Gilles Moëc, economista jefe en AXA IM, ha declarado sobre la situación actual de China y su papel en la guerra Rusia-Ucrania que "el apoyo de China puede ser más vacilante de lo que esperaba Putin después de su reunión con Xi a principios de febrero". Tal y como explica Moëc, "el coste para Rusia de la guerra en Ucrania se está acumulando rápidamente incluso más allá del ámbito económico, ya que el apoyo de China está mostrando signos de vacilaciones políticas, tal y como sugiere la decisión de Sinopec de suspender un proyecto de inversión en Rusia", y advierte que, si eso sucede "la ecuación económica se volvería rápidamente insostenible para Moscú".
En este contexto, según señala el economista, además hay que "seguir monitoreando la situación sanitaria en China. La política del Gobierno parece seguir “oscilando” allí entre una continuación de la política “Covid cero” y la constatación de que su coste económico puede ser demasiado alto". Tal y como explica, "la estrategia que se está desarrollando en Shanghai, con un bloqueo que afecta a la mitad de la ciudad a la vez, podría verse como un intento de compromiso" ya que "la producción fluida en China sigue siendo esencial para la economía global".
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