| ||||||||||||||||||||||
A principios de este año, la periodista italiana-marroquí Anna Mahjar-Barducci, publicó una nota en un medio israelí con motivo de la vista a Jerusalén del recientemente electo presidente argentino Javier Milei. La lucidez del texto propone pensar una nueva lógica internacional que comienza a presentar de manera expuesta algunas narrativas de corte religioso.
Ya han pasado más de mil días y la guerra en Ucrania presenta una escalada sin precedentes. En este tiempo se ha demostrado una vez más que los conflictos armados no sirven para nada. Que no tienen ningún sentido más allá de destruir y asesinar al otro. Solo porque a un sociópata se le ocurre dar una orden.
Cuando ahora hace dos años y medio, las tropas rusas iniciaron la invasión de Ucrania, los planes de Vladimir Putin apuntaban a una inevitable rendición del ejército de Kiev y a un rápido control del país por parte de sus tropas. No sólo es evidente que las previsiones fracasaron y que Rusia quedó embarrancada en un atolladero de difícil solución, sino que, al margen de cómo evolucione en el futuro, la guerra tiene un claro perdedor: Putin.
Formalmente conocida como los 'Principios básicos de la política estatal sobre disuasión nuclear', fue firmada por Putin en 2020 y describe cuándo Rusia podría utilizar su arsenal atómico. El documento afirma que “la disuasión nuclear tiene como objetivo proporcionar a un adversario potencial la comprensión de la inevitabilidad de la represalia en caso de agresión contra la Federación Rusa y sus aliados”.
Dado que las prioridades de la Administración Biden serían el posible inicio de la guerra de Israel contra Líbano, el peligroso acercamiento de Putin a Vietnam para impedir la formación de un arco nuclear contra China así como la presencia de barcos de guerra rusos en Cuba, el Pentágono estaría sopesando la necesidad de firmar un Acuerdo de Paz con la Rusia de Putin.
Hay tres enemigos que ya están votando contra Europa. Tres extraños que están votando antes de las elecciones europeas, y seguirán votando después de las elecciones. Dos de los tres encarnan la aguda bicefalia de la clase dominante de la superpotencia estadounidense en su camino hacia el ocaso, y el tercero es la momia reencarnada del viejo imperio ruso disfrazada de nueva potencia emergente.
Cada día pienso con más determinación que George Orwell era un vidente que, quién sabe si consciente o inconscientemente, imaginó un futuro lúgubre, pero acertado. Su proeza reside en que describió dicho porvenir en una época sumamente complicada, la posguerra mundial.
Patryk Vega, uno de los directores más populares del cine polaco contemporáneo, ha realizado un largometraje titulado "Putin" utilizando tecnología 'deep fake'. Muestra la vida del presidente ruso desde su infancia marcada por la violencia en Georgia hasta la invasión contra Ucrania. "Putin" se estrenará internacionalmente en primavera.
Ósipov es uno de los escritores rusos contemporáneos que ocupa los anaqueles de las librerías en nuestros días. La literatura rusa, en la actualidad, parece un tanto olvidada como consecuencia de los tentáculos censores del régimen de Putin. En su último libro, titulado Kilómetro 101 y editado por Libros del Asteroide, el autor, a través de una selección de relatos, refleja sus experiencias como médico en una pequeña ciudad de provincias.
El jueves 24 de agosto, cuando Ucrania celebró su 32 aniversario de independencia, pocos medios hablaban de ello o que sus drones habían impactado contra Moscú. Las dos principales noticias internacionales del día tenían que ver con Rusia y con su presidente Vladímir Putin.
El KGB (Komitet Gosudárstvennoy Bezopásnosti) fue el nombre de la Agencia de Inteligencia (equivalente a la CIA) así como de la Agencia principal de la Política secreta de la URSS (equivalente al FBI) desde 1.954 a 1.991, conocida popularmente como "El Centro", y, hasta Jruschov, encargada de obtener y analizar toda la información de inteligencia de la nación para el Kremlin (la espada y el escudo de la URSS).
Uno de los objetivos que quisiera tener la OTAN en la guerra de Ucrania es hacer caer a Vladímir Putin, el hombre fuerte de Rusia en este último cuarto de siglo. Muchos medios occidentales lo presentan como un nuevo Hitler, Mussolini, Hussein o Gadafi, cuyo derrocamiento militar en manos de sus tropas tanto han aplaudido.
Prigozhin, conocido como " el chef de Putin”, reconoció haber fundado y financiado el Grupo Wagner que tuvo su bautismo de fuego en la campaña de Crimea del 2012 y, asimismo, habría intervenido en Siria y diversos países africanos con las bendiciones de Putin. El momento álgido de la popularidad de Prigozhin llegó con la conquista de la ciudad oriental de Bajmut luego de una larga y sangrienta batalla.
Los mercenarios del Grupo Wagner han comenzado a volverse cada vez más protagonistas en los medios de comunicación, lo cual se debe a su peso en la batalla de Bajmut. El nombre de esta organización paramilitar es en honor al gran compositor alemán, supuestamente como consecuencia de que su fundador, Dmitri Utkin, admiraba a los nazis y a su banda sonora.
La detención de un periodista estadounidense en Rusia no solo envió una tajante advertencia a los reporteros extranjeros en el país, sino que es una señal del deseo del Kremlin de sofocar cualquier disidencia en el Estado. La detención el 30 de marzo del periodista Evan Gershkovich, del diario The Wall Street Journal, bajo la acusación de espionaje, indica que el régimen ruso podría estar reforzando su ya férreo control de la información.
Luego de la impactante noticia de la emisión por parte de la Corte Penal Internacional de una orden de detención contra Vladimir Putin, la novedad que acapara la atención internacional no puede ser otra que la visita de Xi Jinping a Moscú, en medio del lanzamiento previo de una “propuesta de paz” de China, en relación a la guerra entre Rusia y Ucrania. Para nadie es un secreto que China fue el único país del planeta, que previamente fue informado de la invasión a Ucrania.
La orden de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin, dictada este viernes por la Sala de Cuestiones Preliminares de la Corte Penal Internacional (CPI), recibió inmediatamente respuestas encontradas, mientas escala la confrontación entre Rusia y Ucrania. Los jueces consideraron que “hay fundamentos razonables para sostener que el presidente Putin es responsable de la deportación ilegal de menores a Rusia desde las zonas ocupadas de Ucrania”.
Tristemente nos acercamos al terrible aniversario de la invasión rusa de Ucrania. El 24 de febrero de 2022 Rusia inició su brutal agresión contra Ucrania. Desgraciadamente en la izquierda hay una siniestra confusión en la que todo se coloca al revés, y la brújula moral pierde el norte. Hay un hecho claro, hay una invasión imperialista. No debe haber ninguna duda sobre qué posición tomamos: denunciar al invasor y respaldar sin matices al invadido.
La guerra en Ucrania va camino de cumplir 365 días desde que Rusia inició la invasión. Lejos quedan los planes de guerra veloz, la idea de paseo militar que manejaba Moscú en el inicio de la contienda. No es un conflicto estancado: las ciudades y líneas se mueven constantemente, entre las batallas y las anexiones ilegales. Las víctimas aumentan cada día. Y en mitad de este escenario, el debate: ¿hay un final posible? ¿Se debe negociar con Vladimir Putin para lograrlo?
En la ceremonia de la firma de la anexión de cuatro regiones de Ucrania a Rusia primaron los criterios de cercanía y liderazgo para ordenar a los principales actores de este acto. En la organización de eventos una de las disciplinas que se aplica es la proxémica, es decir, el estudio del uso que las personas hacen del espacio en sus relaciones con los demás, define el diccionario de la Real Academia Española.
|