| ||||||||||||||||||||||
Vivimos en una sociedad que ha conseguido establecer una paradoja que no tiene fácil solución: mientras que la población está cada vez más envejecida, los mensajes y las formas de vivir son más juveniles. Lo primero es un problema para los jóvenes, que soportarán dentro de veinte años una carga fiscal destinada a pagar las pensiones. Seremos una sociedad de abuelos cuidando abuelos.
De las pensiones públicas sólo se habla para criticarlas como un gasto insostenible, pero, ¿y si resulta que, en verdad, no son, principalmente, un gasto sino un motor de la economía? Es una mera cuestión de cambiar la mirada y, en consecuencia, ver una realidad que se oculta tras toneladas de mentiras de sumisos técnicos (porque siempre hay un experto para cada crimen).
Decir que las pensiones es materia sensible no es nuevo, y no trato de ser original, sino de plantear cómo se ha venido utilizando lo relativo a las pensiones como motivo de bronca permanente, una bronca a muchos niveles y donde los gobiernos han utilizado a los pensionistas y a las pensiones en función de elementos e intereses, siendo el fundamental el del “chantaje político”, con el consabido déficit crónico de la Seguridad Social.
Los pensionistas en España están viviendo una de las etapas más complicadas de los últimos tiempos. La subida constante del coste de la vida, el encarecimiento de bienes esenciales como la vivienda, la energía y la alimentación, y la falta de una actualización real de las pensiones en función del IPC, está llevando a miles de personas mayores a una situación económica insostenible.
He tenido ocasión de leer, con gusto y satisfacción un artículo firmado porJosé Ramón Riera, "La derecha sube las pensiones, la izquierda las retenciones", que aclara bastante el panorama y tramoya que tienen amarillamente difundida y arteramente dispuesta desde el “Gobierno” en la cruda actualidad.
La Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP), formada por 517 organizaciones, se ha concentrado en 70 poblaciones de todo el país con el lema ‘Somos 48 millones para Blindar las Pensiones en la Constitución’, según aseguran en un comunicado para “defender las pensiones públicas de los ataques que están sufriendo y para decirle a Bruselas que no vamos a aceptar nuevos recortes”. En Madrid lo han hecho frente al Congreso de los Diputados.
Cuando se habla de aumentos porcentuales en las pensiones, se ignora que el impacto no es el mismo para todos. Un 2,8% de una pensión de 1300 euros supone una subida de apenas 36,4 euros del bruto, no del líquido a cobrar, con lo cual el resultado son 21,50 euros de subida, mientras que para quien cobra 2000 euros, el incremento asciende a 56 euros, aplicando las mismos cálculos que anteriormente.
El rechazo al decreto ley presentado por el Gobierno, donde Junts y Partido Popular (PP) votaron en contra, ha generado una gran preocupación social. Este decreto incluía medidas clave para garantizar el bienestar de millones de ciudadanos, como la actualización de las pensiones de 12 millones de pensionistas, ayudas urgentes para los afectados de la DANA en Valencia y la subvención del transporte público para hacerlo más accesible a los sectores más vulnerables.
El incremento de 2,8% de las pensiones para el año 2025 ya es definitivo y queda equiparado a la subida del IPC durante el año 2024 (calculada en base al dato interanual que va de diciembre de 2023 a noviembre de 2024), que se aplicará a la mayoría de prestaciones, aunque las pensiones mínimas y las no contributivas lo harán aún más.
El Gobierno de España ha anunciado una posible subida del 2,8% para las pensiones en 2025, siguiendo la norma de revalorizarse según el IPC, sin embargo, este incremento está generando debate, especialmente entre los pensionistas que perciben ingresos más bien bajos. La realidad económica actual, caracterizada por un aumento generalizado de los precios, hace que esta medida se perciba como insuficiente.
Con el cierre del año a la vuelta de la esquina, el plazo para realizar aportaciones a planes de pensiones en España —con un máximo de 1.500 euros anuales— también está a punto de expirar. Estas aportaciones, no solo son clave para ahorrar de cara a la jubilación, sino que además ofrecen ventajas fiscales al reducir la base imponible del IRPF.
La vida de un pensionista es, sin duda, un reflejo del esfuerzo y la dedicación de toda una vida laboral. A menudo se habla de la jubilación como una etapa de descanso y disfrute, pero la realidad puede ser mucho más compleja, especialmente cuando las políticas y las decisiones económicas afectan directamente a su bienestar.
En marzo de 2025, la Unión Europea (UE) revisará la reforma de las pensiones y ya ha avisado que pretenden exigirnos nuevos recortes. En los próximos cinco meses nos jugamos mucho para proteger nuestras pensiones públicas. La última reforma incluye una condición, que la UE supervisará la evolución del Sistema Público de Pensiones cada tres años.
Evidentemente, las pensiones no pueden subir menos que el IPC anual, porque la subida es del cómputo medio del año anterior y en febrero de cada nuevo año el coste de la vida ya se ha incrementado más, y los jubilados tienen que esperar a que transcurra el año, para que se revaloricen sus ingresos.
El FMI (Fondo Monetario Internacional), sugiere adoptar medidas para la sostenibilidad del sistema de pensiones, dado que las personas viven más tiempo, la población está envejeciendo y faltan trabajadores que coticen. Por todo ello, consideran que se deben de tomar medidas para equilibrar los ingresos y los gastos, evitando déficits insostenibles, por lo que pretenden, limitar las subidas de las pensiones y al mismo tiempo seguir subiendo la edad de jubilación.
El Tribunal Supremo reconoció en febrero de 2023, mediante una sentencia, el derecho de muchos pensionistas a reclamar a Hacienda parte del dinero cotizado de más, entre el 1 de enero de 1967 y el 31 de diciembre de 1978. La sentencia 707/2023 establece que los pensionistas tienen derecho a disfrutar de una reducción fiscal del 100 % por lo cotizado hasta el 31 de diciembre de 1966 y de un 25 % por lo cotizado entre el 1 de enero de 1967 y el 31 de diciembre de 1978.
Se cambió la Constitución -artículo 135-, con premeditación y alevosía, con nocturnidad y felonía, sólo, y solamente, para asegurar el cobro de la deuda pública por los fondos buitres extranjeros. Tenemos que cambiar la Constitución para garantizar las pensiones públicas laboriosamente merecidas por nuestra juventud.
Con la nueva subida de las pensiones del 3,8%, Hacienda también hace caja con el descuento al alza. De qué vale a un pensionista que le apliquen la subida estipulada, si por otro lado le quitan el doble para Hacienda. Estamos hablando de pensiones más bien bajas, que pueden tener una subida de 18 o 20€ al mes.
En 2024, la nueva reforma del sistema de pensiones español afecta a todas las modalidades de jubilación despertando un gran interés por comprobar cuál será la edad ordinaria de jubilación. Además, con esta reforma se modifican las condiciones para solicitar la jubilación anticipada, resultando imprescindible conocer los criterios incorporados por la Seguridad Social como el incremento del periodo cotizado y los nuevos requisitos para anticipar la pensión.
El sistema público de pensiones está en constante evolución, desde la reforma que comenzó a abordarse en 2013, y este 2024 no iba a ser menos. La edad de los españoles y las españolas que se quieran jubilar este año con el 100% de la pensión aumenta hasta los 66 años y 6 meses para aquellos y aquellas que hayan cotizado menos de 38 años. No obstante, continuará en los 65 años para los que hayan superado esa barrera.
|