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La sociedad española está inmersa en un proceso de envejecimiento, aunque en los últimos años este fenómeno se ha acelerado. Así lo demuestran los principales datos demográficos del INE, que revelan que, entre 2010 y 2020, la tasa de natalidad se redujo un 29,85%. Hay múltiples factores detrás de esta tendencia poblacional, pero uno de los grandes culpables es el aumento del coste de la vida.
Multinacionales del gran consumo, entre ellas Unilever, Procter & Gamble (P&G), Nestlé, Danone, Heineken, Coca-Cola, Pepsico y Primark, y empresas nacionales del sector como Inditex o Deoleo han llevado a cabo ya subidas generalizadas de precios o advierten de que lo harán próximamente en un contexto marcado por las tensiones inflacionistas, con alzas del coste de las materias primas, entre ellas la energía, disparadas a raíz de la guerra de Ucrania.
Una considerable parte de la población española ya está sufriendo directamente las consecuencias de una alta tasa de inflación que casi alcanza el 10%. Lo nota o lo siente cuando compra productos de alimentación, por ejemplo, ya que algunos alimentos de primera necesidad han subido un 20 o 30% y otros muchos en un porcentaje menor, pero que también repercute notablemente en los bolsillos de los ciudadanos.
El presidente de AECOC ha remarcado, en la Asamblea General de la Asociación, que el actual contexto de incertidumbre e inflación “ha convertido al año de la recuperación en una de las etapas más difíciles de las últimas décadas”. Ignacio González ha reclamado aplazar “determinadas medidas, como subidas impositivas” para no poner en riesgo la recuperación económica del país ni la supervivencia de muchas empresas.
Se han publicado los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en la que se reflejan datos negativos para el empleo en este último trimestre, donde se pierden 55.700 autónomos y autónomas. Este dato se contrarresta con los interanuales donde se aprecia una subida de 62.400 trabajadores y trabajadoras por cuenta propia. Esta cifra indica que se sigue recuperando los datos del empleo autónomo con respecto al año anterior que fue marcado por la crisis sanitaria.
ANAIP, Asociación Española de Industriales de Plásticos, ha iniciado oficialmente la celebración de su 65 aniversario con la organización de una mesa de debate en la que se trataron los temas que más preocupan a las empresas del sector de transformación de plásticos en la actualidad: los precios de la energía, el acceso a materias primas o la escalada de la inflación.
La habilidad de Pedro Sánchez para aprovechar el más mínimo resquicio, oportunidad, situación equívoca o posibilidad de ir recaudando dinero de los ciudadanos, no precisamente para dedicarlo a la sanidad o la educación, sino para otros destinos menos confesables, aunque para ello deba atornillar a impuestos al pueblo y, aún así, recurrir como si fuera maná del cielo, a incrementar la Deuda Pública y el déficit de las administraciones públicas.
El Club de Exportadores e Inversores Españoles valora muy positivamente el crecimiento del 28,3% de las exportaciones españolas en los dos primeros meses del año, lo que representa una nueva cifra histórica para el sector exterior, pero ha mostrado su preocupación por la espiral inflacionista que golpea a consumidores y empresas. "De continuar así, este diferencial inflacionario hará perder competitividad a las empresas españolas", advierte la organización.
Según el informe “Evolución del crédito de las EFCs en España durante los años de COVID-19”, la situación de inflación, que puede provocar el ascenso de los impagos, invita a las financieras a incluir en su estrategia de digitalización sistemas inteligentes de seguimiento y recuperación de impagados.
El nuevo secretario general del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha propuesto «disminuir la retenciones en el impuesto de la renta» para devolver una parte de lo que se ha recaudado de más e «impactar esa inflación del 10%». Este argumento se trata de una auténtica barbaridad económica por las razones que voy a exponer.
La inflación en la eurozona está en su nivel más alto nunca registrado desde la creación del euro. En España, dicha inflación ha sido persistente en su crecimiento y no ha cesado desde marzo de 2021, exceptuando el mes de enero. Es un hecho: comer se ha encarecido en las últimas semanas. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el coste de la cesta de la compra ha subido de media un 9,4% respecto a marzo del año pasado.
Tras una etapa económica dulce impulsada por favorables vientos de cola, la irrupción de una borrasca pandémica procedente de Ucrania provocará vientos huracanados de dirección caótica que podrían tambalear los cimientos de la economía mundial. Así, tras la guerra de Ucrania asistiremos a la aparición de un nuevo patógeno: el DDD (Deuda Pública desorbitante, Desbocada inflación y Desempleo endémico).
Con la inflación en niveles no vistos en décadas en muchos mercados, las empresas se enfrentan a una erosión significativa de los márgenes. El estudio reciente sobre la Inflación de los Precios revela que un tercio de las empresas (32%) espera que los costes aumenten más del 6 % en el próximo año, como resultado del fuerte aumento en los costes laborales y de producción.
Igual que Don Quijote creía que bastaban un par de tragos de bálsamo de Fierabrás para que las dos partes de su cuerpo seccionado volvieran a unirse sanas y salvas, los bancos centrales y muchos economistas creen que la inflación que estamos sufriendo se puede combatir con el simple bálsamo de la subida de tipos de interés. Otra tremenda ingenuidad.
El cateto, plagiador, embustero y cínico habitante de La Moncloa, cada vez que habla, sube el pan, las verduras y frutas, productos lácteos y cárnicos, embutidos, aceites y vinagres, los pescados, loscarburantes, la energía eléctrica, los productos de droguería, las ropas, el calzado y un largo etcétera que, a buen seguro, todos conocemos y sufrimos. Lo curioso es que este tipo ¡nunca! se siente responsable de sus fracasos.
“El BCE ha ponderado una serie de escenarios, algunos adversos, donde hablan de una inflación del 7,1% en Europa y crecimiento del 2,3. Es evidente que, si la inflación no mejora, habrá que ser más drástico en política monetaria, y eso podría traducirse en un cuadro coyuntural de cierta estanflación en unos meses vista”, advierte Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía.
Es evidente que el señor Pedro Sánchez no podía dejar de aprovechar la ocasión de sacar rendimiento de su presunto “éxito” en lo que, para él y su gobierno, ha sido una gran concesión lograda de la UE por lo que hace referencia a recibir un trato especial, condicionado por supuesto, en cuanto a la determinación del precio de la energía eléctrica de la que se van a poder beneficiar España y Portugal.
El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital calcula que el 73% del alza de la inflación registrada en marzo, del 9,8% en tasa anual, se debe al impacto de la guerra en Ucrania sobre los precios de la energía y los alimentos no elaborados. Desde el Ministerio hacen esta valoración respecto al dato del Índice de Precios de Consumo (IPC) avanzado hoy por el INE, que sitúa la tasa anual en el 9,8%, 2,2 puntos más que la de febrero y el nivel más alto desde mayo de 1985.
El primero es dejar la lucha contra la inflación a los bancos centrales argumentando que es un fenómeno monetario que se produce cuando aumenta excesivamente la cantidad de dinero circulante, de modo que se podrá frenar controlando esta última. Se sabe que hay factores no monetarios que la desencadenan.
La inflación está devorando las rentas de las clases populares. Y la guerra de Ucrania, aunque actúe, no es el factor determinante, sino el atraco y la voracidad oligárquica. Es impostergable redistribuir la riqueza. Necesitamos un pacto de rentas que garantice el poder adquisitivo de salarios y pensiones y proteja a autónomos y pymes.
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