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Poco más allá de la luna de miel ha durado el matrimonio, de conveniencia, entre la derecha extrema y la extrema derecha. Fue un enlace de conveniencia pero también de intereses, al fin y al cabo, unos y otros tienen la misma partida de nacimiento: el franquismo, al que ni los de la gaviota carroñera ni los del saludo brazo en alto han querido renegar.
Dice la doctrina capitalista que solo hay un dios, y este es el dinero. A unos les toca engrandecer el material de culto y a otros, en su calidad de fieles, cumplir con aquello de consumir, consumir y consumir. Del cumplimiento de este mandato ha sido encargada la política, en cuanto que dispone de las claves para el ejercicio del poder en el terreno real.
Poco después del inicio de la Historia, a medida que la población aumentaba y se constituían grupos tribales aparecieron los “varones de renombre” (Génesis 6: 4) que gobernaban las tribus. Gobiernos muy rudimentarios en un principio. Más complejos a medida que la población se iba haciendo más numerosa. La pregunta que tenemos que hacernos es: ¿los gobiernos son de origen humano o divino?
El 16 de junio del 2024, el flamante periodista del Paraguay Don Pedro Escobar - Paraguay Magazine RNP920AM - brindó en una entrevista con el Diario Siglo XXI algunos detalles sobre un evento transcendental para las economias de America del Sur: V Foro Subnacional de los Gobiernos del Corredor Bioceanico de Capricornio.
La sociedad occidental estaría caracterizada por el imperio del hedonismo y el nihilismo frente al espíritu crítico y la cultura del esfuerzo del siglo XX al estar formada por individuos consumo- dependientes de bienes materiales que conforman una masa homogénea, acrítica y fácil de manipular por las clases dirigentes.
La pobreza es un desafío global que afecta a millones de personas en todo el mundo, las consecuencias pueden ser muchas, entre las que están, la falta de acceso a la atención médica adecuada, lo que puede llevarlos a enfermedades crónicas y menor esperanza de vida.
El antropólogo George Bateson acuñó el término" esquizogénesis complementaria", una teoría que sostiene que "las diferencias culturales entre los grupos tienden a aumentarse con el tiempo en una especie de escalada que busca destacar la identidad personal y el poder sobre los grupos contrarios".
La llamada democracia formal habría surgido un corrosivo desgaste entre las sociedades occidentales debido a causas económicas (el imparable coste de la vida); culturales (el declive de las democracias formales occidentales debido a la cultura de la corrupción, entre otras) y geopolíticas (la irrupción de un nuevo escenario geopolítico mundial tras el retorno a la Guerra Fría entre EEUU y Rusia).
Los países desarrollados y no, incluyendo las potencias del mundo, tienen sus imperios dictatoriales, ¿saben por qué? Desde el mismo momento que hacen leyes, las que por excelencia son de carácter coercitivas, están dictando órdenes para gobernar, conducir, regir al Estado y sociedad.
Existen las banderas desde tiempos lejanos. Se presume que, ya en la antigüedad, tribus y pueblos las usaban para distinguir amigos de enemigos en el campo de batalla. Conocemos que las legiones romanas portaban estandartes a la manera de distintivo o identificación pero, en todo caso, relacionados con la guerra. Y ya en la Edad Media, se emprendió, según afirman los especialistas, la tarea de concebir las banderas como emblemas de poder y soberanía.
El ciudadano necesita una información veraz y total. Lo contrario, significa que no es considerado como tal. Los estados, después, podrán aportar todos los matices necesarios para que su experiencia y profesionalidad delineen las razones de estado que consideren oportunas. Y a nosotros nos corresponderá decir sí o no. Después de todo somos los verdaderos sufridores de las consecuencias de esas razones. Pero esa información previa es indispensable.
Se repite que el poder corrompe. Es una frase manida que en cierto sentido limita su crítica a una de las partes, al corruptor, ocultando la existencia del corrompido. En la ola de corrupción habida en España se ha visto la palma de la mano del político corrompido, pero no los dedos corruptores que la alimentaban. Misterio.
Abramos nuestro corazón en este mes dicembrino y siempre, para que prospere la paz, en nuestra Nicaragua y en el orbe, pues, guerra o desorden social no se quiere, ni que ardamos en llamas. ¿Qué se lograría con eso? Por supuesto que nada. Ladrar de lejos es bien fácil.
No hay libertad sin liberticidas dispuestos para cercenarla. Al menos, eso parece a la luz del acaecer histórico. No es fácil, en realidad, lograr la suficiente autonomía para ningún individuo; somos animales sociales y no es posible ni sensato plantear una quimera basada en el solipsismo. Pero tiene nuestra especie una parte individual que le aleja de la dimensión puramente zoológica. En ella reside, creo, nuestra propensión a ser libres.
El secretario ejecutivo de las Naciones Unidas para el cambio climático, Simon Stiell, pidió a los líderes de los 160 gobiernos que están presentes en la 28 Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebra en Dubái, que no asistan a la cita con el único fin de tomarse una fotografía.
Uno de los mitos más extendidos en nuestra sociedad es que la economía capitalista en la que vivimos funciona o puede funcionar guiada tan sólo por una mano invisible que, a partir de la simple iniciativa individual, organiza todo el orden económico garantizando -automáticamente y sin necesidad de ninguna otra intervención- estabilidad y plena satisfacción de los intereses generales.
El llamado cambio climático es una realidad tan evidente y difundida que no precisaría entrar en más disertaciones, dado que los medios ya se ocupan cumplidamente del asunto, únicamente cabe incidir en la gravedad de la situación. Al margen de lo dicho, poco hay que añadir al respecto, salvo lo de que está revolucionando la marcha normal de la naturaleza viva en cuanto atañe a hombres, animales y plantas, de lo que no es exclusivamente responsable la actividad humana.
La llamada globalización es el instrumento para consolidar el protagonismo único del capitalismo, controlado y dirigido por una minoría que domina el mundo desde la posesión del gran capital. Su única realidad es el juego del dinero, todo lo demás es apariencia.
Los bancos centrales de numerosos países están registrando cifras récord de pérdidas que suponen una merma de ingresos para los gobiernos y, en el peor de los casos, la necesidad de recapitalizarlos si continúan creciendo. Se habla poco de esto e incluso algunos de sus directivos le quitan importancia, pero la tiene y mucha.
Cada día encontramos más itinerarios sombríos, sin orden ni concierto entre sus moradores; muchos de ellos dominados por la pereza, para hacer frente a un panorama mundial verdaderamente desolador, que sufre contiendas absurdas y trances horrorosos. Por eso, creo que urge la acción ciudadana, con esa aportación ética y diligente en la actividad, la laboriosidad en las instituciones, cuya tarea ha de ser ejemplarizante siempre.
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