El pasado sábado se manifestaban por Valencia unas personas que suelen ir por los montes armadas matando todo lo que se mueve y su objetivo era que las instituciones públicas les den más apoyo y, por supuesto, dinero, como si la caza no moviera ya bastante pasta, puesto que unas veces se mata por placer sádico y otras por el negocio rentable que supone un trofeo, más la satisfacción de acabar con todas las vidas posibles durante la jornada.
A la manifestación acudiría vox con claros intereses políticos y porque sin ningún descaro, están a favor de toda violencia contra los animales.
Los manifestantes eran en su gran mayoría varones y de avanzada edad lo que me lleva a pensar que las nuevas generaciones rechazan el sadismo de la caza que aunque haya ido un partido, todos la han protegido sin diferencia e incluso a la "izquierda" consiguiendo excluir a los perros y otros animales utilizados para la actividad pese a ser los que más protección necesitan y mayores cifras de abandono o maltrato sufren a manos de los egoístas humanos.
UNA BIÓLOGA DESMONTA LA GRAN MENTIRA DE LA CAZA
Rosa Más es una bióloga la cual confirma sin ningún género de dudas que los animales deben sujetos de derechos y la caza los vulnera en todas sus formas a lo que se suma que la actividad cinegética está destrozando el medio ambiente y dando una nula educación a la infancia.
Rosa participa en entidades como Feumve el cual lucha por un menú vegano en los colegios y defiende los derechos de la infancia vegana en todas sus formas de manera empática y altruista (palabras desconocidas por los que se lían a balazos por los montes).
"A lo largo del tiempo, una de las consecuencias de la actividad humana ha sido la degradación y la destrucción de los ecosistemas; la agricultura industrial, la ganadería, la minería o la extracción de combustible provocan la pérdida de los espacios naturales a un ritmo cada vez más alarmante. Como resultado de la devastación y fragmentación del medio, los animales silvestres autóctonos han ido quedando relegados a espacios cada vez más reducidos y precarios; las especies más vulnerables ven mermadas incluso extintas sus poblaciones, mientras que aquellas con mayor capacidad de adaptación pueden advertir cómo sus poblaciones llegan a crecer de manera descontrolada debido al desequilibrio causado. Es lo que conocemos como superpoblaciones o plagas" explica.
Continúa explicando sobre el tema desde sus conocimientos: "El acercamiento de los animales silvestres a las zonas pobladas provoca conflictos con los seres humanos, principalmente, por daños en los cultivos. La respuesta habitual a estos problemas de coexistencia ha sido y es matarlos. Sin embargo, tales prácticas no solo no han sido solución sino que se han demostrado como parte importante del problema. La actividad cinegética supone la muerte de millones de animales cada año, lo que justifica sobradamente su repulsa, pues gracias a los conocimientos sobre fisiología, neurobiología y endocrinología de las demás especies animales sabemos que poseen capacidades muy similares a las humanas en cuanto a habilidades cognitivas y complejidad social".
LA OTRA CARA DE LA MONEDA QUE NO TE CUENTAN SOBRE LA CAZA
Cualquier persona con una mínima sensibilidad y conocimiento hoy en día, sabe que la caza es una actividad violenta y sádica.
La bióloga profundiza en desmontar la gran mentira de la actividad: "Las destrezas de los demás animales son cada vez más conocidas, hasta el punto de que ya se propuso la catalogación como personas no humanas para determinadas especies, como cetáceos y primates y solo es cuestión de tiempo que esta consideración se extienda a los demás taxones. Sin embargo, todos los estudios se ignoran cuando se trata de defender la práctica cinegética o bien, aun teniendo en cuenta que se trata de una actividad cruel por tratarse de atentar contra individuos que tienen interés por vivir y por mantener su integridad, se promociona como una especie de mal menor inevitable necesario para regular los ecosistemas, proteger las áreas de cultivo e impedir la propagación de enfermedades como la mixomatosis en los conejos, la sarna en las cabras montesas o la peste porcina. Nada más lejos de la realidad".
Sigue explicando: "El hecho de matar a un determinado número de individuos de un grupo causa una desestabilización, de modo que se ponen en marcha mecanismos de reproducción compensatorios para paliar el daño sufrido y garantizar, así, la pervivencia del clan. Se amplían los períodos de reproducción, aumenta el número de crías en cada parto y las hembras son fértiles a edades más tempranas. La aparición de esta “maternidad inmadura” hace que las madres y sus crías tiendan al alimento fácil de las tierras de cultivo, haciéndose dependientes del ser humano para su supervivencia. Por otra parte, los animales abatidos suelen ser machos y hembras adultos, lo que provoca la fractura de las estructuras sociales, imprescindibles para el correcto desarrollo de las especies y del ecosistema".
DESEQUILIBRIOS EN LOS ECOSISTEMAS
Según la bióloga, la caza es, sin duda, un factor causante de pérdida de la biodiversidad debido a que las infraestructuras asociadas a la caza tales como vallados, pistas forestales y otras construcciones ligadas a los cotos tienen una influencia directa sobre la destrucción y fragmentación de los hábitats donde tienen lugar las jornadas cinegéticas; incrementa la presión sobre las poblaciones y favorece la introducción de especies exóticas.
La introducción de especies exóticas suponen un problema ya que pueden generarse situaciones de competencia por los recursos con los animales autóctonos.
"Estrechamente relacionadas con el tema de la introducción nos encontramos con las granjas cinegéticas: Se trata de la cría de animales en cautividad para su posterior suelta en los cotos de caza. Esta actividad tiene una consecuencia fatídica que resulta del apareamiento entre individuos procedentes de las granjas y los silvestres, ya que la hibridación hace que los animales agrestes de las siguientes generaciones carezcan de parte de las características que les permiten sobrevivir en el medio.
En esas instalaciones los animales no tienen la menor posibilidad de desarrollar el comportamiento que les es natural; por el contrario, podrían considerarse como animales domésticos" indica añadiendo que esta circunstancia provoca que los individuos, generación tras generación, se acostumbren a su condición de animales de granja y pierdan alguna de sus habilidades instintivas, pues no las necesitan en absoluto para vivir en cautividad.
LA REALIDAD DE LA CAZA: LA "SUPERPOBLACIÓN" LA CREAN ELLOS CRIANDO ANIMALES PARA SOLTAR Y MATAR
Rosa Más como bióloga nos sigue explicando: "Cuando estos animales se cruzan con individuos silvestres y tienen descendencia, pueden transmitir esos nuevos caracteres aberrantes que aparecen a consecuencia de la domesticación, comprometiendo el desarrollo evolutivo de toda la especie. Curiosamente, el negocio de estas instalaciones ha cobrado un gran auge en los últimos años dando lugar a una paradoja. Por una parte se denuncian presuntas superpoblaciones de determinadas especies, incluso a pesar de que, en muchos casos, no existe un recuento correcto de los individuos ni una caracterización de los grupos pormenorizada que sustente semejantes acusaciones".
"Hasta se declara la llamada emergencia cinegética en diferentes localidades en algunas épocas del año debido a daños agrícolas presuntamente causados por un exceso poblacional de determinadas especies. Sin embargo, por otra parte, se crían animales en las granjas para soltarlos en los cotos y zonas de caza con el fin de que haya suficientes ejemplares para garantizar el éxito de las jornadas cinegéticas entre quienes las practican. Además, el hacinamiento en las granjas favorece la aparición y dispersión de enfermedades, lo que obliga al uso de antibióticos que pueden acabar liberándose al medio contaminando los espacios forestales" indica.
CONTAMINACIÓN POR PLOMO Y PLÁSTICOS
La bióloga indica que la intoxicación por plomo o plumbismo provoca una gran mortalidad de aves debido a que los perdigones procedentes de las actividades de la caza y del tiro deportivo son posteriormente consumidos por ellas al picotear en el suelo en busca de comida y de piedras y arena necesarias para la trituración del alimento en la molleja. Los perdigones de plomo que se acumulan en la molleja del ave son atacados lentamente por los jugos gástricos, causando daños en órganos como el hígado e incorporándose al tejido muscular, lo que a su vez afectará a otros animales que se alimenten de los individuos afectados.
QUIEREN INCULCAR ESTA ACTIVIDAD SÁDICA Y VIOLENTA A LA INFANCIA
Para terminar y perteneciendo la bióloga a un colectivo que defiende los derechos de la infancia, no podíamos terminar sin preguntarle por los señoritos que quieren enseñar caza en los colegios, llevan niños a cazar e incluso acaban con su vida muchas veces por accidentes.
La respuesta no podía ser otra: "Para los niños es vital aprender la empatía, es decir, la habilidad para ponerse en el lugar de los otros. Promocionando la caza se enseña a los niños y a los jóvenes la falta de respeto hacia la naturaleza y la dignidad de otros seres vivos. Una práctica en la que los animales son abatidos a tiros enseña totalmente lo contrario a la solidaridad porque en la ética no puede haber excepciones" afirma con contundencia.
Zanja explicando: "Lo habitual es que enseñemos a los pequeños a respetar a los demás animales, especialmente a aquellos con los que solemos convivir como perros o gatos; no les permitiríamos pegarles ni causarles daños; sin embargo con la actividad cinegética los pequeños aprenden a despreciar los sentimientos, necesidades y derechos de otros seres vivos, aprenden que puede haber excepciones a hacer lo correcto, sin tener en cuenta que estamos ante individuos conscientes que tienen interés por vivir y por disfrutar de sus vidas".
Tal y como indica siempre la mencionada bióloga, no hay ningún motivo para seguir abusando de los animales en ninguna de las formas y todos para dejar de hacerlo. En consecuencia, considera el veganismo como lo que es, una filosofía ética de vida coherente por la liberación animal.
LAS PERSONAS CON EMPATÍA LEJOS DE DESTROZAR EL MEDIO AMBIENTE, HAN REALIZADO UNA QUEDADA PARA LIMPIARLO
El próximo domingo a las 11:00 en la estación de metro de LLÍRIA, hay una quedada de las personas que tenemos respeto por la naturaleza y en consecuencia, servirá esta actividad como recogida de toda la basura y cartuchos que los que matan por placer o negocio, dejan por los montes. Al acto intentaré acudir y el cartel os lo dejo por el artículo.
Desde el punto de vista biólogo, empático y humano, la caza debe acabarse como la gran estafa que es y sin embargo, se manifiestan por Valencia para obtener todavía más privilegios y dinero para asesinar a sangre fría cuyos psiquiatras llegan a calificar de psicopatía.
Animo a las personas que lean el artículo para que se informen del veganismo ya que es la única manera de respetar a los animales sin distinción entre especies, el medio ambiente al ser la ganadería y la pesca las industrias más contaminantes, mejorar nuestra propia salud y evitar que mueran de hambre en niños del tercer mundo de hambre derivada de destinar recursos vegetales a millones de animales más que humanos cuando hoy en día, se pueden destinar a los humanos y a imitaciones veganas con el mismo sabor y textura que existe hoy en día en todo.
No existirían tantos animales si no se trajeran masivamente mediante inseminaciones forzadas para explotar y vivir una vida de angustia, hacinamiento y miseria hasta llegar al sangriento, apartado y mugriento matadero.
Sé que lo vas a intentar y que si has leído mi artículo es porque tienes empatía con los animales y te añado que la asociación española de pediatría o la academia americana de nutrición y dietética, son muchas de las voces expertas que indican que bien planificado, el veganismo tiene múltiples beneficios para la salud e incluso previene enfermedades. El veganismo excluye la alimentación, vestimenta, entretenimiento o la sanguinaria experimentación animal.
Respecto a la caza, es una aberración que debe prohibirse ya por el respeto que merece todo animal, por un futuro planeta en el que vivir y por una educación a la infancia acorde al siglo XXI.
En lo que has tardado en leer este artículo, millones de animales han sido asesinados en mataderos, montes, laboratorios, mares o peleterías entre un largo etcétera.
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