Me siento ante el ordenador, una vez más, para descargar adrenalina. Ignoro si lo que escriba esta mañana del domingo 22 de enero de 2023, como otras veces, terminará en la papelera, pero lo que si puedo asegurar es que, lo que ponga negro sobre blanco, será mi opinión personal acerca de la situación, tanto política como económica, en la que se encuentra España. Y aunque resulte repetitivo con mis anteriores escritos, me abstendré de escribir “este país” o términos parecidos para que, de esta manera, se equilibre la balanza con el abuso quehacen otros, a los que les produce urticaria decir España.
Vaya por delante que nunca, en mis casi 88 años de existencia (me faltan solo 25 días para cumplirlos), estuve afiliado a ninguna organización que no fuera puramente profesional, religiosa, cultural o recreativa, aunque, naturalmente, tengo mis preferencias, filias y fobias (¡nadie es perfecto!) en todos los órdenes de la vida; y siempre me he ganado la vida sin que nadie me haya regalado nada.
Desde esta perspectiva, y considerándome un ciudadano “normal” y libre de ataduras, suelo expresar lo que veo y tal como lo veo. En el terreno económico (y menos mal que existen los “fondos europeos” sin los que estaríamos ya en la ruina total), mi diagnóstico no puede ser más pesimista a pesar de los esfuerzos que hace el macro gobierno de España para ocultar la realidad. Hoy no quiero dar muchos datos; solo voy a fijarme en una cuestión, pero capital: la Deuda.
Desde que Sánchez llegó al gobierno en 2018, la deuda ha crecido en una cifra escalofriante: más de trescientos mil millones de euros. Equivalente a la escandalosa cifra de cincuenta billones (sí, con b) de pesetas. Y si esto es para llorar, no va a la zaga la situación política. Sinceramente no hay palabras para definir el grado de podredumbre al que hemos llegado.
No voy a emplear esta vez calificativos; que cada cual busque el que crea oportuno. Pero sí quiero decir que -a lo largo de toda mi existencia- no he visto otro gobierno más perjudicial para los intereses morales, políticos y económicos de todos los españoles.
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