlo con paciencia. Ahora alguien lo leerá.
Eran las seis de la mañana, el oscurecer de aquel mismo día desaparecido. La mañana estaba hermosa y sorprendida, esperaba el sol del día, que no duraría mucho. Doña Francisca bajaba el café negro del fogón y se movía sin cesar del lavandero a la cocina, el día para ella venía apretado, como todos los días.
Su nombre real no importa, la llamaremos Rosa. Vestía una blusa roja de rayas blancas bien arrugada, descolorida y sucia; se acercó hasta mi mesa pidiéndome un peso. Yo se lo di y al instante advertí su demencia que muchos del pueblo conocían, decían que era a causa de una desbocada ansiedad, de un sentimiento no correspondido, quizás la horrorizaba la soledad.
En el interior de la casa se desprendía un olor a medicina y a café recién hecho. La noche cubría con sus sombras afines, las luces de los postes de luz eléctrica que estaban encendidas. La ciudad se sentía en un mundo cambiante, esa fluidez mágica noctámbula intimidaba a la muerte, porque el sueño no lo cumplió, aunque hubiese sido para vivir ese instante, en el rumbo digno, para no continuar siendo humillada por esa realidad que le pone cerraduras a la vida.
Aquellas ganas de escribir, aquel deseo insoportable por ser un gran escritor, surgió en sus años universitarios cuando dos de sus más íntimos amigos desaparecieron de una forma inexplicable, y al cabo de unos meses los encontraron hechos cadáveres. Y eso que solo fueron reconocidos por el anillo de graduación que ambos andaban.
En una tarde lóbrega, y con víspera de llover, se inició un conversatorio entre los amigos pohetas Magda y Bayardo, se entabló con una notable taza de café humeante y unos trozos de pan recién salidos del horno, en ese instante del tiempo...!!!
Mientras Roger se afligía entre sus pensamientos, pero le daba gracias a la vida, aunque fuesen lóbregos. Ana su esposa ese día regresó a la casa ansiosa por contarle, una mala noticia. En ese momento pese a todos los desplantes que le prodigaba, ella tuvo la necesidad de sentirse contenida por Roger.
Vacío...
Estamos ante un cuento infantil, un excelente libro, pero va mucho más allá. Está escrito por Jazmín Chi y su hija Shmeimi Chi, una joven llena de talento, en plena adolescencia y esa es su magia. Solovino es la historia de un perro que aparece, como un milagro de la nada y de ahí el título “Solovino”.
Cuando Carlos Canales, narrador, novelista, dramaturgo abre la historia de MAI, que reseñamos en estas líneas, lo hace una la memoria invertida en un largo camino donde mucha de su familia conversaba, y se conversaba a sí misma. Allí, en esa sala que pudo ser, y todavía es, la sala de cualquier hogar puertorriqueño ocurre como en su temática frecuente, la existencia. Los personajes que protagonizan pueden, de por sí, protagonizarnos a cada uno de nosotros.
Era el tiempo del año 1900 un 14 de junio. En la averiguación del hecho criminoso, tuvo conocimiento antes el poblado aledaño de la isla "Chocote", y fueron atendidoen el hospital del pueblo los agraviados: María, José, Fernando, Jacinto Francisca e Ignacia. Al hospital llegó la autoridad con el médico forense, y tres agentes de policía. Los lesionados declararon que habían sido atacados por Cayetano y Ernesto, dándose los hechos así...
La vida sin vida en tu ser...
Esto dictaba la orden del día y sus propios misterios, enfilados como cerrojos. Furtivamente, la impiedad del tiempo se deslizaba, ante la necesidad imperiosa del deseo de olvidar, recordar como eje fundamental del placer de dirigir telescópicamente la pérdida, para en su momento leer infolios, con el objeto de rememorar, y a su vez olvidar, para simbolizar lo ido.
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