Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Guerra | Europa | Conflicto | GObiernos | Gobernantes

Economía de guerra

Estamos sumidos en un conflicto, que nos va atrapando a los europeos poco a poco, tal vez como paso previo a su generalización, que parece el propósito de quienes ocupan posiciones de mando. Temblemos
Juan Antonio Freije Gayo
viernes, 12 de abril de 2024, 10:39 h (CET)

Existen las banderas desde tiempos lejanos. Se presume que, ya en la antigüedad, tribus y pueblos las usaban para distinguir amigos de enemigos en el campo de batalla. Conocemos que las legiones romanas portaban estandartes a la manera de distintivo o identificación pero, en todo caso, relacionados con la guerra. Y ya en la Edad Media, se emprendió, según afirman los especialistas, la tarea de concebir las banderas como emblemas de poder y soberanía. Durante los inicios de la Edad Moderna, los imperios europeos, como España y Portugal, las emplearon para marcar sus posesiones en ultramar y para identificar las embarcaciones propias. Con el tiempo, prosperó el significado simbólico de estas enseñas y, en el contexto de las revoluciones liberales y nacionales del siglo XIX, se tornaron emblemas de identidad y de lucha por la independencia.


Hay muchas banderas. Además de las nacionales, están las ideológicas y religiosas; es por ello que existen siempre abanderados o paladines prestos a enarbolarlas. Y son las guerras un caso particular de esto último; lo traigo a colación porque estamos sumidos en una, que nos va atrapando, a los europeos, poco a poco, tal vez como paso previo a su generalización, que parece el propósito de quienes ocupan posiciones de mando. Temblemos.


La guerra es política por naturaleza, y propia de la civilización. Resulta ya casi manida la tesis de Clausewitz que la define como continuación de la política por otros medios, si bien se podría afirmar, con igual precisión, lo contrario. Para Gustavo bueno, “contraponer guerra y paz como si se contrapusiese lo salvaje y lo civilizado es un error. En el mundo salvaje no hay guerra”. Según Herodoto, “ningún hombre es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba y en la guerra son los padres quienes llevan a sus hijos a la tumba”, pero ello es dudoso; solo tenemos que recordar el frenesí bastante generalizado, ante la contienda incipiente, en el contexto inicial de la Primera Guerra Mundial, ignorantes aún los entusiastas de la carnicería que se avecinaba. No sé si estamos de nuevo en lo mismo, en relación con Ucrania, con la posibilidad de una extensión a todo el continente. Y cualquier beligerancia europea, ya lo dijo Eugenio d´Ors,  es conflicto civil, con toda la vileza y crueldad propia de esa índole.   Asimismo, Paul Valéry  definió la guerra como “masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que sí se conocen pero no se masacran”.


Pero da la impresión de que el camino está marcado. La retórica es sin duda belicista, pero también los gestos, pues denotan las instituciones europeas y, en gran parte, los gobiernos nacionales, así como los  medios de comunicación dominantes, la apariencia de estar pastoreando a la opinión pública para asumir y aceptar una guerra generalizada en territorio europeo, presentada como casi ineludible.


¿De verdad nos están llevando hacia la guerra? Es posible que haya algo de sobreactuación, y se nos presenta todo ello en un totum revolutum del que asimismo forman parte  otras alarmantes derivas de nuestro mundo, algunas concernientes a la disputa geopolítica y otras relacionadas con los objetivos de las élites de cara al futuro. No podemos descartar que, bajo el objetivo aparente (ayuda a Ucrania y tal), se halle otro menos declarable, coherente con la imposición de una economía bélica o comunismo de guerra, que probablemente provoque sueños húmedos en quienes rigen nuestros destinos. Se trataría de dar otra vuelta de tuerca respecto a nuestras libertades, más allá de la que ya se dio no hace tanto con el pretexto de la pandemia. No lo descartemos.

Noticias relacionadas

Ante la nueva política europea de defensa, Sánchez está dispuesto a acelerar el incremento del gasto en defensa, aunque no se ha pronunciado sobre el envío de tropas. Feijóo, por su parte, apoya la decisión, pero pide ser informado adecuadamente y un trato diferenciado por estar al frente del partido más votado.

Ante el acuerdo de la Unión Europea (UE) para aumentar su gasto en defensa, la Rusia de Putin ya ha reaccionado. El portavoz del Kremlin ha dicho sentirse preocupado por la militarización de Europa. Y el portavoz de la Duma ha criticado a Macron por su oferta de utilizar el arsenal nuclear francés como una herramienta de disuasión de toda Europa para frenar más conquistas de Putin.

La Semana Santa vuelve una vez más, estará entre nosotros. Una vez más, Córdoba, como el resto de España, se viste de pasión, amor y religiosidad. La saeta vuelve a romper como un quejido de lamento en el silencio de la noche. Un rosario de plegarias envuelve el aroma del incienso y el azahar de los naranjos en flor.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto