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En Asturias la situación de la sanidad pública es muy alarmante, porque faltan médicos de atención primaria. También es algo que es verificable, ya que existen pocos médicos especialistas para la cantidad de pacientes que tienen que ser atendidos, de forma eficiente y rápida. En la sanidad privada la atención médica es mucho más rápida y ofrece la realización de más pruebas diagnósticas de alto nivel, con lo que la calidad de la misma es superior.
Una cuarta parte de los españoles ya paga un seguro privado. Ante la dificultad y los retrasos en la atención primaria pública, muchos -de los casi 11 millones de españoles con seguro privado- gastan 20 euros mensuales en una póliza básica, meramente para ser recibidos por un médico de familia. El empeoramiento de la sanidad pública está generando el aumento de la sanidad privada.
Las movilizaciones en defensa de la sanidad pública se han extendido por toda España. No es un sarpullido leve y pasajero. Es la expresión de una grave dolencia que sufre la sanidad pública de nuestro país. En unas comunidades aflora con concentraciones, manifestaciones y huelgas, en otras está larvado.
Ha llegado a mis manos el escrito de un médico interino de Atención Primaria en Asturias. Jaime no tiene la posibilidad de darle la difusión que en mi caso modestamente puedo hacer. Acorde con mi posición y mis análisis habituales, siento la obligación de darle la máxima luz posible porque Jaime expresa desde una experiencia y reflexión personal las carencias y los peligros colectivos que enfrenta nuestra sanidad pública.
La sanidad pública, se encuentra en estado de coma. No hay suficiente personal para dar atención a los enfermos, tampoco hay espacio para poder acogerlos de forma correcta y conveniente, y los casos atendidos por puerta de urgencias no tienen derecho a tener una cama siendo retenidos en las unidades de observación o son acomodados en los pasillos, ofreciendo la peor de las imágenes, ya que no parece que estemos en un país considerado del primer mundo.
La sanidad pública española es no sólo una cuestión de vida saludable, es también una cuestión de Estado, una cuestión de España como país. Sin embargo, en 2023 enfrentamos los mismos problemas que en 2022. Por eso no cesan las movilizaciones ciudadanas y profesionales.
Cuando hay algún problema de importancia, lo que no es justo es que los ciudadanos españoles, que pagan para tener una sanidad pública todos los años de su vida, tengan que abonar de su bolsillo a médicos especialistas de la sanidad privada. Y esto ocurre, porque los tiempos de espera son larguísimos, de más de medio año o de más de un año.
La sanidad pública en España ha pasado de ser una de las mejores del mundo a estar en la UCI, no solo llevamos muchos años en decadencia, sino que cada vez está más estrangulada, en todos los sentidos. Cuando nos ha llegado la pandemia, se ha visto la falta total de todo en general, hasta el punto de tener que elegir, quien debería vivir o no.
En urgencias en el Hospital de Cabueñes de Gijón no hay ningún neumólogo, porque no hacen guardias de urgencias. Tiene que dar un médico de cabecera o de atención primaria el volante para que den una consulta y puede no haber médico oficial de atención primaria. Puede haber un médico distinto cada varios días. Y si dan el volante puede haber una espera de meses para un neumólogo.
En la trampa del cinismo político. En poner el foco allá donde quieren que alumbremos y no donde debemos iluminar. La desesperación por una cita médica que parecía no llegar nunca vía sanidad pública, me empujó hacia la acera de enfrente. Vallada, exclusiva y aparentemente mejorada, te invitaba a eliminar cualquier tipo de traba burocrática a golpe de talonario. Bienvenida sanidad privada. Fácil, legítimo, pero, en el fondo, también peligroso.
La atención de Salud Primaria en España está siendo insuficiente por muchas razones. Entre ellas, las esperas para que los ciudadanos sean atendidos presencialmente en las consultas. En Madrid, por ejemplo, es habitual que las personas tengan que esperar dos semanas para acudir a la consulta médica presencial. Las citas para los especialistas se retrasan con frecuencia y las listas de espera para operaciones suponen una espera demasiado larga para los pacientes.
Festejar a una mujer, médico de familia. Merece la pena. Aunque esté en Ciudadanos, o por eso. Fue el motivo que animó para ir a aprender en el Foro Salud. Con Verónica Casado, consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León. No estuvieron los que podrían, incluso deberían, haber ido: el Presidente de su comunidad autónoma, Fernández Mañueco, que la nombró Consejera, y Arrimadas, mandamás de su formación política.
Aquél que no haya vivido el proceso de redacción de una tesis, no puede imaginar la cantidad de esfuerzos y sacrificios que conlleva la presentación de la misma, desde el día en que se decide introducirse en el maravilloso –aunque proceloso- campo de la investigación universitaria.
El acoso a que se está sometiendo a PODEMOS, al vicepresidente y varios ministros es totalmente irracional, lo realizan elementos que dan la cara, gestos, proliferación de amenazas de muerte, asaltan la vivienda e incluso amenazan a sus hijos, están siguiendo la misma táctica del nazismo contra los hebreos, ellos llegaron a asesinar a 6 millones de personas, ¿es ese su fin? Lo triste es que el Gobierno en sus cuatros cargos que podrían actuar están silentes.
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