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Hace unos días se ha recordado aquel fatídico 24 de Enero de 1977 cuando terroristas de extrema derecha entraron, con nocturnidad y la cara tapada, en el despacho laboralista que CC.OO tenía en el número 55 de la calle Atocha de Madrid y asesinaron a cinco personas.
El Gobierno alemán ha anunciado "una bajada de impuestos de 10.000 millones para combatir la inflación", mientras en España, Pedro Sánchez "se niega a deflactar el IRPF y sigue aumentando el número de asesores y enchufados".
Pasadas las elecciones en Castilla y León empezamos a pensar que el demonio no es Unidas Podemos ni el permanente fraude socialista, que también, sino el predicador de embustes y zafio retorcido, don Teo. Precisamente, en sus intervenciones y mentiras, con la aquiescencia de algunas asistentes de su partido, casi todas mujeres, ya se trasluce la imagen que Cayetana Álvarez de Toledo demuestra a las claras en «Políticamente indeseable».
El pasado sábado tuvo lugar el juramento al cargo de miles de concejales y concejalas, alcaldes y alcaldesas, personas de a pie que en un momento determinado de su vida decidieron dar un paso a la arena, a veces movedizas, de la política local, esa que encuentra en la proximidad con la ciudadanía la mayor de las alegrías pero también la dureza de la incomprensión de quienes desde las calles y plazas públicas en muchas ocasiones no entienden de la colisión entre el querer y el deber, entre el ánimo de ayudar a todas las personas que tocan las puertas de los consistorios y las obligaciones que en muchas ocasiones en forma de marco legislativo marcan el quehacer diario de las personas servidoras de lo público desde el acta capitular.
Mucho nos tememos que, lo que se empezó a estropear en nuestra nación como consecuencia del resultado de los comicios del 28 de abril próximo pasado, debido a la victoria de las izquierdas y el desmoronamiento del centro derecha que, si queremos ser objetivos, deberá esmerarse, cargarse de paciencia y prescindir de sus intentos de parecerse a sus adversarios políticos.
Cuando de un granero se sacan granos y no entran otros nuevos, al granero le pasa lo que a las huchas: si sacas y no metes…mal asunto. Pues eso mismo le ha sucedido al Gobierno de Castilla y León; no se ha renovado, se han tirado años a la bartola, veían imposible que el PSOE tocara poder y ya lo ven. ¿Se acuerdan de Pedro y el lobo? Pues también sirve el ejemplo.
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