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Ayer Sánchez publicó en X, antes Twitter, una "carta a la ciudadanía" en la que amaga con dimitir este próximo lunes. Me mojo y te cuento al final del artículo qué nos va a decir y cuál es la nueva estrategia (más bien trama) que prepara el presidente.
Es inadmisible que se admita una denuncia basada en recortes de prensa. Aunque hemos sufrido hechos similares contra el jefe del Gobierno portugués y en España contra Mónica Oltra, presidenta de la comunidad valenciana. El objetivo ha sido y es derribar gobiernos legítimos y progresistas. Como diría Leonard Cohen "hay una ley, hay un brazo de la ley, y hay una mano del brazo de la ley".
He mostrado públicamente mis diferencias con algunas medidas que ha tomado el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y con su política de alianzas en los últimos tiempos. Lo hice por convicción y lealtad y por esas mismas razones quiero expresarle ahora mi completo apoyo, mi solidaridad, mi afecto y mi agradecimiento.
El próximo lunes, 29 de abril, España se sitúa ante un momento decisivo: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciará si opta o no por continuar al frente del Ejecutivo. Más allá de las repercusiones inmediatas que su decisión pueda tener, este anuncio sirve como catalizador para una discusión más amplia sobre dos pilares fundamentales en la política actual: el proceso de transición de poder y el papel de la comunicación política en la era digital.
No hace falta mucha experiencia para saber que los castillos de arena tardan en construirse, demoliendo necesariamente todo lo que molesta a su alrededor, para, finalmente, contemplar cómo el viento lo derrumba, volviéndole suavemente a su estado natural: arenisca, polvo...
No soy especialista en belleza física y mucho menos en la masculina. Sobre la femenina, debo reconocer que -como cualquier varón- aprecio las facciones nobles (y los andares salerosos) con las que el Creador quiso adornar a las mujeres que estaban destinadas a ser: buenas hijas, buenas esposas y buenas madres.
Hay silencios, otros los llaman escondites, que envían mensajes rodeados de ignorancia histórica, de ignorancia moral, de falsedades impropias de personas con responsabilidad de Estado. ¡Es una pena, entrometerse y además mal, señor Zapatero! ¡Es terriblemente asqueroso escupir realidades, buenas o malas, en vez de DIALOGAR, señor Pedro Sánchez!
Cuando eligieron a su marido presidente del Gobierno, a Begoña Gomez le cambió la vida. No solo la personal, también la laboral. Han sido años ajetreados con muchos proyectos, viajes, reuniones y palancas de las que tirar. Antes de la llegada al poder de Sánchez, era directiva de Inmark, una 'task force' que se dedicaba a contratar a teleoperadores y comerciales de puerta fría para campañas de venta intensiva de adsl y esas cosas.
A perro flaco todo son pulgas, dice un refrán español, que podemos aplicar sin ningún tipo de reserva a ese can que nos gobierna, cada vez menos aceptado y reconocido como Presidente de nuestra Nación, si alguien lo duda puede ver la recepción que le hicieron ayer en Dos Hermanas los albañiles de una promoción de viviendas que fue a inaugurar.
Es un pequeño placer poder remitirle unos cuantos retazos de mi infancia de los años 40. La guerra civil, COMO USTED SABE o COMO SE LA DEBERÍAN HABER ENSEÑADO, (usted nació en 1972), había llegado a su fin con las consecuencias, siempre previsibles, de una tragedia familiar. Todos siguen considerándose “propietarios de unas realidades históricas multicolores”.
Ayer, recién aterrizado de uno de sus muchísimos viajes en Falcon (¡que nos está costando un huevo!) y sin avisos previos del feísimo Puente -el enfadado-, apareció (ridículamente vestido de ayudante de forense) en el Valle de los Caídos, un desmejorado Sánchez para demostrar a “todo el mundo” el gran interés por los muertos del bando republicano de nuestra guerra civil.
La gran verdad de la era Sanchista: la MUERTE DEL PSOE tenía un precio; la MUERTE DEL ESPÍRITU SOCIALISTA tenía un precio; la MUERTE DE LAS AUTÉNTICAS CONCIENCIAS DE IZQUIERDA tenía un precio; la MUERTE DE LAS PERSONAS FALSIFICADAS tenía un precio; la MUERTE DE LA DEFENSA DE LA JUSTICIA EN LIBERTAD tenía un precio; la MUERTE DEL INDIVIDUO tenía un precio..., la MUERTE DE DIOS TAMBIEN TUVO UN PRECIO.
En esta entrada quiero hablaros de Pedro Sánchez, Feijoo, Ayuso y el problema de las parejas. Aclaro de entrada que esto no es una crítica hacia Pedro Sánchez ni hacia ninguno de los sujetos que se nombran en ella, solo es una reflexión personal, tras ver, esta mañana en los informativos, la sesión del Pleno de ayer en el que Sánchez pedía la dimisión de Ayuso. Me he puesto mala y ahora os explico por qué.
Hace ahora cuatro años se declaraba en España, como en casi todo el mundo, el estado de alerta y se cerraba una gran parte de la actividad económica por la expansión de un coronavirus que comenzaba a provocar docenas de miles de muertos. Hace ahora cuatro años, la oposición de derechas decía que en España gobernaba “el peor gobierno de la historia democrática”.
No nos dejan otra opción. Soy europeista pero constato con total certeza que la Comisión Europea se ha vuelto nuestra gran enemiga (la Comisión, no la Unión). Los gobiernos que siguen sus dictados son cooperantes necesarios, por lo mismo son enemigos de sus ciudadanos; léase Pedro Sánchez y su banda de mamertos zascandiles.
Los teóricos, los defensores y los vividores de la democracia actual lo basan todo en la igualdad, un concepto que ha invadido todo, desde el espíritu de las leyes y de los argumentarios políticos, hasta los discursos legitimantes del sistema, pasando por la propia base implícita de la coordinación social ( esas leyes no escritas por las que nos regimos a la hora de relacionarnos con los demás en el trabajo, en nuestra vida social, etc.).
“Quien trabaja con sus manos, su corazón y su cabeza, es un artista” (San Francisco de Asís). O sea, los agricultores, los ganaderos, los pescadores y muchos otros trabajadores son artistas; pero jamás se podrá incluir ahí a los políticos progres, que sólo trabajan con la lengua y algunas veces con el cerebro, pero siempre sin corazón y sin manos.
Yo pido responsabilidad al Partido Popular. Y le pido que estén a la altura de las circunstancias. Porque en política no vale todo y porque no todos somos iguales. Y yo voy a defender el nombre, el mío, el de mi Gobierno sin duda, pero sobre todo voy a defender esta casa, esta institución porque es la cuna de la democracia y porque creo firmemente que los ciudadanos y ciudadanas no se merecen según qué espectáculos.
Siempre me he cuestionado mi futuro. Podría seguir los pasos de mis padres; podría aprender el camino de alguno de mis familiares, abogados, economistas, educadores... Estaría bien, encontraría facilidades, seguramente aseguraría el futuro, pero... ¿Estaría llevando a cabo mi proyecto de vida?
Decía Victor Hugo que el infierno está todo en una palabra, soledad, y me parece que el presidente Pedro Sánchez y sus ministros lo deben estar comprobando muy claramente. No creo que lo que peor lleven sea la permanente carga de la derecha política y mediática contra cualquier cosa que hagan. Seguro que conocen la historia moderna de España y saben que siempre ha habido y hay un limitado grupo de oligarcas que se consideran sus propietarios.
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