El 1 de enero del 1869 la avanzada de tropas aliadas invadió la muy noble Madre de Ciudades y sitio del primer grito de libertad en América, Asunción del Paraguay, los argentinos y brasileños llegaron con su soldadesca y oficial ávida de venganza y odio en contra del pueblo Paraguayo.
A partir de esta fecha empiezan las violaciones de niñas y mujeres paraguayas en las plazas públicas y el saqueo de viviendas, edificios públicos, legaciones diplomáticas y hasta el cementerio de la Recoleta, donde profanaron todas las tumbas, excepto la del Gral. José Eduvigis Díaz Vera.
Hoy, a 150 años de aquella fecha trágica de la nación paraguaya, el actual presidente Mario Abdo Benítez sigue al pie de la letra las aquellas atrocidades cometidas por las fuerzas argentinas encabezadas por el General Emilio Mitre, fortaleciendo las prácticas de violación psicológica y torturas físicas a los jóvenes cadetes dentro delasFuerzas Armadas del Paraguay en el LICEMIL Liceo Militar “Acosta Ñu”; una institución educativa que esta transformada en un campo de tortura de Antisemitismo. Esta institución, representa el ápice de la violación de los niños, bajo la administración del Coronel Carlos Martínez (que está aguardando para ser promovido por Abdo en el rango de General); el Teniente Coronel Aquiles Villalba, el Teniente Coronel Cristhian Candia, el Teniente Coronel Osvaldo Candia y el Capitán José Lizza. Toda esta rosca mafiosa cuenta con el apoyo del Presidente Abdo Benítez, el Ex presidente Fernando Armindo Lugo Méndez, actual senador nacional y ex obispo católico (quien tiene su hijo estudiando en el LICEMIL)y por el General Miguel Anibal Escurra (el hijo del mismo recibe tratamiento preferencial en esta institución alegada por antisemitismo).
Como si de un centro comercial,el Gobierno Paraguayo ha puesto la integridad institucional a precio de saldo. Los enemigos de la Nación Paraguaya se encuentran en las instituciones más vulnerables del país, entre ellas: Fuerzas Armadas, LICEMIL Liceo Militar “Acosta Ñu”; Ministerio del Interior y otras carteras. Estos cuatro años demostraron que Abdo es el peor presidente del Paraguay, desde la época de proclamación de la independencia en el 1811.
En el 1869 oficiales y soldados argentinos entraron a la ciudad y participaron con brasileños y uruguayos de los atroces crímenes cometidos, en contra de niños y mujeres, todos de lesa humanidad; trágicos episodios que no afectan el mundo psicológico, mucho menos despertar el fervor patriótico, de los actuales mandamás (directivos) del LICEMIL - “Acosta Ñu”.
Las Fuerzas Argentinas profanaron (1869) todas las tumbas del cementerio del Mangrullo, robando rastreramente los objetos de valor de los difuntos. La historia nos enseña que la guerra terminó en Cerro Cora el 1 de Marzo de 1870, pero sin embargo el ejército brasileño permaneció ocupando Asunción hasta el 22 de Junio de 1876 y el argentino en la Villa Occidental, hoy Villa Hayes, hasta el 14 de Mayo de 1879, tiempo en que los invasores despojaron a la población autóctona paraguaya, de todo lo que pudieron: tierras, muebles, joyas, y hasta niños a quienes vendían como esclavos y los enviaban a Buenos Aires y Rio de Janeiro.
Hoy en Dia, el bendecido pueblo paraguayo sigue sufriendo la esclavitud cometida por uniformados cobardes, de la talla de Carlos Martínez, que – en vez de salvaguardar la soberanía territorial del Paraguay en las fronteras –violan, rompen los sueños y maltratan a las nuevas generaciones que aspiran servir a la patria con devoción y patriotismo. ¡VIVA EL PARAGUAY!
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