Película con el título en alemán Hitlerjunge Salomon, basada en la autobiografía de Salomón Perel, quien falleció a sus 97 años el pasado 2 de febrero, es una historia dramática ambientada en la Segunda Guerra Mundial, filmada en 1990 y es una coproducción germano-polaca y francesa, dirigida por la realizadora polaca Agniezka Holand, con guión de la autoría de ella misma.
La reveladora historia de Solek, y/o Perel que en plena guerra mundial nos revela los dilemas y las encrucijadas de un joven judío que luego de ser separado en Polonia de su hermano y confinado a un orfanato, detenido por lo nazis ante los horrores de los fusilamientos, tiene que sobrevivir en medio de la guerra y el exterminio gracias a sus habilidades de traductor, ya que tiene que adoptar una actitud mimética y de camuflaje para ocultar, negar y salvar su verdadera identidad étnica: que es un judío confeso, si las circunstancias bélicas lo colocaron en el KOMOSOMOL para integrarse a las juventudes soviéticas tiene que asumirlo y adaptarse a esa realidad y volverse solidario con sus camaradas, sin embargo al cambiar radicalmente las circunstancias del conflicto bélico se vio en la necesidad de quemar su carnet, y por enamorarse de una joven nazi llamada Leni y hacerse pasar por Ario, Solek se afilia a las juventudes Hitlerianas, hasta que se decepciona de esa relación.
Cuando las fuerza soviéticas y rusas toman Berlín, este intrépido Joven le dice a los invasores que ha pertenecido al Komosomol, y los soldados Rusos no le creen y lo siguen interrogando hasta que aparece como reencuentro providencial a su hermano Isaak que lo salva de ser detenido por el ejército Rojo y confinado a un campo de concentración para ser liberado y se quedan los dos para enfrentarse al mundo de la Posguerra y que finalmente Solek emigra a las tierras de Palestina, hoy Mandato Británico de Israel.
La reveladora historia de Solek es un verdadero Paradigma de la condición humana y la lucha por sobrevivir bajo condiciones adversas por la agudización del conflicto bélico, Solek ante esas odiseas demostró no solo su mimética habilidad sino que fue un verdadero ciudadano del mundo, ejemplo para quienes y aunque sin enarbolar un ideario y/o un proyecto, constituye toda una referencia muy actual para quienes también han sobrevivido al fascismo además de prevalecer aferrados a la vida ante las amenazas bélicas de los nuevos totalitarismos en pleno siglo XXI.
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