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Miseria de la ley contra la grandeza de la familia. Si no fuese terriblemente lamentable y baldón para España, sería para retorcerse de la risa. ¡Cuánta memez! Señora Belarra, escóndase en el basurero. La familia es muy anterior al Estado y el Estado no puede definir lo que es o no es la familia. “Contra facta non sunt argumenta”; (se lo traducimos a la Sra. Belarra y compañía): contra los hechos no existen argumentos.
Casualmente el pasado día 8, celebración del Día Internacional de la Mujer, me topé con la manifestación que recorría las calles de Málaga. El atronador ruido de los tambores me recordaba aquellos desfiles de las legiones romanas, que tanto nos hacían disfrutar en el cine con películas como Ben Hur, Espartaco o Quo Vadis.
Este miércoles se celebraban manifestaciones en diferentes puntos de España por el día de la mujer pidiendo la gran mayoría de las mismas, la dimisión de la ministra de igualdad por su gestión respecto a las mujeres. El hecho de que violadores y pederastas vean reducida su condena o estén saliendo a la calle, es una consecuencia de la soberbia que tiene Podemos al no escuchar a los expertos.
Una reunión de vecinas comentando cómo sus maridos las satisfacen sexualmente y hablando en voz baja para que no se enteren los niños, tiene más pudor y vergüenza que lo que dice Irene Montero y su congénere Ángela Rodríguez Pam, que han convertido el sagrado templo de la democracia, el Congreso, en un lodazal y un basurero.
Un ejemplo práctico de emocracia: la ministra Irene Montero defendiendo sus intolerantes fanatismos en el parlamento; es un auténtico paradigma explícito y visual de emocracia. La ley trans defiende e impone la emocracia, es un componente más de la ideología de género que impera, manda y ordena; con esta ley, además, se promociona todo un elenco de daños personales y sociales.
El «Ministerio de Violaciones», con la «ministra de violadores» al frente no deja de hacer el ridículo. Nunca las propias mujeres habían propiciado la desprotección de las mismas. Ya se están acabando las adjetivaciones para calificar, y también para descalificar, a esa banda de vividoras amparada en el temor del mentiroso, Pedro Sánchez.
Entre tanto ruido político y mediático alrededor de quienes aplauden y abogan por el derecho de la mujer a disponer de la vida de un ser humano aún no nacido, se ha producido en Andalucía un hecho que debería remover las conciencias de quienes invocan la ley, aunque sea moral y éticamente injusta, para justificar sin cortapisas el aborto.
Difícil dilema el de las mujeres y su lucha por la igualdad, Clara Campoamor estuvo ignorada por la dictadura franquista y sus herederos, mujeres supeditadas al varón en todos sus actos, ella logró el voto femenino allá por 1933 en una sociedad dominada por el machismo.
Para la ley de la irresponsable y mamerta, Irene Montero, con la complicidad del Consejo de ministros, el Ejecutivo ya contempla reformas tras haber beneficiado hasta la fecha a 1 de cada 10 agresores y violadores sexuales. Si tenemos en cuenta que en los «talegos» del régimen penitenciario español tenemos casi 4.200 reclusos con ese tipo de delitos, el cálculo definitivo es fácil de hallar, aunque estoy convencido de que la proporción va a aumentar sin tardar.
Cuando empiezo a escribir este artículo compruebo que ya son 391 las personas que se han beneficiado de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual. Para ser más precisos: ese es el número de delincuentes sexuales condenados que ya han encontrado rentabilidad y provecho en la tan manida Ley Montero o del «Solo sí es sí». Bien es verdad que no solo ella es la culpable del desaguisado, sino que lo es todo el Gobierno que la aprobó en Consejo de ministros.
Los grandes, enormes logros conseguidos en España a raíz de la instalación de Dña. Montero I. (I de igual) en su garito-palacete-banco (de dinero, no de sentarse), que alberga también a su ejército de damas de compañía; - los paréntesis clarifican la confusión existente en ese medio gubernamental; por cierto, lo mismo, pero más, que en todos los otros medios del gobierno -.
Los integrantes de esta facción política aplican unas mensuras de distinto valor, calibre, medida y diferente peso, según se trate de evaluar las manifestaciones o acciones de quien sea que las exprese o realice. Si un izquierdista, enuncia o realiza un acto o pronuncia un insulto cuando, carente de argumentos, agrede verbalmente a su oponente político, el insulto pesa menos que el suave plumón de un gorrioncillo.
Antes de que la extrema izquierda comunista hiciera la afirmación sobre la falta de preparación de los jueces debería aprender a lavarse la boca con agua fuerte o simplemente con lejía. ¡Qué atrevida es la ignorancia y qué vulgar el atrevimiento por desconocimiento! ¡Cuánta maldad y odio acumula esta mafia destructiva de ese sector de la izquierda indocumentado! ¡Cuántas inutilidad hemos descubiertos entre los mamertos y mamertas aún en el Gobierno!
En este momento hay motivos más que suficientes para salir a la calle y tomarla con todas las consecuencias (esa que han perdido los sindicatos obreros y sectarios). No hay sector que no pida con contundencia y sobradas razones la dimisión de la iletrada y esperpéntica ministra, Irene Montero, por su nula contribución en defensa de las mujeres, su falsedad e hipocresía al tratar el denostado feminismo y por atentar contra el poder judicial.
Hoy les invito a que juntos podamos comprender que es lo que está pasando en España, para que un Presidente de Gobierno “rehabilite en todos sus derechos a los condenados, los libere de la prisión o invalide y desprecie las sentencias judiciales”, como ya denunciaba Cicerón con esas mismas palabras en el año 106 a.C., para advertir que esta deriva arrastraba al colapso del Estado.
El dramático hallazgo en Gijón de una niña de seis años muerta en la casa de su madre es una tragedia más, inimaginable y cruel. Lo ideal para la ministra de Igual-Da hubiera sido que sucediera al revés para poder vociferar, hablar del infernal feminismo y poner apellidos a lo que es violencia con mayúsculas.
El lunes, festividad de Todos los Santos, enterraron a una pequeña, llamada Olivia, muerta a manos de su madre. La justicia humana llegó tarde y, sin sospecharlo, pudo ser motivo de que la locura de una persona se convirtiera en venganza y ésta en muerte.
Me sigue pareciendo vergonzoso que el Gobierno socialcomunista consienta y apoye las palabras y reflexiones de Irene Montero sobre el «blanqueo» de la pederastia y no la cese inmediatamente. ¿Habrá respetado el presidente Sánchez la continuidad de la ministra del postureo por el apoyo recibido del arzobispo de Valladolid, dando por buenas las palabras de la «consagrada exmarquesa»? ¡Ay, Argüello, Argüello!
Decía nuestro insigne poeta y premio nacional de literatura Manuel Alcántara que “escribir es llorar y consolarse”. Reconozco que hay días que al escribir esta columna, siento la misma necesidad ante acontecimientos como los que han sucedido a lo largo de esta semana.
El daño ya está hecho. La gravedad de las declaraciones de esta muchacha a quien, para desgracia de la sociedad española, le han regalado un ministerio inservible más para jugar que para trabajar, merecen una reprobación ante el grado de degeneración al que ha llegado. No conozco docente que dé el visto bueno a tan miserables declaraciones que «blanquean» el delito de la pederastia.
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