Soy de la opinión de que los andaluces hemos heredado mucho del sentido filosófico de nuestro antepasado Lucio Anneo Séneca. Acostumbrarnos a emitir sentencias determinantes sin apenas darles importancia. En un espacio televisivo reciente tuve la oportunidad de escuchar a una cantante, muy valorada por mí, una de ellas.
Se trata de “Niña Pastori”, una cantautora flamenca, medio gitana por más señas, con un sentido de la medida, la serenidad y el saber hacer extraordinarias. Soy un admirador de su cante, de su expresión y de su persona, desde que cantó aquel AVE MARIA al Papa en el 2003. Junto a “la Lole” del “todo es de color” son las cantantes que, para mí, han expresado mejor su fe en sus canciones. Cuando le preguntaron a “Niña Pastori” que esperaba del futuro, contestó con una palabra que me impacto. La vida hay que centrarla en el camino. Llegar a la meta es quedarse sin perspectivas. Una frase que me ha hecho pensar. Lo importante es caminar sin miedo, sin mirar hacia atrás y con la vista en el futuro. Cada día más queremos acortar los caminos. Solo nos interesa la consecución de los objetivos. Cuando estos se alcanzan nos quedamos sin ideales. Si repasas tu vida, esta está llena de logros parciales que no han colmado tus expectativas: ser mayor de edad, terminar los estudios, encontrar trabajo, conocer a tu esposa-esposo, tener hijos, comprar coche, casa, vacaciones… etc., etc. Todas estas situaciones te han producido una satisfacción momentánea. Aunque surge inmediatamente otro deseo. Entonces descubres que el gran ideal se encuentraen el discurrir por el camino. En recorrer la vida mirando con amor a un lado y a otro. Esta es mi buena noticia de hoy que me ha inspirado la “niña Pastori”. La realización vital se encuentra en el camino. El anticipo del cielo y el infierno lo tenemos a nuestro alrededor. La meta es la paz definitiva. Disfrutemos del camino.
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