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​Preguntas abiertas a Massanet, sobre su dieta de la naftalina en cápsula

​Expongo un comentario de uno de los últimos artículos de Massanet y entramos en materia
Ángel Padilla
lunes, 29 de junio de 2020, 08:02 h (CET)

Me dirijo abiertamente a Miguel Massanet, colaborador del diario Siglo XXI, que en su sección llamada "Sin tapujos" lanza sin cesar artículos con contenido nacionalsocialista exacto al que reproduce, por ejemplo, la obra "El florido Pensil", libro que partiendo de textos y viñetas reales de la época franquista, se analiza de aquel ayer felizmente superado: la escuela cotidiana del profesor hostiando a los niños, los tebeos de Roberto Alcázar, imágenes de Franco inaugurando pantanos y Yon Güein matando indios... Ud. es un heredero entero y completo de esas figuras de espectrogénesis, vivito y coleando, hoy, aquí, largando esas mismas cosas en pleno siglo XXI! ¡Una figura de cera que se ha puesto a andar!

Lo más cojonudo -alucinante, preocupante- es que la derecha -su derecha, Massanet- ha creado, ya lo hemos visto, un partido que es legal -porque la ley es epocal y permite cosas que luego no permite, y así...-, pero que perora cosas contra los derechos humanos. No hay debate. Una ideología, la suya, que hostiga aquello que no sea la familia tradicional: mujer, hombre y niños, y toda ideología que no vaya por amar España y su ejército, sus reyes y todo lo que rechazaba Larra de este feudo y de lo que la generación del 98 anunció como anclante, mórbido, pútrido, todo eso, vamos a barrerlo de una vez, pero no de este lugar, sino de todo el mundo, donde las derechonas están ganando terreno y es una mala noticia para la libertad.

Expongo un comentario de uno de los últimos artículos de Massanet y entramos en materia:

El artículo se llama "El teletrabajo, ¿el invento del siglo?"

En uno de los culmen esperable en Massanet, pues jamás habla de algo para honrarlo sino para criticarlo -y se va viendo venir conforme te adentras en lo que dice-, cierra un nudo descriptivo que, como dije, pertenece a otra época, en la que la cabeza de este señor sigue viviendo:

"Cuando uno sale de casa para ir a trabajar, deja atrás los problemas familiares, la presión de su mujer para que le dé más dinero, los problemas de estudios de los hijos y la insoportable machaconería de la suegra empeñada en que le pongan su programa favorito en la TV. En realidad el ir al trabajo es un remedio necesario, un descanso balsámico para la salud del trabajador, un lugar en el que hablar de todo sin el temor de meter la pata ante sus deudos. Incluso las regañinas de los jefes o los momentos de zozobra ante el peligro de un despido, son muchas veces compartidas por el resto de compañeros, lo que crea un clima de unión ante el peligro común que, en modo alguno, se produciría si cada uno de los trabajadores lo hiciera desde su propio domicilio."

Pregunto, y le rogaría me respondiese porque sus ofensas son tan graves que al menos debería explicarlas, no sólo tirarlas como una bolsa llena de canicas con las que se resbalan y se rompen la cabeza los viandantes en una ciudad, digo:

1. Si usted, como todos los fachas, defiende la familia tradicional, mujer, hombre, hijos, como un VALOR, o sea algo agradable, una conquista, un Edén, ¿no sería coherente recibir con alegría la llegada del teletrabajo -para los que pueden realizarlo- y no rechazarlo porque, como dice, "cuando uno sale de casa para ir a trabajar, deja atrás los problemas familiares"? También me gustaría saber por qué eleva a universal un problema suyo, siempre lo hace.

2. En su loa a salir a trabajar y escapar del hogar -que es lesivo, se entiende perfectamente- continúa diciendo que quien marcha deja atrás "la presión de su mujer para que le dé más dinero".

¿De verdad usted lee esto y se siente satisfecho de haberlo escrito? Imagino que nació usted de madre, pero me cuesta creerlo.

3. [...] "los problemas de estudios de los hijos", añade, en fin, es visto que para usted todo lo que no sea placer es molesto, de lo que se desprende la personalidad tan tremendamente egoísta que posee, tan inhumana, tan vil incluso con los que se supone son de su propia sangre y debería defender y no atacar. Bueno, pero me interesa adelantarme a esto que dice luego de lo anterior: "[y deja atrás, el que se las pira a "cazar mientras las mujeres esperan en el poblado", el español que va al trabajo, dice] la insoportable machaconería de la suegra empeñada en que le pongan su programa favorito en la TV". Habría tanto que decir de Ud., Massanet, esa chulería que se muestra en el más mínimo detalle, por ejemplo ese culminar de la frase anterior de "en la TV". Que está puesto así para ridiculizar más, usted, abuelo, porque no suelo decir abuelo a nadie, pero usted lo es, y de siglos, es lo que se diría coloquialmente un tío con muy mala folla.

De nuevo eleva sus pensamientos, su gris y pequeña vida, a universales, a lo general. O sea que todas las suegras son insoportables en su machaconería porque les pongan su programa favorito en la TV? ¿Ninguna hace ganchillo? ¿O lee, porque aún le quede vista, con gafas? ¿O se tocan el coño en la cama? Es claro que enquistado en su época de glorias de sótanos mentales traidores y odiadores, no reflexiona porque su mente ya funciona como la de un cyborg, la de un Testigo de Jehová, la de un vendedor de Herbalife.... (sonrisas). En cada artículo larga el dogma y a volar. Pero a lo que iba, ¿por qué usted guarda tanto desprecio a la otredad, tanto odio en su corazón? ¿Siempre fue así? ¿De niño, cuando la bandera de España aún no se había enredado en sus piernas, usted pensaba libremente? ¿Cuándo comenzó a decir tanta estupidez seguida y nadie le dijo, que te tuerces, amigo, que te tuerces!?

Otras preguntas que si lo desea puede responderme.


4. ¿Qué opina de que a Franco lo trasladasen en Helicóptero en lugar de en un Land Rover? ¿Le quitó algo de fuste al generalísimo ísimo ísimo ese vuelo que todas las teles mostraron al mundo, donde lo hilarante se fundía con lo anacrónico hasta límites del Grito de Munch?

5. ¿No cree que Abascal debería raparse la barba? Va contra los ideales de ustedes, porque parece -como ustedes dirían- un "moro". ¿O le gusta así, con la barba en punta y la cara de conquistador de película con bajo presupuesto?

6. ¿De pequeño alguna vez se ha disfrazado con la ropa de los adultos, como hemos hecho todos? En su caso, ¿sería posible que incluso se hubiera vestido con ropa de mujer, puede que con bragas y sujetador? Lo imagino mirándose de pequeño de esa guisa en el espejo -perdóneme, yo también tengo mis taras, porque le imagino de pequeño con la misma cara que tiene hoy-. ¿Cómo fue su niñez? ¿Algún accidente jugando?

7. ¿Por qué odia tanto a los veganos y veganas? Somos quienes traemos el lenguaje único capaz de sanar y salvar esta Tierra.

8. Su sección, llamada Sin tapujos, no podría llamarla "Diario de un amargado que se hizo de derechas por incompetencia moral y cultural", o para reducir palabros: "Diario de un tío amargo"?

Y ya la última: ¿Es usted cristiano? (imagino que sí, pero su presentación siempre es tan sorprendente que quizá no lo es, ya no sé, viene usted siempre imprevisible por completo, eh?) ¿Cree que irá al cielo? ¿Cree en San Pedro y en Jesús y en los ángeles? ¿Ha ayudado a trasladar un palio con un muñequito salido de una iglesia para que tome aire?

Muchas gracias y perdón por hacerle perder el tiempo, seguro está trabajando en la empresa ahora mismo, alejado de la mierda de familia que tendrá, en fin, como dice usted, que todos tenemos, todos tenemos mujeres que nos piden mas dinero y suegras que piden su programa de la TV favorito..., vidas de mierda, sí, y yo aquí, un anarca desviado del camino, jodiendo la moral. Esto no es vida. Diga que sí.

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Cuando las jerigonzas se extienden en los ambientes modernos, las habladurías altisonantes no pasan de generar unas algarabías sin sentido. Los hechos repercuten en cada ciudadano, sin guardar relación con lo que se dice. Se consolida una distorsión de graves consecuencias, lejos de ser una rareza, se generaliza en la práctica diaria.

Como la lluvia fina que parece que no, pero cala hasta los huesos: el mensaje es claro, quieren que acabemos pensando que “lo que nos viene encima es irremediable”, que los recortes que van a dar en el Estado del bienestar de aquellos que todavía tienen la suerte de tener una nómina, son absolutamente necesarios.

 
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