Depende de las distintas situaciones. A veces, participamos con decisión e incluso con pasión en las alternativas que en nuestra existencia se nos van presentando. Otras veces, nos dejamos llevar por la abulia, la indiferencia e incluso la cobardía, y nos convertimos en espectadores de cuanto sucede a nuestro alrededor. Incluso en lo que atañe directamente a nosotros mismos. Observamos como los políticos, con una cara y un desparpajo indescriptibles, dicen cada día una cosa distinta, siempre en beneficio propio, en el de su partido y, como mucho, en el de sus allegados. Por mor de no perder la poltrona dan giros bruscos a la izquierda o a la derecha con el fin de no perder escaño ni prebendas. Lo peor de todo es que la solución estriba en cargar cada vez más las espaldas de los sufridos españolitos de a pie. Las masacradas clases medias. Los pensionistas, trabajadores por cuenta ajena, los pequeños empresarios, los autónomos y cuantos aquellos que les cuesta trabajo llegar a fin de mes, contemplan, como espectadores, como les meten mano a sus depauperadas carteras, manipulan sus derechos y les maltratan constantemente. Todo ello sin dejar de decirnos que todo lo hacen por nuestro bien. Nos dicen que somos actores principales de cuanto está sucediendo y protagonistas destacados de esta situación. Su mensaje lo envuelven en promesas que nosotros, inocentes criaturas, nos creemos y alimentamos con nuestros votos. Ahí queda nuestro protagonismo. Después hacen de su capa un sayo y si te vi no me acuerdo. Se pavonean en los discursos diciendo una mentira tras otra mientras aplauden los de un lado y patean desde el otro… o viceversa. Como defensor de la utopía me muevo en el campo del “laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même”. Que nos dejen tranquilos. No necesitamos más que un poco de sentido común y otro poco de buena voluntad. Pero esto es utopía propia de la edad… Seguiremos contemplando como los próceres se guantean en nuestra cara. Se van de vacaciones en Mystères o Falcons y se ríen de nosotros. ¿Somos actores o somos espectadores?
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