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Sol pasa pronto, mi vida se acaba.
Quince minutos antes de la una de la madrugada y ni una sola línea escrita en la pantalla. Las notas minimalistas de Max Richter se escuchan al fondo. Los minutos avanzan, el segundero del viejo reloj de pared no tiene piedad conmigo. Intentos y más intentos, pero la pantalla sigue en blanco.
¿Me recordás monstruoso avasallándote mudo y silenciándote?
No sé si serás de Asís o en cambio serás de Borja, ambos de muy buena forja que no los separa un tris.
Como quien exhibe en una feria de atracciones un fenómeno extraordinario, Rolando Revagliatti abre la cortina, en este libro, a una realidad cruel y fascinante. Una posible conjetura se insinúa desde el principio: nada es más cruel y fascinante que la existencia. Mirada desde cualquier ángulo, la presencia, la proliferación, el comportamiento de los seres y las cosas, no resiste una prueba de justificación, de sentido suficiente.
Imposible meterse en la mente/corazón del otro, sin importar cuán cercano sea y de quién se trate. A pesar de la experiencia acumulada, los conocimientos adquiridos y los avances en las distintas áreas del saber humano, es irreproducible la experiencia propia, en consecuencia, es una interrogante el mundo interior de nuestro vecino.
El atrio de la iglesia parroquial de Santa Ana, situada en la Plaza de España de Granátula de Calatrava, se volverá a llenar, por segundo año consecutivo, de magia y emoción con el recital “Palabras en silencio”, en el segundo encuentro poético ‘Poesía en Granátula’, coordinado por el poeta solanero Luis Díaz-Cacho. Es una actividad organizada por el Ayuntamiento granatuleño a través de su área de Cultura y el Grupo Oretania. El apartado musical estará a cargo de la ‘Rondalla Oretana’.
Les presento estos mis dos libro de relatos, y de "pohemas". Los relatos recogen momentos netamente original y con alta calidad realística, ante la tradición cotidiana, que ofrece la vida, ritualizando en la celebración del lenguaje, los misterios y experiencias que nos deja el camino de la vida al deambular por el, reafirmándose que también aprendemos en el camino.
La pistola blanca… No provocaba heridas, pero transformaba almas. Esa pistola era magia. La poseía un poeta y gastaba todas sus balas, nadie sabe si esa historia fue real o fantasía, un invento que contaban las vecinas de allá arriba.
Para muchos, entre ellos yo, el tránsito por la reciente pandemia fue más llevadero gracias a asirse a la poesía. La poesía fue una especie de refugio en los días aciagos de incertidumbre, miedo generalizado y confinamiento. El primer año de la enfermedad ha sido uno de los periodos en los que más he asumido el estado poético permanente.
Tengo entre las manos un pequeño volumen de poesía, “Asimtomàtic”, versos escritos por Joan Carles Martí y editados por la editorial valenciana “Vincle”. Joan Carles y yo nos conocemos desde hace años. Ahora él, periodista de raza, es el subdirector del diario Levante-EMV. Este es el primer poemario de Joan Carles Martí, gran lector de poesía, y eso se nota en estos versos que nos llevan a pasear por un trozo de su vida.
Era un hombre amoroso y sensible su alma destellaba la blancura y aun cuando hizo todo lo posible para llevarme a la presencia del cura no logró persuadir mi alma obscura ni salvar mi mente de la inminente locura.
Reconocido como el gran ícono del cine y las artes marciales, fundador del Jeet Kune do, un arte que cambió el mundo de las películas de artes marciales para siempre. Pero Bruce no solo fue un experto en el mundo de las peleas, sino también en el campo de la literatura, era un lector voraz, filósofo, escritor, guionista y poeta, que pasaba horas en su biblioteca personal, llegando a ser autor de dos libros.
Tsipi Sharoor es una reconocida escritora, poeta, editora y educadora israelí. Ha publicado 37 libros de prosa y poesía para adultos y jóvenes. Fue editora de "Moznaim", revista literaria de la Asociación de Escritores Hebreos de Israel. Iris Calif (Israel) es escritora, poeta, bailarina y traductora de poesía del inglés al hebreo. Es responsable de las conexiones internacionales para la revista de cultura y literatura en línea "En la dirección del viento".
Me conmueve los esfuerzos de quien busca salir adelante pese la adversidad y las propias limitantes. Me emociona y me enternece ver cómo es que pudiendo quedarse en la comodidad de la somnolienta cotidianidad, hay quien se sacude la modorra, se despabila y busca nuevas formas de vincularse con la realidad.
Scarleth López, conocida artísticamente como Scarleth Luna, nació en Tegucigalpa, el 21 de septiembre de 1997. Es Licenciada en Pedagogía y Ciencias de la Educación con Orientación en Educación Especial, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Defensora de los derechos humanos, escritora y poetisa, ha participado a nivel nacional e internacional, escribiendo destacadas obras.
No son necesarios los detalles, cada uno se desvanece en la oscuridad del cementerio. En bolsas negras se marchan los cuerpos, con soledad y silencio de espantos. Sin el adiós ni la lágrima que refresque el ataúd, donde se van los sueños.
Verónica Mayorga Paz es una poeta mexicana, licenciada y amante de la literatura. Ha conseguido hacer que su voz poética tome vigencia hoy día, mientras el mundo es consumido por la locura y el amor se nos vuelve lejano, entonces ella utiliza los cinceles de la poesía y nos devuelve a los lugares en donde la ternura es el lenguaje de quienes han decidido hacerse en la utopía de la vida y la construcción de un mejor mañana.
Cuando el cartero llama a la puerta y trae un paquete siempre es motivo de alegría. En esta ocasión, el paquete me llegaba desde mi tierra, el País Valencià, y la remitente era una vieja conocida y buena amiga. Adriana Serlik, desde la comarca de La Safor, me enviaba sus penúltimos versos, porque los últimos seguro que los está escribiendo en estos momentos, recopilados en un pequeño volumen titulado “Desconciertos”.
Hemos creado un imperio de respuestas bajo un castillo de arena. La complicidad está en el aire, las palomas en sus arrullos y zureos vuelan en la interrogación. El poema que escribimos se borra, nos mira con devoción en las cenizas de un volcán oculto en la palabra.
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