La Iglesia católica dispone de diferentes agentes oficiales para desarrollar su misión a nivel institucional. Y entre estos se encuentra la Conferencia Episcopal cuya naturaleza y carácter se establece en el canon 38 del Decreto ChristusDominus sobre el ministerio pastoral de los obispos del papa Pablo VI en octubre 1965.
Por Conferencia Episcopal se entiende la asamblea de los obispos de una nación. Estos ejercen unidos determinadas funciones pastorales respecto de los fieles de su territorio con el objetivo de promover el mayor bien que la Iglesia proporciona a los hombres mediante formas y modos de apostolado. Por este motivo, también se conoce como la Conferencia Nacional de Obispos.
Los miembros de derecho de la Conferencia Episcopal son los obispos diocesanos, auxiliares y titulares que cumplen una función peculiar en el territorio. Además, estos miembros pueden invitar, con voto consultivo, a obispos ordinarios de otro rito.
En referencia a su organigrama cada Conferencia Episcopal elige a su propio presidente y determina las funciones del vicepresidente. También, elabora sus propios estatutos, los cuales deben ser revisados por la Sede Apostólica, tal y como indica el canon 451 del Código de Derecho Canónico.
La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal es la encargada de preparar las cuestiones a tratar en las reuniones plenarias y de ejecutar debidamente las decisiones que se tomen.
La Conferencia Episcopal celebra, al menos, una vez al año una reunión plenaria en la que sus miembros tienen derecho de voto deliberativo. Tras finalizar esta reunión, el presidente envía las actas y los decretos a la Sede Apostólica para su conocimiento y revisión. Esta Sede Apostólica, o Santa Sede, es el órgano supremo de gobierno de la Iglesia católica con personalidad jurídica e internacional. Es decir, es la máxima representación de la Iglesia católica y como tal ejerce la dirección espiritual de los católicos en el mundo, y es Estado gracias a su soberanía temporal, Ciudad del Vaticano, que administra y dirige el Sumo Pontífice.
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