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"Somos mayores, pero no idiotas"

​Los integrantes del “segmento de plata” nos sentimos totalmente identificados con este sentimiento
Manuel Montes Cleries
jueves, 24 de febrero de 2022, 12:19 h (CET)

A lo largo del último mes, Carlos San Juan, un medico jubilado valenciano de 77 años, ha estado recogiendo más de 600.000 firmas, bajo el lema “somos mayores, pero no idiotas” ratificando una petición al gobierno y a las entidades bancarias españolas de la puesta en vigor de una atención más fluida y humanitaria a los mayores.

       

Todo esto surge después de la reestructuración (a la baja) del personal de los bancos que ha traído como consecuencia la escasa atención personal que nos prestan. Desde hace unos meses las gestiones bancarias han sido desviadas a los cajeros automáticos y las operaciones de todo tipo a través del teléfono móvil o del ordenador. Asimismo, la situación provocada por la pandemia del Covid, ha servido para aprovechar la situación para eliminar, en gran parte, la atención presencial en entidades públicas y privadas, sustituyéndolas por gestiones a través de maquinaria cibernética.

       

La protesta, encabezada por el médico valenciano, ha tenido su eco en las entidades bancarias y en el gobierno. Las firmas han sido recibidas por Nadia Calviño, vicepresidenta del gobierno y Ministra de Economía, así como por Carlos Cuerpo, Secretario General del Tesoro. ¡Veremos con que consecuencias! De momento parece ser que las entidades bancarias se han puesto a la tarea. Alguna de ellas ha publicado a bombo y platillo su decisión de volver a la atención personal. De momento, en mi banco, me siguen diciendo que les escriba una correo o contestan a mis llamadas con un “deje su teléfono y el motivo de su llamada… y ya le llamarán”.

        

Los mayores aun no somos conscientes de la influencia que pueden tener nuestras opiniones y nuestros votos en el devenir de la política y la economía local o nacional. La última estadística que he podido consultar me indica que a principios del 2021 la población de mayores de 65 años en España ascendía a la cifra de 9.38 millones, sobre un total de aproximadamente 38 millones de personas con derecho a voto. Los mayores tenemos casi el 25% de los votos en nuestras manos. No somos conscientes de la fuerza que tenemos.

       

Para colmo se trata de un segmento de población que percibe unos ingresos estables, bastante de ellos tienen su vivienda en propiedad, no tienen hipotecas y aportan su trabajo, su experiencia y su ayuda a los más jóvenes en la medida de sus posibilidades. Nos encontramos bastante liberados de cargas y una situación económica aceptable.

       

Creo que va siendo la hora de que nos unamos, hagamos valer nuestros derechos y que se nos tenga en cuenta por los empresarios, los banqueros, la administración y los políticos. Tan solo es necesario que nos unamos –como ha conseguido en esta ocasión este admirable médico jubilado valenciano- y, si es necesario, le demos forma a unas  plataformas adecuadas desde las que reivindicar nuestras justas necesidades. Que nos sirvan para hacernos oír ante la opinión pública y quien corresponda.

Somos mayores… pero no idiotas.

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