He escuchado con suma atención al portavoz de la Conferencia Episcopal Española, don Luis Argüello, a la vez que he contemplado su aspecto, maniatado, todo él, por la fuerza de la prudencia exigida y derivada del desencuentro. Contemplarle era como: “Bailando entre lobos”… “Bailando entre dos aguas”… “Bailando entre dos fuegos”… “Bailando al son de la música que toque en cada momento”…
Cuando, en la actualidad, se quiere explicar lo que fue la Inquisición, se utiliza el “devenir de la historia social de Europa” como paraguas protector. Cuando, en el siglo XXI, se quiere justificar los “devaneos” de la Jerarquía religiosa, se utiliza, hipócritamente, una palabra “cuasi sacra”: PRUDENCIA COMPRENSIVA REPARADORA. Cuando el pueblo llano, creyente, aunque poco practicante, busca el “redil evangélico”, resulta que por “las circunstancias”, ahora es movible… o es telemático… o es para creyentes no críticos (versus inquisición)…
El “redil evangélico” se ha difuminado y el pueblo llano no está seguro de que el traje haga al monje ni el báculo proclame a los obispos… Muchos, como yo, hemos buscado el “Libro del Bautismo”, para, llorando borrar nuestros nombres, por sentirnos engañados, utilizados, manipulados y, sobre todo, por utilizar el EVANGELIO para DESTRUIR LA JUSTICIA SOCIAL.
He reflexionado, algunos lo llamamos rezar, y he hablado con mis “santos”, con aquellos, muchas veces ni beatificados ni canonizados, cuya su vida, para mí, fue ejemplar y consecuente: San Rafael Arnaiz (trapense-Hermano Rafael), Francisco Gómez del río (marianista-Chanca), Alfredo Colorado (ex marianista-abandonado), Severiano Ayastuy (humilde y pobre), con San Juan XXIII, con San Juan Pablo II, con mis antiguos profesores, con mis compañeros y amigos (todos “hermanos”, sobre todo “fieles”).
A todos ellos les he pedido que me ayudaran a buscar el famoso “Libro del Bautismo”; les rogaba borraran mi nombre… SÓLO POR SU PALABRA he pensado seguir junto a ellos: “Toma la goma que siempre llevas en tu bolsillo; borra de tu mente todo lo que te está haciendo daño; grita en el desierto, como los santos; no seas cobarde, no arranques tu hoja del Libro del Bautismo. La VERDAD no lleva palios, ni está sentada en banquetes elitistas… La VERDAD volverá a resplandecer” Por todos ellos renuncio a abandonar, pero GRITO y GRITARÉ que las JERARQUÍAS ECLESIASTICAS han jugado a ser JUECES DIVINOS TOLERANTES cuando debían jugar a ser PASTORES JUSTOS y RESPONSABLES CON TODOS. Rezar en Monserrat, en Guadalupe, en el Pilar, en Covadonga, en la Almudena… en mi parroquia, en los conventos… es UNIR LAS MANOS DE TODOS para GRITAR JUSTICIA y CONVIVENCIA. Todo lo demás, lo que han hechos “los PASTORES” es “OFICIO POLÍTICO”. Creo, sinceramente, que también ellos deberían “REZAR a todos mis SANTOS” y borrar de sus mentes EL MIEDO A ENFRENTARSE CON LA VERDAD y LA JUSTICIA.
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