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Existe un debate en torno a la autoría del destacado texto titulado "Nueva filosofía de la naturaleza del hombre", ya que se discute si su verdadera autora es Miguel Sabuco o su hija Oliva Sabuco. En caso de que esta última sea la autora, estaríamos ante una de las pocas figuras científicas femeninas de la Edad Moderna.
En el famoso "Mito de la Caverna" de Platón, se nos presenta una metáfora poderosa sobre la naturaleza del conocimiento y la condición humana. En este relato, los prisioneros viven encadenados desde su nacimiento en una cueva, donde sólo pueden ver sombras proyectadas en una pared, creyendo que estas sombras son la realidad. Cuando uno de ellos escapa y ve el mundo exterior, descubre la luz del sol, símbolo del conocimiento y la verdad, que contrasta con la oscuridad de la caverna.
Todos vamos a morir, tarde o temprano, ¿qué novedad, verdad? Aunque parezca una afirmación obvia, la mayoría de los mortales vivimos haciendo todo lo posible por esquivar dicho suceso por varios motivos. Pues bien, hoy reflexionaremos sobre la finitud como aspecto constitutivo de una vida plagada de posibilidades y cuya única imposibilidad de todas ellas, es la muerte.
El filósofo elegante, así he definido siempre a José Ortega y Gasset, y es que Ortega deslumbró con un pensamiento elegante, y no me refiero a pensamiento o ideología política, me refiero a la elegancia literaria de sus escritos. Recordemos que Ortega y Gasset fue uno de los grandes políticos de su época, y que tenía una visión realista de España.
Realmente, es indudable que el nuevo y negativo instrumento de poder es el control de la conducta de los ciudadanos, desde una perspectiva que niega el valor de las libertades humanas. La vigilancia líquida de Bauman pone de manifiesto, que los sistemas de vigilancia pueden utilizar el poder para controlar y censurar conductas. Las sociedades están sometidas al cibercontrol, lamentablemente, en mayor o menor medida.
Todos sabemos que en su esencia, la cobardía implica un miedo paralizante que impide abrirse a lo incierto, o a todo aquello que pueda provocar algún tipo de riesgo o incomodidad. Pues bien amigos, el amor o la posibilidad de amar se trata justamente de otorgar a otro el poder de destrozarnos y que no ejerza dicho poder.
Hoy queremos invitarlos a reflexionar sobre un asunto filosófico que tiene mala prensa por no ser comprendido cabalmente, a saber, el pesimismo como actitud ante la vida de quienes ven en el sufrimiento, la desilusión y la fatalidad elementos esenciales para entender nuestra existencia.
Hoy quisiéramos invitarlos a reflexionar sobre un asunto que siempre es actual, no importa la época en la que estemos parados, a saber, la búsqueda de la autenticidad que se enfrenta crudamente con la tendencia constante de masificarse en una sociedad enferma, sólo para encajar.
Hay un instante, al terminarse el periodo de vacaciones, en el que el alma queda invadida por una especie de sentimiento de melancolía. Un dolor del espíritu que difícilmente ha sabido explicarse en términos médicos. Ya en la antigüedad, la melancolía era asociada a la bilis negra, uno de los cuatro humores del temperamento: flema, sangre, bilis negra y bilis amarilla. Así lo estableció Hipócrates.
Las guerras y la propaganda son las dos grandes armas de destrucción masiva del imperialismo capitalista. Dicho de otra manera: vivimos en sociedades jerarquizadas de ordeno y mando donde el consenso social, político, ideológico y cultural, la denominada normalidad, se consigue preferentemente a través de la publicidad y el control mental de las masas mediante sugerencias sibilinas o abiertas repetidas machaconamente hasta la saciedad.
¿Por qué incorporar filosofía entre los espacios curriculares escolares, de todos los niveles y modalidades? Es una de las preguntas recurrentes que me han hecho y la respuesta, en pocas palabras, es que porque es imperativo que enseñemos a pensar.
Ya Arthur Schopenhauer y Marcuse trataron el asunto del pensamiento único, pero lo intelectualizaron excesivamente. La definición más real, por pedestre, fue la de Sarkozy: “No podemos decir nada en nuestro país sin que uno no sea inmediatamente acusado de segundas intenciones nauseabundas. Este es el pensamiento único intolerable”.
Con ocasión de un nuevo Tratado de la ONU que al parecer abre la posibilidad de producir, enviar o disponer de vídeos e imágenes participando en actos sexuales, el periodista Alex Rosal en un artículo publicado en Religión en Libertad hace una descripción muy detallada de cómo a través de la “ventana de Overtón” se puede lograr la aceptación y legalización de la pedofilia.
En 1939, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, un psiquiatra judío llamado Sigmund Freud se trasladó a Londres para escapar de la persecución nazi en su Viena natal. Tres semanas antes de su muerte, el famoso inventor del psicoanálisis se reunió con un profesor de Oxford no identificado en su apartamento y conversó con él largo y tendido. A día de hoy, seguimos sin conocer la identidad de su visitante.
“… Me gusta el olor que tiene la mañana/me gusta el primer trago de café/sentir como el sol se asoma en mi ventana/ y me llena la mirada de un hermoso amanecer…sé que el tiempo lleva prisa pa borrarme de la lista/ pero yo le digo que…/Ay que bonita es esta vida…”
La humanidad ha estado siempre en una búsqueda incesante de la verdad y el sentido de la vida. Este anhelo de comprender nuestra existencia ha sido el motor detrás de la filosofía, la religión y el arte a lo largo de los siglos. Sin embargo, Albert Camus, el filósofo existencialista francés, introduce una perspectiva inquietante pero profundamente reveladora: la vida, según él, no tiene un propósito inherente.
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida, a todos por igual: el único hecho fáctico de nuestra vida que carece de cualquier duda, la mayor de las certezas, la única verdad inescrutable que nos acompaña desde que nacemos, a saber, que todos vamos a morir eventualmente y que no hay absolutamente nada que podamos hacer para evitarlo.
La Historia de las ideas registra, dentro de las filosofías alemanas, el idealismo cuyo mentor principal es Immanuel Kant. Platón instaló mucho antes la posibilidad de un mundo por fuera de la realidad, creado mediante la imaginación y el pensamiento. La idea en sí da motor al “Sein”, al Ser, aunque para la filosofía kantiana el deber-ser de la conciencia es su fuente.
El día 20 de julio se conmemora en la Argentina el “día del amigo”, en razón de la propuesta de Enrique Ernesto Febbrano, quien vio en el “hecho” de la llegada del Apolo 11 a la Luna, tal día pero de 1969, un acontecimiento que supuestamente unió a la humanidad en un sentimiento de fraternidad y esperanza, sin tener en cuenta dos asuntos que son importantes...
Decía Platón que la escritura es el fármaco de la memoria. En efecto, es cierto que, a través de lo escrito, se conserva el recuerdo de las ideas expresadas y de la descrita realidad de las cosas y del mundo humano. Aunque el creador de la Academia otorgaba más importancia a lo hablado, porque se podía modificar al momento en el propio discurso, consideraba que plasmar en el papel las palabras servía para eternizar lo pensado o expresado y dar testimonio de ello.
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