| ||||||||||||||||||||||
La llegada de la Semana Santa confiere un halo especial a cualquier ciudad que se precie: el olor a incienso, el sonido de los tambores retumbando por las calles, las notas de las bandas de música, calles repletas de nazarenos y tronos, y alguna que otra saeta improvisada -o no- de alguna vecina desde su balcón, son notas características de estos días que invitan a planear una escapada.
Playas casi salvajes, con más de 8 kilómetros de longitud, sin grandes agresiones urbanísticas, bañadas por limpias aguas oceánicas, mercadillos artesanales que se esparcen por calles festoneadas de hoteles, restaurantes, chiringuitos y bares de copas.
La próxima Semana Santa serán muchos los consumidores realicen desplazamientos por vacaciones, contratando bien en hoteles o bien en apartamentos turísticos. Recientemente ha habido casos de fraudes relacionados con el alquiler de estos últimos. Es esencial tener en cuenta una serie de recomendaciones básicas y extremar las precauciones para que no se produzcan estos engaños. Y es que, bajo una apariencia normal, puede estar detrás una presunta estafa.
40.166 nuevas plazas en sus trenes AVE, Avlo, Alvia, Euromed e Intercity a los destinos más demandados como Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana desde el viernes 31 de marzo hasta el lunes 10 de abril. Renfe establece un total de 113 trenes en doble composición, lo que supone un aumento de plazas del 3,9% respecto a la oferta habitual de estos servicios.
La Semana Santa es una época en la que muchas personas aprovechan para hacer una escapada y disfrutar de unos días de descanso. Sin embargo, no todo el mundo tiene la posibilidad o el deseo de viajar en estas fechas. Si este es tu caso, no te preocupes, hay muchas formas de disfrutar de tu tiempo de ocio sin moverte de la ciudad.
Se acabó la agitación en la que ha vivido Málaga a lo largo de la Semana Santa y sus prolegómenos. Desde que se iniciaron los traslados hasta el domingo de Resurrección, han sido semanas de una auténtica excitación popular y cofrade. Toda Málaga ha vivido intensamente el mayor acontecimiento religioso y cultural que celebra la ciudad y en éste año de una manera muy especial.
Ayer terminaba la Semana Santa con la Vigilia Pascual que anuncia que Cristo ha resucitado, pero no sé yo si los que nos decimos cristianos y vamos a misa, al menos cada domingo, sabemos lo que decimos cuando recitamos el credo y decimos “que fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos y subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre y desde allí ha de venir a juzgar vivos y muertos".
Llegaron las fiestas de Semana Santa después de dos años sin celebrarla a causa de la pandemia. Siempre me ha resultado un tanto incongruente llamar fiestas a la semana en que Jesús de Nazaret después de haber lavado los pies de sus discípulos y dado su cuerpo y su sangre, es apresado en Getsemaní y comienza su Pasión.
¿Para qué Semana Santa, preguntan los descreídos? ¿y por qué en esa Semana, hay un ambiente distinto? Pues yo voy a responderos con respeto y con cariño, basado en la percepción que tengo desde muy niño.
Después de dos años del obligado silencio procesional impuesto por la pandemia en todas las ciudades, pueblos y rincones de Andalucía y España, regresa a nuestras calles el olor a incienso, la excitación cofrade y la imaginería de las Vírgenes dolientes, los Cristos azotados o crucificados junto a un pueblo que se agolpa masivamente entre la curiosidad, la admiración o el fervor sentimental y religioso.
Con el fin de las restricciones, cada vez más personas se animan a reservar sus vacaciones lo antes posible. Da igual si se trata de una pequeña escapada de un fin de semana o tus merecidas vacaciones de verano, todos merecemos desconectar de vez en cuando. Por suerte, en nuestro país contamos con una gran variedad de destinos de playa y de montaña ideales para desconectar nuestra mente y recargar las pilas al máximo.
El mes de marzo ha sido bueno en consumo para la capital de España, aunque claramente atípico y anómalo, según el estudio iTB de TrueBroker. Durante marzo, acontecieron dos fenómenos atípicos.
Cada año al llegar la popular Semana Santa tenemos que refrescar la memoria para pensar de qué manera se tiene que celebrar el recuerdo del sacrificio expiatorio de Jesús para salvar al pueblo de Dios de sus pecados. Jesús estableció la manera de recordar se sacrificio durante la cena que compartió con sus discípulos la noche en que fue detenido, la víspera de su muerte en la cruz. La versión que da del evento el evangelio de Lucas, lo hace así: “Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió, y les dio diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado, haced esto en memoria de mí. De igual manera, después de haber comido, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama” (Lucas 22: 19, 20).
Crecen los agnósticos, está de moda. Hoy, cuando uno piensa, se resquebraja el espejo. Las cosas ya no son lo que parecían. La moda es creerse “autosuficiente”: Yo soy YO y mi pequeño mundo.
Pero cuando llega el Domingo de Resurrección no tengo más remedio que ceñirme a la principal y gritar jubilosamente que Cristo ha resucitado. Sí, ya lo sé, esta es una noticia antigua. Uno noticia que se convierte en nueva cada vez que recordamos que resucita en cada uno de nosotros.
Comenzaron a vacunar a maestros y profesores como parte esencial de los esenciales. Son los que apenas se quejan, los que aún no han salido a las carreteras con sus coches a pulsar cláxones en manifestaciones, los que se inventaron el malísimo método de la no “presencialidad”, con tal de dividir al alumnado y evitar que el aula burbuja fuera tan grande que hiciera imposible el acto educativo y curso académico.
La crucifixión era uno de los castigos más brutales que el hombre ha utilizado a lo largo de la historia. Atado o clavado en una cruz de madera, el condenado sufría una terrible agonía física y mental hasta su muerte.
La respuesta está a la vista: la fe se enfría, las palabras de Jesús no encuentran eco. La bienaventuranzas, el mejor programa que jamás se haya formulado para conseguir un mundo mejor en el que reine el amor y la justicia ha sido abandonado por la oferta marxista, la oferta liberal o la oferta globalita del Nuevo Orden Mundial.
Es público y notorio, que lo importante es la fortaleza de nuestro interior, con firmes convicciones y seguro anhelo, manteniendo relaciones respetuosas entre sí. Ciertamente, por muy variadas que sean las situaciones, todos nos merecemos una escucha atenta y una mano tendida en cualquier momento existencial. Precisamente, los creyentes saben que Jesús sube a la cruz para acompañar nuestro dolor. Son muchas nuestras flaquezas, pero siempre surge esa vía emocional que nos restaura para cambiar el rumbo y hacer las paces. Por desgracia, hemos invertido demasiado tiempo en contiendas inútiles, en sembrar odio por doquier y es el momento de actuar desde el sentimiento y con coraje.
La Semana Santa del año 2019 se desarrollo como la de todos los años. Con la zozobra, propia del clima, por parte de las cofradías pendientes de la cambiante meteorología primaveral; las discusiones sobre la nueva ubicación de las tribunas; el nuevo recorrido de los desfiles procesionales o las diversas alternativas propias de cada Semana Santa. Las calles estuvieron llenas de turistas, de devotos y de participantes en los jolgorios de exaltación del alcohol, desgraciadamente cada vez más habituales. Se quedó sin salir alguna cofradía, algunos chaparrones y poco más. Como siempre.
|