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Consecuencia nefasta para el funcionamiento normal de la sociedad democrática española es el actual Gobierno de Pedro Sánchez. Semana sí, y semana también, organizaciones de todo tipo, vinculadas a la defensa de derechos, se manifiestan claramente en contra de todo lo que dispone el Ejecutivo.
La aprobación por mayoría absoluta del Congreso de la Ley Orgánica de Amnistía, habría encendido todas las alarmas en los despachos del 'establishment' españolista quienes habrían preparado una trama judicial para retrasar in eternis la entrada en vigor de la Ley de Amnistía e imposibilitar que Puigdemont pueda regresar del exilio belga como ciudadano libre y revestido de todos sus derechos políticos.
Estoy ya tan acostumbrado a escuchar las sandeces y opiniones malintencionadas de los gerifaltes del PSOE que no me sorprenden nada. Sin embargo, creo que, desde Sánchez, las cosas van de mal en peor. Fíjense sino en lo que ha dicho el diputado socialista Juan José Marcano Dasilva, de origen venezolano, en la Asamblea de Madrid, dirigiéndose a la bancada del PP.
Si la mentira se apropia del Gobierno, comenzando por la cabeza, su Presidente, un país comenzará a ir a la deriva, empujado por las aguas turbulentas que buscan su espacio con la brutalidad de las tormentas. Sabemos lo que es la política nacional e internacional, complejo de intereses compartidos y llenos de contradicciones, pero sólo las revoluciones, si miramos la historia, han sido las “casi” capaces de corregir esa marea podrida que destruye sin compasión.
Muchos fieles idealizaron a Pedro Sánchez porque estaban convencidos de su ideario, de que sólo con decisiones políticas les iba a mejorar la vida. Pero ahora el “ilusionismo” va finalizando, y pasará toda la deuda moral y económica al siguiente inquilino de La Moncloa.
Por desgracia tengo que reconocer que acertamos de pleno quienes pronosticábamos las derivas antidemocráticas de todo orden que iban a producirse si Pedro Sánchez llegaba al poder. Y lo peor es que está dispuesto a que España sea una nación en la que la Constitución que nos dimos los españoles en 1978, sea un papel mojado. Vamos con toda seguridad a una situación insostenible en la que la nefasta arrogancia de este mal gobernante haga imposible la convivencia en paz.
No es mi intención la de recapitular y comentar la ingente cantidad de despropósitos que últimamente padecemos los sufridos españoles en ámbitos como el de la política, la vida social o incluso la religiosa. Es innegable que hoy, después de muchos años de pacífica convivencia y entendimiento, estamos enfrentados como consecuencia del muro de la vergüenza que Pedro Sánchez ha reconstruido.
Sí, este 4 de setiembre de 2024, en la – las – muchas – todas las TVs de la España confusa y confundida, realizó su apoteósica aparición el jefe. Erguido, bien preparado para mentir y engañar, con disfraz llamativo para ello (corbata verde con chaqueta azul sobre fondo amarillo claro) perfecto camuflaje para un rostro hierático y simulón que oculta la auténtica expresión de auto-incredulidad.
Emiliano Garcia-Page, presidente socialista de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, desde hace bastante tiempo mantiene discrepancias con el Gobierno central, en especial con Pedro Sánchez. Una y otra vez pregona sus ideas contrarias a las acciones del Gobierno, pero estas prédicas jamás son secundadas por los diputados castellanomanchegos en las votaciones del Congreso.
Edmundo ya está en España. Ahora está obligado a contar con minuciosidad las atrocidades acaecidas en Venezuela, con ello comprobaremos cómo el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España, José Manuel Albares, ha mentido a los españoles en su intervención ante los medios. Ahí incluyo a la oposición, a los socios de la ultraizquierda y a los panolis del nacionalismo periférico.
Ante la desastrosa perspectiva que se nos viene encima y que el Gobierno conoce perfectamente, aunque sus veintitrés miembros dicen a coro lo contrario, el 'puto amo', apodo con el que Óscar Puente obsequió a Sánchez, ha decidido seguir haciendo de su capa, no un sayo, sino un sayón del tamaño de una piel de toro.
La esencia del humanismo es valorar a la persona, cada persona, por su dignidad intrínseca. Reconocer a cada persona como ser individual y tratarla con el respeto y la consideración como ser individual con naturaleza humana específica, diferencial y trascendente; como tal, superior al resto de los seres vivientes de la Tierra.
De los temas candentes de actualidad en los últimos tiempos destaca la profanación de tumbas, derivada de las leyes de memoria histórica y democrática, unas leyes que ni son históricas, ni democráticas. Todo empezó con la exhumación del cadáver del dictador Franco en el Valle de los Caídos. Pregunto: ¿Sirve de algo remover el pasado en vez de preocuparse por los temas que de verdad preocupan e importan a los ciudadanos españoles?
Cualquier españolito de a pie, con toda su inocencia, preguntaría al Presidente del Gobierno y a cada uno de los Ministros, si para hacer alguna que otra visita, de las llamadas de Estado, se necesita un séquito de 51 personas, 13 escoltas, 12 asesores de comunicación y 5 sanitarios... Algún experto podría calcular, para conocimiento de los mayores de primaria, ¿qué coste supone toda esa para parafernalia?
El periodista Xavier Vidal-Folch es una de las firmas que siempre leo con interés, por su habitual lucidez y porque siempre aprendo de sus escritos, esté o no de acuerdo con lo que dice. Hoy publica en El País un artículo sobre el retraso en el nombramiento del gobernador del Banco de España y plantea muy bien la controversia que suscita el posible nombramiento para el cargo del actual ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá.
Lo vuelvo a decir, una vez más, pero esta vez más completo: Hemos pasado del indecente no es no (mil veces repetido) del traidor Sánchez a Rajoy, al sí es sí, en plan sumiso, de Sánchez a todo lo peor del panorama político que hay en España. En esas dos cortas frases se condensa toda la actividad del cateto de La Moncloa desde que comenzó esta deriva perniciosa.
Son las 9 horas del día 9 de agosto de 2024 y, tras una noche cordobesa, de calor omnipresente, me dispongo a comenzar la actividad propia de un anciano sin obligaciones aunque con muchas devociones. Aunque al tomar conciencia de que mis neuronas estaban en su sitio, pensé: No quiero ahondar en lo de la Cataluña de Sánchez. Pero, como la cabra tira al monte, me siento ante el ordenador para hablar de las muchas tropelías cometidas por el plagiador, cateto y embustero mayor de Europa.
Quienes nacimos en los años 30 del pasado siglo, podemos dar testimonio de múltiples vivencias, de orden político, social, cultural y económico, y opinar con conocimiento de causa y absoluto rigor sobre lo verdaderamente ocurrido en cada momento de esta singladura que está a punto de alcanzar, como es mi caso, los 90 años.
Lo cierto es que siempre hay alguna incompetencia o algún desfase dentro de casi todas las formaciones políticas, un desfase que no satisface al afiliado o militante del partido. Por ello, en ocasiones, se hace imprescindible el cambio de nombres dentro de la organización : es importante para regenerar la tan atacada política. Para llevar a cabo este tipo de cambios son imprescindibles sustitutos eficientes y formados...
Más bien chiringuitón o patio de Monipodio; grande, numeroso en alimañas, improductivo pero gastador expoliando. Ningún otro chiringui le hace sombra, supera todos los parámetros del chiringuiteo. ¡Porca miseria! El bien y la verdad, ¿a qué te suenan, Sánchez? - A mi “plan de acción democrática”. Exacto!, la ley de prensa de Mussolini era exactamente lo mismo que Sánchez plantea; o sea: fascismo puro y duro.
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