En muchas ocasiones en las que me encuentro con una confrontación entre dos posturas radicales, recurro al anuncio de un aceite de oliva -de una excelente calidad, por cierto-, que se basaba en la Y. Decía, más o menos: “el secreto está en la Y”.
La semana pasaba les hablaba de la acogida por el pueblo español del “Aquarius” de una forma elogiosa. Ha sido una excelente operación que ha culminado de una forma bastante aceptable. Mientras, sigo recibiendo notas de la Cruz Roja malagueña en las que me indican el resultado de las operaciones de salvamento realizadas desde Málaga cada día. El pasado martes recibo la siguiente: “Buenos días, compañeros/as, Os informamos del balance de la atención anoche en el puerto de Málaga de 166 personas subsaharianas rescatadas de varias pateras (155 hombres -entre ellos, 1 menor- y 11 mujeres-, entre ellas, 1 embarazada y 1 menor-): 3 traslados a hospital. Gracias, saludos”.
Nada más en la escueta nota que me envía Miguel Prada desde la Cruz Roja. Así cada día. Por otra parte hablo con Francisco Cansino, de la CEAR (comisión española de ayuda al refugiado). Allí también están desbordados. No tiene tiempo ni de quejarse.
El resto de España parece que, después del rescate mediático del Aquarius, mira hacia otro lado a ver si hace buen tiempo. Miles de subsaharianos esperan la oportunidad de jugarse la vida en lanchas de plástico para encontrar “el dorado” del Madrid y del Barcelona y la vida muelle de los europeos.
Al final, cuando se agotan los medios, dejan a los inmigrantes en las carreteras y que se busquen la vida. Yo no tengo la solución, pero, por lo menos, hago patente mi solidaridad con esos miembros de los barcos de rescate de Salvamento Marítimo, los benditos miembros de la Cruz Roja y los hospitales que acogen a estas criaturas que luchan por la supervivencia.
Un segmento triste el de hoy. Pero termino con el recuerdo del anuncio de marras. “El secreto está en la Y”. España se tiene que volcar con los náufragos del Aquarius… Y… con todos los demás que llegan cada día a la Costa del Sol y de las pateras. (Foto de Cruz Roja).
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