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Carmen es licenciada en Derecho, cuenta con un máster en Asesoría Laboral y es coach ejecutiva. Comenzó su trayectoria profesional ejerciendo como abogada para posteriormente decantarse por los Recursos Humanos. Desde 2012, es la directora de Personas y Organización de la Unidad de Negocio de Aguas de Mahou San Miguel, puesto que compagina con el de Lead de Felicidad desde abril de 2021.
La trama constitutiva de cada persona es inabarcable e insustituible. Se forja a través de los hilos interiores y con las influencias exteriores, pero con el carácter singular de una entrañable consistencia. Las etapas de sus trayectorias aportan infinidad de ricas matizaciones sujetas a explicaciones complejas.
El nuevo estudio del Real Patronato sobre Discapacidad profundiza en aspectos como la ciudadanía activa y los derechos humanos, la inclusión y participación social, la autonomía personal y la vida independiente, la igualdad y la diversidad y la accesibilidad universal, teniendo siempre especialmente en cuenta la perspectiva de género, la ruralidad o a las personas con grandes necesidades de apoyo. Además, el trabajo recoge la opinión de la ciudadanía.
El día 1 de Noviembre la Iglesia Católica celebra la festividad de Todos los Santos. La palabra Santo siempre se ha identificado con aquellos hombres y mujeres que viven las virtudes cristianas con tal grado de entrega y perfección que la propia Iglesia los elevaba y los sigue elevando a los altares, declarando solemnemente su santidad como ejemplo de vida para toda la Iglesia Universal.
No hay forma de agradecer a quienes con una parte de sí contribuyen a que cada quien se encuentre en las aguas del futuro manifiesto, a través de la concreción del presente. Las palabras y los afectos son insuficientes cuando se tiene la clara consciencia de que, cuando alguien decide caminar a nuestro lado quita parte de su vida a otras cuestiones para fundirla con nosotros.
En Estados Unidos, varios gobernadores republicanos han estado reclutando grupos de migrantes y solicitantes de asilo, familias enteras en muchos casos, para enviarlos en autobús y avión a las llamadas ciudades “liberales”, como Nueva York, Chicago y Washington D.C. La mayoría —o la totalidad— de estas personas están en el país de manera legal, a la espera de la aprobación de sus trámites migratorios.
El otro día estaba tomando café con mi niña en la cafetería del aeropuerto mientras esperábamos a un familiar, mi mirada estaba perdida entre las mesas y la gente que iba de un lugar a otro, cuando noté que mi hija me daba un pequeño codazo y me decía, algo molesta, que no la estaba escuchando.
Cada vez me siento con menos argumentos para dar una opinión sobre la vida de los demás, al menos para que ésta brote de mí de manera espontánea, porque solo cada quien sabe por qué y para qué vive como lo hace. Necesitaríamos pasar gran parte del día con una persona para tener una aproximación menos injusta sobre la elección que ha hecho de su propio camino.
En El Corte Inglés buscando el nuevo bestseller policiaco de la mujer del tiempo de Antena 3, me ayuda un vendedor muy simpático que es a su vez escritor de novela histórica visigótica, que al mismo tiempo que a mí, atiende a una chica que le comenta que tiene TOC y escribe novela romántica con el alias “Sagrario”.
Me llamo María y soy la actual presidenta de Gobierno de España. Ah, no, eso ocurrió únicamente en mis sueños, ya que en España, aún no ha habido ninguna presidenta mujer, pero no os preocupéis, no es que exista machismo, jamás haría una acusación así, simplemente, los que ocupan los asientos en los partidos políticos, consideran que no hay mujeres suficientemente capacitadas para ostentar el cargo de presidenta de gobierno.
Yo suponía que el adjetivo no estaba oficialmente registrado por la Real Academia, que es quien se encarga de tan necesaria y sin embargo poco reconocida labor. Me equivocaba. Según la regia institución, es lo guay algo bueno, atractivo, sugerente, y se reserva a cosas o situaciones. Sin más. El diccionario no se ocupa sin embargo de la acepción aplicada a personas, y es este el terreno que a mí me interesa. Seguro que ustedes ya intuyen por dónde voy.
Ya lo sabía, pero últimamente lo he confirmado, todos tenemos un precio, y yo no voy a ser menos. Esta idea surgió de una conversación que tuve anoche con un amigo, también escritor, al que le comenté la locura en que se había metido al aceptar escribir una biografía. Yo jamás acepto biografías, él lo sabe, y todo el que me conoce lo sabe, o eso creo, y si no lo saben, ya se lo digo.
A la luz de esta realidad que vivimos actualmente, donde hay una falta de avances en liderazgo, gobernanza y financiación a los más desvalidos, quiero agradecer la labor de esas gentes comprometidas con la verdad, totalmente entregadas a los ojos de la vida, con la energía necesaria para embellecer los instantes, lo que contribuye al sosiego, que es lo que nos hace repensar y ver los frutos de renovación interior que necesitamos.
Evoca el nombre a una de esas niñas repipis de serie de televisión setentera. Pero Mary Ellen (nacida Wilson) no tuvo ocasión precisamente para ser repipi. Y seguro que sus progenitores no eran versados en literatura clásica griega; lo digo porque hasta pudieran así haber apelado a la sentencia aristotélica, esa según la cual “siendo un hijo propiedad de los padres, nada de lo que se hace con una propiedad es injusto”.
Facebook se ha convertido en una empresa de alcance mundial cuyo valor de mercado supera el billón de dólares. Sus plataformas permiten que las personas de todo el mundo se conecten en línea con familiares y amigos, compartan fotos y den “me gusta” a las publicaciones de los demás. Pero detrás de esta fachada benévola e inofensiva se encuentra una vasta red de información de la que obtiene ganancias al promover la discordia, la violencia y la trata de personas.
Interesante concepto este por el que pasamos a diario sin darnos cuenta, o mucho peor despreciando sus repercusiones sobre la existencia particular y social. Accedemos a una playa, entramos en la oficina, llegamos al domicilio particular, deambulamos por plazas o avenidas; como meras piezas mecánicas o como entes pensantes sabedores del posible sentido de dichas acciones.
Ser extraño, exagerado, raro, especial, rechazado, ser diferente o normal, culto o vulgar, amoroso, irascible, melancólico al tiempo que eufórico; da igual el calificativo que usen al etiquetarte, así como da lo mismo el calificativo que tu expongas en contra o a favor de ti mismo. Las opiniones son inevitables, incluso necesarias, sin embargo, no son más que eso, opiniones y puntos de vista.
Podemos ser dueños de nuestras propias ideas y creencias o formar parte de un rebaño que otros dirigen. Tengo la impresión de que hemos pasado sin darnos cuenta de personas a individuos. Muchos pensarán que es lo mismo, pero opino que no. El individuo se asemeja más al integrante de un rebaño mientras que la persona es alguien único, distinto a todos lo demás.
Tenemos que reconducirnos, buscar tiempo y espacio para la restauración física y mental, si en verdad queremos posibilitar el encuentro y salir de este caos en el que nos movemos con espíritu comercial, más que humano, que es lo que favorece el acercamiento con la naturaleza y con nosotros mismos. Sin duda, lo trascendente es brotar cuanto antes con otras energías renovadas para poder salir de este mercado egoísta.
Ciertamente el hombre, como ser humano, poco tiene que desvelarnos sobre su condición, sus apetencias y sus propósitos. Esopo, escritor cuya existencia se inscribe entre la realidad y la tradición de la Grecia clásica del siglo V a. C., entre otras de las muchas enseñanzas que nos legó nos dejó una que podemos considerar como el paradigma de lo que somos las personas. Se trata de la fábula de la rana y el buey.
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