Cada año, mil millones de niños y niñas en todo el mundo son víctimas de la violencia, que les deja secuelas para toda la vida. Los gobiernos han prometido poner fin a la violencia, pero a pesar de los avances en algunas áreas, otras han retrocedido drásticamente o se han estancado. Los parches legales están dejando atrás a la infancia.
World vision revela en su último informe, Unfinished Business: The progress in policies to end violence against children (Asuntos pendientes: Los avances en las políticas para acabar con la violencia contra la infancia) que ni uno solo de los países analizados ha ilegalizado completamente, y hace cumplir, la prohibición de todas las formas de violencia contra los niños y las niñas. En 5 de los 8 criterios que se evaluaron para acabar con la violencia contra la infancia, uno o más países habían realizado un progreso del 0%. Como resultado, poner fin a la violencia contra los niños y las niñas no está más cerca; uno de cada dos niños afirma ser víctima de violencia.
“La falta de acción y progreso hacia el cumplimiento de los compromisos nacionales para poner fin a la violencia contra los niños y niñas es profundamente preocupante y tendrá consecuencias a largo plazo para la infancia y sus comunidades”, explica Tamara Tutnjevic, directora senior de Políticas Públicas de World Vision. “Lo que no siempre es obvio es el impacto que tiene en el futuro. El coste económico mundial de la violencia contra los niños y niñas se estima en 7 billones de dólares anuales, si se tiene en cuenta la pérdida de productividad futura, por lo que afecta a todos los ciudadanos del mundo”.
Aunque cada vez se comprende mejor lo que hay que hacer para poner fin a la violencia contra la infancia, programas que reducen la violencia contra los niños y niñas cuando se aplican, la escala y el alcance actuales de estas intervenciones son insuficientes para afectar al panorama mundial, o incluso nacional.
El trabajo infantil es actualmente una realidad para 160 millones de niños y niñas, y las cifras no hacen más que aumentar como consecuencia del cambio climático; 12 millones de niñas se casan durante su infancia por lo que, al ritmo actual, harán falta 300 años para eliminar el matrimonio infantil.
El informe ha puesto de manifiesto que, de los 21 países estudiados, eran sobre todo los de África Occidental los que ocupaban los últimos puestos en cada uno de los ocho criterios examinados. En esta misma región se registran las tasas más elevadas de matrimonio infantil y las segundas más elevadas de trabajo infantil del mundo.
Unfinished Business: The progress in policies to end violence against children se basa en el informe de World Vision de 2019, Small Cracks, Big Gaps (Pequeñas grietas, grandes brechas), que destacaba cómo la falta de implementación sostenida de los compromisos de los gobiernos permite que persista la violencia contra la infancia. Aunque los países encuestados son diferentes, cinco años después, las conclusiones son las mismas. Ningún país ha hecho lo suficiente para poner fin a la violencia para 2030.
“En el Día Mundial del Niño, World Vision hace un llamamiento a todos los gobiernos para que intensifiquen urgentemente sus esfuerzos y aumenten las inversiones para poner fin a la violencia contra los niños y las niñas”, concluye Tamara Tutnjevic.
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